Martín Sabbatella pasó de ser un intendente exitoso y un abanderado de la anticorrupción querido y reivindicado por los vecinos de Morón a un funcionario K que defiende el modelo a rajatabla y que perdió apoyo en ese municipio por esa extraña postura.
Todos recuerdan los informes del noticiero de Canal 13 en el que se lo señalaba como un intendente ordenado, democrático y participativo y, también, que en 2009 enfrentó a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas.
Desde hace unos años eso quedó atrás. Sabbatella y su tropa se inmiscuyó a pleno en el kirchnerismo progresista y, en poco tiempo, se alineó con el ultrakirchnerismo. Además, en su rol de garante de la Ley de Medios, despotricó contra el Grupo Clarín, que antes lo idolatraba.
Una vez que Nuevo Encuentro ingresó al esquema de Unidos y Organizados, sus militantes se “camporizaron”. Pasaron de cuestionar al kirchnerismo desde el progresismo a defender cada una de las iniciativas del oficialismo nacional y a alabar a Cristina Fernández de Kirchner y a todo su Gabinete.
Esta postura genera cortocircuitos hacia dentro del partido de Sabbatella. En especial, con la plana mayor de sus aliados del PSOL.
Los dirigentes del Partido Solidario aceptan el modelo K pero no concuerdan con el ultrakirchnerismo de La Cámpora. Precisamente, porque los lugares que aspiran ocupar en los comicios venideros serían tomados por la juventud que es parte de Unidos y Organizados.
Nuevo Encuentro es parte de la alianza electoral del Frente para la Victoria y, como fuerza aliada, pedirá espacio en las listas porteñas y nacionales. Además, requerirá espacios para que no sea en vano su incondicional apoyo al FpV.
El enojo de los dirigentes del Partido Solidario tiene dos patas. Por un lado, Carlos Heller, Juan Carlos Junio y Edgardo Form están enojados porque Sabbatella dejó jugar libremente a Gabriela Cerruti en la carrera por la Jefatura de Gobierno porteña.
La ex periodista estudia acordar con el diputado de La Cámpora Juan Cabandié respaldarse mutuamente en las PASO para quedar como la fórmula K ganadora. En este esquema, la amistad política de La Cámpora y Nuevo Encuentro deja afuera de todo a los integrantes del Partido Solidario.
Como prueba de esto, los cooperativistas empapelaron buena parte de la Ciudad de Buenos Aires promocionando la precandidatura de Heller a jefe de Gobierno e impulsando a Form y Junio como eventuales candidatos a legisladores.
Por otra parte, Heller y sus compañeros están que trinan por el armado de la nómina de legisladores porteños y nacionales porque, nuevamente, los dejaría afuera de todo.
Concretamente, Sabbatella propone a Andrea Conde como legisladora porteña y lograría ubicarla en el tercer lugar. Es decir, tiene chances de ingresar al Parlamento local.
Y le ofrece a Heller un lugar en la lista de diputados nacionales, que sería para Juan Carlos Junio. Pero el cooperativista no es ingenuo y sabe que su colega no tiene posibilidad de entrar en la lista K para el Congreso Nacional y pelea para hacer un enroque.
Lo que desea el ex vicepresidente de Boca Juniors es que el sabbatellismo ubique un diputado nacional (que posiblemente no ingrese) y el Partido Solidario se quede con el tercer o cuarto lugar de la lista de legisladores porteños del Frente para la Victoria.
Otra prueba del descontento de buena parte del kirchnerismo y sus aliados con la dirigencia de La Cámpora se dio el jueves por la tarde.
En pleno centro porteño, Jorge Taiana, Daniel Filmus y Carlos Heller coincidieron en un acto que auspiciaron como la presentación de un libro pero sirvió para mostrar el descontento de estos kirchneristas de peso con la conducción de La Cámpora y, en especial, con Juan Cabandié, quien se sabe quiere marginar de las elecciones al ex senador y también a Aníbal Ibarra.
La bronca de los aliados de Sabbatella por su nuevo ultrakirchnerismo ya se vivió en Nuevo Encuentro. Es prioritario recordar que el PC y el SI abandonaron ese frente por esta misma razón.