El estruendo mediático por el pase de Gustavo Bevilacqua al Frente Renovador dejó lleno de dudas a los armadores del gobernador Daniel Scioli, que por estas horas se preocupan por otra situación: el futuro político de dos referentes en el Gabinete provincial.
Los apuntados, obviamente, son Christian Breitenstein e Iván Budassi, uno de los funcionarios más importantes de la Ola Naranja. Es que el impacto del salto que dio el intendente de Bahía Blanca expuso dos grandes problemas para el espacio.
Todo el malestar, con ambos, se reflotó minutos después de que el mandatario anunciara lo inevitable, según supo saber Letra P. “Breitenstein y Budassi tienen dos ministerios y no pueden retener a un intendente”, se escuchó decir en los pasillos de la Gobernación, que por estas horas vive momentos delicados por culpa de los dirigentes de la Sexta sección electoral, aunque los allegados no piensan igual.
Sergio Massa, que obtuvo el Jefe comunal número 26, tentó a los bahienses, algo que deja casi atónitos al resto de los armadores que trabajan para el DOS.
“Christian no es un traidor y viene construyendo desde hace mucho tiempo junto a Daniel. Si alguno no lo quiere y prefieren echarlo, el sciolismo se quedaría sin nada en Bahía Blanca”, le dijeron a este portal desde el sur bonaerense.
Para calentar más la situación, el Partido Justicialista bahiense emitió un duro comunicado para darle continuidad a la disputa que aumenta en la principal ciudad de la Sexta, hoy dividida por la decisión de Bevilacqua. “No son traidores, si el sciolismo no los quiere, y nos los ayuda, se van”, insistieron.
De concretarse, el sciolismo se quedaría sin ningún referente en Bahía Blanca, distrito importante para ganar cualquier elección, aunque el golpe simbólico, en un momento clave de la campaña, marca el termómetro de lo que se viene en la política provincial.