Las elecciones agitaron las estructuras partidarias. Sobre todo en los distritos a donde los intendentes del FpV no jugaron o perdieron, sus adversarios internos iniciarán el camino para hacerse de la conducción partidaria. La Plata, Merlo, Moreno los casos en ebullición.
El PJ deberá analizar el futuro más cercano. Será a partir del año que viene; se espera que luego de ballotage se haga un llamamiento. El contenido será de acuerdo a lo que digan las urnas el próximo 22 de noviembre. Si Macri gana habrá una inevitable renovación con nuevas caras en lugares de mando. Si Scioli es el próximo presidente el movimiento será más equilibrado pero tendrá repercusión en los distritos.
La derrota de Pablo Bruera en la capital provincial repercutió también en la estructura del PJ. El intendente comanda el justicialismo local y su gente ocupa casi todos los cargos. Bruera perdió la conducción de la ciudad, no le dio representatividad al FpV en el Senado bonaerense y varios sectores están al acecho del PJ platense, la última fortaleza de Bruera.
Esta semana, el ex intendente Julio Alak retomó funciones –cuasi protagónicas- en la ciudad de las diagonales. En medio de la campaña, el funcionario del gobierno nacional articuló junto a su par de Provincia, Ricardo Blas Casal y otros ministros provinciales con anclaje en La Plata la campaña “Scioli presidente” de cara al ballotage. En ese armado no se incluyó al titular del PJ local.
En La Plata son varios los sectores peronistas que actualmente están fuera del Partido Justicialista y con Bruera derrotado todo cambiaría. Hasta el massismo piensa en hacer su apuesta con el candidato a intendente José Ramón Arteaga, todo orquestado por el diputado provincial Juan Amondarain.
Merlo es otro distrito en el que habrá movimientos. En las primarias la derrota del intendente y titular del partido, Raúl Othaceché significó el ascenso de Gustavo Menéndez quien además es el nuevo intendente de la ciudad de la Primera sección electoral.
Desde Merlo le explicaron a este medio que es un hecho el avance de Menéndez en el PJ. Sin embargo Othacehé intentará resistir de la mano de su hijo Pablo quien maneja la JP de Merlo. Días atrás desde el partido con sede Merlo emitieron un comunicado para ratificar el “acompañamiento incondicional para la candidatura de Scioli presidente”. En clave territorial, Othacehé firmó el documento que expresa además que “el Peronismo de Merlo es coherente y leal" y que "los intereses de la Patria están siempre, para nosotros, por encima de esas circunstancias ocasionales”.
En Moreno se da una situación similar. El saliente intendente peronista Mariano West controla el PJ. Uno de los barones en retirada sufrió un revés en las primarias a manos del camporista Walter Festa. Festa le ganó la interna y luego en octubre se quedó con la intendencia.
El nuevo intendnete todavía recuerda que años atrás desde el espacio de West no lo dejaron competir en la interna del PJ. Por eso cuando pase el temblor se tomará revancha. Sin embargo serán peleas pesadas. Tanto Othacehé como West tiene representatividad en el PJ bonaerense y son consejeros por la Primera sección.
En Lanús podría resurgir la contienda Díaz Pérez-Julián Álvarez. El saliente intendente no perdió la elección ya que no fue candidato y por el contrario entró como senador bonaerense por la Tercera. El camporista que no le pudo dar la victoria al peronismo en Lanús dio algunas pistas de su plan durante un plenario luego de la elección. Julián Álvarez habló de “reconstruir el peronismo de Lanús”.
El funcionario nacional también sostuvo que “la casa de Máximo Paz tiene que tener más vida que nunca”; en un mensaje cifrado al presidente del PJ y hasta el 10 de diciembre intendente, Darío Díaz Pérez. El electo senador no entregará tan fácil el PJ; entendiendo además que Julián Álvarez no le pudo ganar al candidato de Cambiemos, Nestor Grindetti. En Lanús otro de los actores que podría jugar es el senador provincial del massismo, José Luis Pallares.
Como buena parte de la distribución de cargos, destinos a ocupar y funciones todo dependerá de lo que ocurra el 22 de noviembre. Pero se sabe que el peronismo no paga a perdedores.