Mujica defendió el derecho de Uruguay a experimentar con el problema de las drogas. “Quiero rescatar el derecho a experimentar que hay en una sociedad. Si no existiera, estaríamos condenados a la parálisis y a la foto: nunca cambiaría nada. No hay otra forma de poder avanzar. La vida institucional de una sociedad es un experimento permanente. Y no hay que asustarse. No es que uno agarre a la sociedad como un conejillo de Indias y se ponga a hacer salvajadas. Es que la búsqueda de soluciones para problemas difíciles a veces nos lleva a ensayar otros caminos”, manifestó.
Ahora, resta definir cuánta marihuana consume la sociedad uruguaya para establecer el volumen que producirá el Estado. Esta, es una de las principales preocupaciones de las autoridades, que avanzan en la implementación del mercado regulado de la marihuana, un experimento sin precedentes.
El reglamento establece que el Estado venderá cinco tipos diferentes de marihuana que tendrán un máximo de 15% de THC, la sustancia que le da el poder psicoactivo. El gramo de cannabis costará el equivalente a ocho a nueve centavos de dólar, aproximadamente. La venta se realizará a través de una red de farmacias, y los compradores deberán ser mayores de 18 años y tener residencia legal en Uruguay para evitar el llamado “turismo cannábico”.
El interesado debe registrarse previamente y podrá comprar hasta 10 gramos a la semana y 40 por mes. Los compradores se identificarán en las farmacias a través de un sistema informático que los reconocerá mediante su huella dactilar. Eso les permitirá conservar su anonimato ante el comerciante, pero el Gobierno tendrá sus datos.
La ley también habilita la posibilidad del cultivo personal de cannabis de hasta seis plantas por hogar familiar y 480 gramos de cosecha anual. Otra opción será asociarse en clubes cannábicos que podrán tener entre 15 y 45 socios y 99 plantas en total.
Según la reglamentación, cada persona interesada deberá optar por un sistema para acceder a la marihuana: la compra en farmacias, el cultivo personal o la asociación en un club cannábico. No se puede participar de más de una de estas opciones en forma simultánea.
Las autoridades prevén realizar el primer llamado a privados interesados en plantar en no más de 20 días. Mientras, debe definir además cuál será el terreno estatal dónde se realizarán las plantaciones y si la seguridad estará a cargo de las Fuerzas Armadas, una posibilidad planteada por el propio Mujica.
Julio Calzada, secretario de la Junta Nacional de Drogas (JND), admitió el lunes que tiene “infinitas” preocupaciones sobre cómo se implementará una regulación inédita y que es observada con atención por el resto del mundo.
Una de sus mayores preocupaciones es que el Ircca pueda “establecer claramente el volumen de consumo para poder definir el volumen de producción”, indicó a un grupo de periodistas de medios extranjeros.
Según Calzada, en Uruguay se consumen entre 18 y 22 toneladas de marihuana por año, lo que implicaría plantar un máximo de 10 hectáreas. La idea del Gobierno es producir exclusivamente lo necesario para el consumo interno.
La implementación de la polémica ley ocurre en plena campaña electoral hacia las elecciones nacionales de octubre, en las que se debe elegir al sucesor de Mujica, principal impulsor de la norma, quien reiteró que “la principal bandera de la ley es la lucha contra el narcotráfico”.