Una vez más, Alberto Weretilneck demostró saber cómo manejarse con Nación para recibir ayuda a pesar de que es un confeso seguidor del enemigo político más importante del kirchnerismo. Antes de encontrarse en la Torre de las Naciones de Tigre con Sergio Massa, se reunió con el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, para dialogar sobre los problemas de la producción fruti hortícola en Río Negro.
Esa doble imagen, con el oficialismo y la oposición, refleja los artilugios que debe utilizar para ordenar los conflictos de la economía rionegrina a pesar de estar enfrentado con el Partido Justicialista.
La jornada comenzó movida junto al Ministro de Agricultura nacional, Carlos Casamiquela, y un declarado rival político como Miguel Ángel Pichetto para acordar ayuda a productores de peras y manzanas. A pesar de la incómoda presencia del Senador, hoy lanzado en una carrera opuesta a la de Weretilneck, se acordaron una serie de medidas que serán claves para frenar los reclamos que tantos dolores de cabeza le traen a la ahora gestión massista.
Como le explicaron a Letra P fuentes de la Gobernación, se plasmó una metodología de aportes no reintegrables que, en primera instancia, se destinarán 110 millones de pesos de un fondo de hasta 300 millones. Todo se respaldará en un primer desembolso de la Nación de 50 millones, que estará “monitoreado por una Comisión Específica con participación del Gobierno Nacional y las provincias”.
Luego, fue hasta el despacho de Capitanich para seguir con la evaluación del acuerdo, en otro gesto de convivencia que se esfumó lcuando abandonó Capital Federal para irse hasta la zona norte, donde lo esperaba Massa.
En la primera imagen juntos, después de que en agosto anunciara su predilección por el Frente Renovador, coincidieron en la mayoría de las definiciones sobre las economías regiones de las provincias, que horas antes habían sido el eje de los convenios con la Casa Rosada. “Lo dije claramente en agosto y vuelvo a ratificarlo: Sergio Massa es el hombre que nuestro país necesita para que lo dirija en esta nueva etapa que se inicia”, reiteró el mandatario.
Lo curioso es como criticó al modelo K que le solucionó algunos problemas. “Mi adhesión al proyecto de Massa no fue fruto de una cuestión improvisada ni un impulso, sino que es consecuencia de la convicción que él cuenta con el mejor equipo económico, el mejor plan de desarrollo nacional, una correcta política internacional y las mejores ideas para que la Argentina alcance en esta nueva etapa el desarrollo que se merece, saldando algunas deudas internas que el actual modelo ha comenzado a generar”, remarcó en un claro mensaje al “proyecto” impulsado desde el Frente para la Victoria (FpV).
Con el pacto oficializado, y en víspera del lanzamiento de su candidatura, el ex intendente de Cipoletti recibiría en los primeros días de marzo a Massa. Al ser consultados por Letra P, los armadores de Weretilneck no confirmaron la fecha exacta por “temas de agenda” de ambos referentes opositores.