Mucho se habla del paro que convocaron Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para mañana. Por eso, y ante la consulta si el mismo puede generar un caos de transporte, Jorge Capitanich arrojó una incógnita sobre el real impacto, en medio de diferentes posturas sobre lo que va a dejar la medida organizada desde el gremialismo ultra opositor a la Casa Rosada.
“Es imposible medir el apoyo de un paro si el resto de los trabajadores no pueden trasladarse a su lugar de trabajo”, advirtió, con un tono irónico, el funcionario kirchnerista. Pero sus dichos no son aislados, porque desde las esferas del Estado nacional emitieron un comunicado, con apoyo de varios sindicatos, en contra de lo que sucederá mañana.
Desde la cartera que encabeza el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se publicó una solicitada en diferentes matutinos del país. “Frente al paro anunciado por un conjunto de gremios se informa que las actividades industrial, comercial, bancaria, docente y de servicios públicos (con la excepción del transporte) no adhieren a esta medida de fuerza, por lo que la actividad debe ser normal”.
El texto, además, le remarca a los sectores que se acoplarán a la medida deben garantizar las guardias mínimas acordadas en los respectivos convenios de trabajo, librando la cédula correspondiente para garantizar su recepción”. En esa línea, luego de advertir que los piquetes “no tienen nada que ver con derecho a la huelga”, Capitanich fue crítico con el sector obrero del transporte: “el paro de transporte obstaculiza el derecho a la huelga”.
Ayer, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde Tecnópolis se refirió al plan de Moyano y Barrionuevo. “Todos tienen derecho a hacer huelga, y está bien. Por favor que nadie se sienta aludido”, acotó la mandataria, quien negó una situación de crisis. “Por supuesto que hay problemas, pero que no nos quieran convencer de que todo está mal y que todo es horrible”.
“El ajuste no lo tienen que pagar los trabajadores”, dijo hoy temprano Julio Piumato, uno de los dirigentes del moyanismo por radio La Red. José Ignacio de Mendiguren, actual diputado nacional massista, fue crítico y planteó que “no es apropiada la medida, porque debe ser el último recurso frente a los problemas”.
Toda una situación que se expondrá desde las primeras horas de mañana, donde se vivirá una jornada particular con buena parte del país totalmente paralizado.