Patagonia

La historia se repite: Massaccesi buscará la gobernación con la UCR diluida

Letra P.- El ex mandatario y candidato a presidente en 1995 vuelve a los primeros planos luego de quedarse con el partido. El regreso de un dirigente polémico y resistido.

Cuando el destino de la Unión Cívica Radical estaba dirigido a sellar un acuerdo con el ARI de Magdalena Odarda, la Convención partidaria en Darwin enterró esa idea porque se terminó desempolvando la histórica lista 3, con ruptura de por medio, en el regreso de Horacio Massaccesi al proceso electoral.

 

Junto a la cúpula del partido acordó ser el que encabece una fórmula para competir contra el kirchnerismo, Alberto Weretilneck y la alianza de los morados disidentes que encabeza  un viejo rival interno como Bautista Mendioroz.

 

En Río Negro el recambio generacional parece estar muy lejos de concretarse ante el regreso del caudillo radical a la competencia en un escenario complejo y muy diferente a los años en que su partido, desde que lo recibió, ganaba cada una de las batallas con el peronismo.

 

Luego de sus dos mandatos como gobernador (1987–1995), además de haber caminado el Congreso nacional, buscó hacer pie en el país pero una pobre elección lo dejó en tercer lugar detrás del Frepaso que encabezaba José Octavio Bordón. Esa patriada terminó en un rotundo fracaso que comenzó a marcar el futuro del radicalismo, todavía herido en Río Negro luego de la derrota en manos del Frente para la Victoria (FpV).

 

Sin definir su vice –se dice que será de una ciudad con peso– acordó algunos nombres propios para la Legislatura provincial como el de Darío Berardi, Susana Minio, Verónica Tofoni y el del ex ministro de Educación César Barbeito (sonaba como candidato en la previa). Además, habrá interna en algunos circuitos para decidir los candidatos legislativos como en la Línea Sur, el Alto Valle (Oeste –habrá tres lista– y Centro) como el Valle inferior.

 

Como describió Letra P, esta propuesta que comenzó a gestarse los días en que el ex Gobernador se hizo cargo del partido, atravesando una serie de acuerdos con Weretilneck, pegó fuerte en la estructura que estaba preparada para darle fuerza a Odarda. “Lo que hicieron es una locura. Es la forma de terminar con el radicalismo”, contaron desde el entorno de Mendioroz, hoy más alejado que nunca en el sector que Pichetto caratuló como “la segundo fórmula”.

 

Massaccesi, muy resistido, es reconocido por algunos sucesos particulares o extraordinarios que le valieron inhabilitaciones y hasta apodos luego de incautar fondos del Banco Central para pagar sueldos que le dejaron el mote del “Robin Hood” patagónico. Hoy, en otro rol, vuelve a exponerse en una elección histórica para “no volver a jugar al empate”, como había planteado luego de la Convención nacional de Gualeguaychú aunque los números en su pago chico no le cierran.

 

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