Este jueves el PRO intentará sancionar la iniciativa impulsada por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que propone la creación de un Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad Educativa en todos los colegios de la Ciudad de Buenos Aires y para eso ya se aseguró los votos del bloque Confianza Pública y aspira a que UNEN pueda acompañar el expediente.
Con este panorama, el bloque oficialista aspira a una división del interbloque de UNEN para agregar los cuatro votos de SUMA + a los dos que aportaría Confianza Pública y así lograr que el polémico proyecto de Mauricio Macri sea aprobado con un consenso más amplio.
A pesar de las dudas, la legisladora porteña Graciela Ocaña reconoció que apoyará de manera completa la propuesta macrista porque “ya se hicieron todas las modificaciones que pedimos”. De esa manera, se suman dos votos a los 28 del PRO y, como adelantó Letra P la semana pasada, se llegaría a un eventual desempate y María Eugenia Vidal, en su rol de la presidenta del Parlamento porteño, aseguraría el triunfo oficialista.
Distinta es la situación de UNEN, que planteó más trabas al macrismo y sugirió mayores modificaciones. De la serie de cambios que exigió este frente se pueden destacar tres que el PRO está en condición de variar para sumar los votos de la coalición de centroizquierda.
En primer lugar, UNEN exige que el Director del Instituto de Evaluación sea seleccionado por concurso público y no sea puesto a dedo por el jefe de Gobierno de la Ciudad. Por otra parte, se pide que el Instituto forme parte de la estructura del Ministerio de Educación y no sea un ente autárquico. Y, por último, que el Instituto no se llame tal y sea denominado Unidad de Evaluación Integral.
Los tres aspectos ya fueron modificados y el macrismo elaboró un texto consensuado que hizo dudar a UNEN a la hora de mantener su férrea postura opositora encabezada por el legislador de la Coalición Cívica y vicepresidente de la Comisión de Educación, Maximiliano Ferraro.
Además, todos los miembros de UNEN firmaron un proyecto alternativo al del oficialismo y anunciaron que insistirían con ese expediente.
A menos de 24 horas de la sesión, dentro del interbloque hay ciertos cortocircuitos. Si bien confirmaron que los nueve legisladores irían para el mismo lado y lucharían en conjunto para imponer su iniciativa, la diputada porteña de SUMA + María Eugenia Estenssoro se “cortó sola” y se reunió con el PRO aislándose del resto de sus compañeros, quienes se enfurecieron con la ex senadora.
“Nos enteramos hoy a la mañana que Estenssoro se juntó sola con el macrismo cuando estábamos trabajando todos mancomunadamente”, contó a Letra P una fuente parlamentaria de la coalición de centroizquierda.
La misma fuente cargó contra la ex senadora y manifestó que “no nos extraña lo que hizo porque ya tiene antecedentes de cortarse sola”. Y, luego, la fulminó: “Dudo que alguna vez haya pisado una escuela pública”.
Estenssoro, que ingresó a la política de la mano de Domingo Cavallo, integra el bloque SUMA + que es parte de un acuerdo entre un sector del radicalismo porteño y el ex ministro de Economía nacional Martín Lousteau.
Desde que la semana pasada se reactivó el tratamiento del proyecto oficialista, en el macrismo especulaban con que, además del bloque de Ocaña, los legisladores del radicalismo podían llegar a “dar una mano” al PRO.
Miembros del interbloque de UNEN manifestaron a Letra P que “existe la posibilidad” de que el bloque SUMA + acompañe la iniciativa “tal cual como está” y sin exigir las modificaciones, mientras que el resto de la coalición de centroizquierda rechazaría el proyecto.
Quienes manejan los hilos del bloque mayoritario de la Legislatura porteña saben que con los votos de Confianza Pública ya les alcanzaría, pero prefieren que el Instituto “salga con mayor consenso”.
Cuatro escenarios
Teniendo en cuenta las idas y vueltas de UNEN y de Confianza Pública en cuanto a su apoyo o rechazo al proyecto y la serie de modificaciones que se propusieron y que el PRO está dispuesto a garantizar, se plantean cuatro escenarios posibles.
El macrismo hace valer su relación con Graciela Ocaña y suma su par de votos para motivar un eventual desempate de María Eugenia Vidal y así aprobar el expediente que Macri pidió expresamente a los legisladores que sea sancionado.
Por otra parte, el PRO puede sumar los votos de Confianza Pública y de un sector de UNEN, que se partiría en dos en esta votación. Por un lado, SUMA + acompañaría el proyecto oficial y, en la otra vereda, Proyecto Sur, el Partido Socialista, la Coalición Cívica y el Partido Socialista Auténtico se negarían a votarla.
Como tercer escenario, de realizarse las modificaciones propuestas por todo UNEN, los nueve legisladores del frente estarían dispuestos a apoyar la iniciativa oficialista y dejar de lado su proyecto. De esta manera, el PRO conseguiría mayor consenso, tal cual prefiere.
Por último, a sabiendas del costo político que ocasionaría que los legisladores de Mauricio Macri aprobasen una ley con un margen muy corto de consenso entre todos los bloques políticos de la Legislatura, el PRO abandonaría su postura y daría de bajo el expediente.
La presión de los gremios docentes, y del bloque del Frente para la Victoria porteño, en rechazo del Instituto podría tener un efecto negativo en el macrismo, algo que ya es analizado por los legisladores oficialistas.