El cobismo sabía desde la previa que no llevaba las de ganar. Sucede que los convencionales de la UCR mendocina fueron electos en el año 2012, cuando Julio Cobos dedicaba sus días a la actividad privada, tras su salida del Gobierno. Con ex vicepresidente fuera de la arena política, sin dedicarse a la estructura partidaria –algo a lo que, en realidad, nunca le prestó demasiada atención– los convencionales quedaron repartidos entre quienes responden a Sanz y a otros líderes territoriales, como Alfredo Cornejo.
El candidato a gobernador había dicho en la previa que prefería mantenerse neutral para evitar que la interna nacional se trasladara a territorio mendocino, donde ya estaba sellada la paz. Sin embargo sus convencionales, Sergio Marinelli, Dante Gabino y Edgardo Pintos, terminaron votando a favor del acuerdo con el PRO.
Por el lado de Sanz votaron Aníbal Rodríguez, Alberto López, Luis Borsani (asesor del senador), Heber Reynoso, la ex legisladora Ana Copoleta, Juan Zavattieri, su prima, María Sanz, y el ex senador provincial Alejandro Volpe.
Por la postura de Cobos se inclinaron solamente Laura Uano y Jorge Palero, que responde a la senadora Laura Montero, curiosamente compañera de fórmula de Cornejo para las elecciones provinciales.