Apenas pocos días después de la última y desafortunada experiencia electoral del kirchnerismo, Florencio Randazzo, sorprendió con una atrevida apuesta personal. “Si saco el transporte público adelante, me anoto en cualquier pelea”, dijo refiriéndose a las elecciones presidenciales del año próximo. Hacia adentro y afuera de la Casa Rosada el enunciado sonó más a jugada voluntarista que a realidad. Pero, a fuerza de anuncios, gestos, instalación mediática y evangelización de dirigentes, el ministro fue logrando colarse con audacia en la lista seria de precandidatos para 2015. Las encuestas lo muestran en crecimiento y en su entorno se entusiasman con que aún queda mucho tiempo para convencer a propios y ajenos.
Aunque el núcleo duro K no lo termina de considerar un hombre propio, Cristina Fernández de Kirchner, más pragmática que muchos kirchneristas, empezó a mirar con atención a Randazzo a partir de las encuestas que le encargó a una consultora de confianza, y cuyos resultados ubican al ministro muy cerca de Daniel Scioli en la interna del Frente para la Victoria (FPV). La Presidenta no dudó en compartir actos de gestión con el hombre de Chivilcoy, aun después de la cara de pocos amigos que Randazzo le dedicó al vicepresidente Amado Boudou en el acto por el 9 de julio, en Tucumán.
La encuesta encargada por la Presidenta paseó por distintos despachos de Balcarce 50, despertó la atención de varios funcionarios y llegó, también, al randazzismo, que montó parte de sus ilusiones sobre los números que tiene Cristina sobre el escritorio y otros dos sondeos – que denuncian como no propios – que lo muestran avanzado en la carrera presidencial y fueron publicados en los últimos días por el diario Perfil y el portal Infobae. Según la encuesta que hizo la consultora González/Valladares para Perfil, el ministro y el gobernador bonaerense estarían en un virtual empate técnico, si las elecciones fueran hoy: Scioli aparece con el 36,9 por ciento de intención de voto, mientras que Randazzo obtiene el 35,8 por ciento. El sondeo publicado por Infobae, de Raúl Aragón & Asociados, asegura que el bonaerense tiene una intención de voto de 11,92 por ciento en la interna del FPV, seguido por Randazzo, que acumula el 5,96 por ciento. “Nosotros vemos buena reacción de la gente en la calle. Habrá que ver qué pasa en las urnas, pero estamos muy conformes con lo que viene pasando”, apunta un dirigente randazzista.
Aunque cierto sector del kirchnerismo haya empezado a mirar con simpatía los números del ministro, no termina de convencer al núcleo duro K, aún cuando pudiera llegar a convertirse en una carta ganadora frente a Scioli. Por citar algunos ejemplos, las organizaciones nucleadas en Convocatoria Popular, no lo invitaron al acto que harán el 12 en el Luna Park bajo la consigna “Argentina: Patria Buitres”, Luis D´Elía lo criticó públicamente por no respaldar Boudou, Hebe de Bonafini dijo que “no le gusta tanto”, Carlos Kunkel le dedicó alguna vez palabras poco amistosas y lo vinculó con el grupo Clarín, y el sector de centroizquierda lo mira de reojo, por considerarlo “demasiado ligado al peronismo tradicional”. El camporismo está, sorpresivamente, coquetando más con Scioli que con el ministro, de quien considera que se mueve con demasiada autonomía. El randazzismo lo sabe, pero se apoya en los números. “Es cierto que muchos no lo consideran a Florencio como propio, pero él siempre fue parte de este proyecto, con Néstor y Cristina, eso no se lo pueden discutir. Todavía queda tiempo, el kirchnerismo duro lo va a terminar apoyando. Lo que no quieren es ponerle la banda a Scioli”, dice un dirigente del círculo íntimo del ministro del Interior.
El perfil moderado que lo aleja del kirchnerismo duro y lo acerca a posibles votantes no K, es tanto el cortocircuito hacia las entrañas de la militancia patagónica como uno de los principales capitales políticos del ministro. “No es casual que los dos candidatos que más miden dentro del Frente para la Victoria sean los que no consideran como propios. Florencio pesca de los dos lados, los K y los no tanto”, remarca una fuente muy cercana a Randazzo. Los anuncios ligados a ferrocarriles, DNI, pasaporte y la Agencia de Seguridad Vial (sus caballitos de batalla de gestión) y el hecho de que, pese a las desconfianzas, el kirchnerismo reniega de que su candidato sea Scioli – aunque sea el que más mide- son los otros dos factores determinantes que le suman capital político. El ministro cuenta, además, con otra carta ganadora en el seno del poder de la Rosada: su relación muy cercana al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, estratega y cerebro determinante – junto con la Presidenta – de los movimientos electorales del kirchnerismo.
“Randazzo levantó mucho y todo lo que hace le suma. Cuando se diferencia de Boudou, cuando critica a los grafiteros, es el discurso que el votante quiere escuchar. Hay que mostrar un kirchnerista más abierto. Además, es el único que tiene buenas noticias para dar”, dice un operador político muy cercano a la Presidenta, que confirma el crecimiento del ministro en los últimos sondeos que maneja la Rosada. Desde el entorno del ex ministro de Gobierno de Felipe Solá se jactan de que las buenas noticias tienen una sola razón: la famosa “gestión”. “Nosotros tenemos cosas reales para mostrar, acá hay mucho trabajo, le cambiamos la vida a la gente. No todos pueden decir lo mismo”, se entusiasman.
La batería de anuncios de gestión que Randazzo tiene programada para los próximos meses es la mayor apuesta del ministro para seguir avanzando en la carrera. En el Ministerio del Interior y Transporte tienen en carpeta: para septiembre, la renovación de los coches del Sarmiento que restan; antes de fin de año, la presentación de todas las unidades del Mitre ramal a Tigre. Los otros dos ramales – Mitre y José León Suárez –, estarán listos para febrero de 2015. Para el año electoral prometen que estarán en funcionamiento los nuevos trenes y vías para el recorrido Buenos Aires – Rosario y Buenos Aires – Mar del Plata, coches cero kilómetro en el Belgrano Sur y también en el Roca. Además, piensan inaugurar los 37 pasos bajo nivel que se están haciendo en el área metropolitana y, terminar con la reactivación del Belgrano cargas. Todo de la mano de las inversiones chinas. El regreso de los trenes de pasajeros al interior es el sueño mayor, aunque es poco probable que llegue a ponerse en marcha mientras Randazzo sea ministro.
“No voy a ser candidato a gobernador, no se coman esas operaciones. Voy por la Presidencia”, repite el funcionario en reuniones con intendentes, diputados y primeros mandatarios provinciales, de los que intenta conseguir apoyo para su proyecto presidencial. En el armado político del ministro trabajan, entre otros, Alejandro Dichiara, Germán Cestona, el senador Norberto García, Marcelo Feliú, y el ex vocero del ministro y diputado por Azul, Mario Caputo, en la provincia, además de su hombre de confianza, Ariel Franetovich. Al ritmo del crecimiento el randazzismo armó, también, una agrupación juvenil, La Florería, a la que ya le nació una oposición interna: La Locomotora.
En los encuentros con dirigentes, el ministro se empeña en destacar su compromiso con el proyecto K y en mostrarse como el verdadero continuador de modelo, diferenciándose de Scioli. En el entorno del ministro se ilusionan con que los números determinen su ascenso a la categoría de candidato oficial del kirchnerismo.