Los ataques aéreos contra posiciones del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, realizados en la víspera del inicio de las discusiones, se convirtieron en el tema central de la reunión, que abrió el debate sobre los llamados “combatientes extranjeros” en filas yihadistas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien busca apoyo internacional para los ataques aéreos, fue uno de los primeros en ocupar el estrado en el plenario de Naciones Unidas, antes de presidir una reunión del Consejo de Seguridad dedicada a los “combatientes extranjeros”.
En el discurso de apertura de la Asamblea, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció que los derechos humanos fundamentales se encontraban bajo “ataque” en todo el mundo, enumerando los conflictos en Gaza, Siria e Irak, Ucrania, Sudán del Sur o la República Centroafricana, entre otros.
“Ha sido un año terrible para los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas”, dijo.
“Desde bombas improvisadas a decapitaciones, desde hambrunas forzadas de civiles al ataque de hospitales, refugios y convoys de la ONU, los derechos humanos y el estado de derecho están bajo ataque”, agregó.