Por Gabriela Pepe/@GabysPepe.
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Por Gabriela Pepe/@GabysPepe.
Natalia Oreiro saca la lengua desde una tapa. Roger Federer y Leonardo di Caprio, clavan la mirada en una foto blanco y negro. Ricardo Darín se confiesa. En la antesala de la oficina del piso siete, se apilan los ejemplares. La revista – una publicación cool, de consumo premium – es parte del grupo de medios que comanda el dirigente que espera del otro lado de la puerta.
Víctor Santa María, secretario general del gremio de los encargados de edificios (Suterh), no es un sindicalista de campera de cuero. Desde la sede del sindicato, ubicado en el barrio de Balvanera, no sólo comanda a los trabajadores de su sector. Histórico dirigente del peronismo porteño, hoy se convertirá en el flamante presidente del partido en la Ciudad de Buenos Aires, al encabezar una lista de unidad, de la que forman parte también dirigentes de La Cámpora y de Unidos y Organizados.
Además de la vida sindical y peronista, Santa María también tiene un pie puesto en la política del fútbol. Preside desde hace dos años el Club Sportivo Barracas y ahora intenta armar una agrupación en Boca Juniors para disputarle – ahí también – el territorio a Mauricio Macri.
Pero quizá la versión más curiosa del zar de los encargados sea faceta comunicacional y educativa. Desde el multimedios nucleado en el Grupo Octubre que incluye un diario porteño – Z- una radio AM y otra FM, la revista “El Planeta Urbano” y la histórica publicación “Caras y Caretas”, a los que se suma la Universidad Metropolitana (Umet), cuyo flamante y ambicioso edificio está ubicado precisamente frente a la sede del gremio, Santa María hace honor a la militancia política pero también apuesta al debate de cultural. “Yo creo que el cambio tiene que darse en ese espacio”, repite con obsesión el hombre de los edificios, ahora también cabeza del PJ de la Ciudad.
-¿Por qué decidieron ir a elecciones, considerando que hay una lista única?
-Porque le da una mayor legitimidad a la lista y a los candidatos que empiezan su gestión. Además, moviliza todo el aparato del peronismo y, a su vez, genera un ámbito de trabajo en forma conjunta entre los distintos actores que forman parte de la lista. Esto nos permitió con Mariano (Recalde) recorrer las comunas, movilizarnos, armar actos.
-¿Cuál es la ventaja de armar una lista única?
-Me parece interesante porque expresa un momento político por el cual están atravesando el país y el peronismo, que tiene que ver con que, desde hace 10 años a esta parte, las distintas agrupaciones, sindicatos, movimientos sociales, venimos realizando distintas tareas en este espacio, que tienen que ver con la construcción de este proyecto nacional y popular que encara Néstor (Kirchner) en 2003. Esta lista de unidad un poco expresa esas distintas agrupaciones, y se pudo armar con cero interferencia de ningún otro factor que no sean los actores de la Ciudad. Eso es positivo.
-¿A qué se refiere con las interferencias?
-Nadie llamó para decir quién tenía que ser el candidato ni quién tenía que ocupar determinado lugar.
-¿No hubo ningún llamado desde la Rosada?
-Por lo menos de parte nuestra, no. Eso sirve para madurar. Hemos asumido la responsabilidad de armar una lista bastante representativa del distrito. Y a futuro seguramente va a ser interesante, porque va a haber un cambio de Presidente, aunque no de proyecto político, porque seguro va a ganar un peronista del Frente para la Victoria.
-Ya han surgido algunos nombres: Daniel Scioli, Sergio Urribarri, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, Julián Domínguez…
-Hay una lista enorme. Eso es bueno.
-¿Cree que el nombre se va a definir en unas PASO?
-Creo que sí, ojalá que así sea.
-¿A usted quién representa mejor?
-No sé. Vamos a esperar. Lo veremos entre todos los que formamos el partido. O veremos cómo se resuelve cuando cada uno tenga que expresar su decisión presidencial.
-¿Scioli es una buena opción?
-Hoy en día, a nivel números y encuestas, es la mejor opción. Pero creo que va a ser determinando lo que diga Cristina, ella va a tener una fuerte decisión en nuestro espacio. Hay un voto importante al Frente para la Victoria y a lo que representa Cristina en ese espacio, que va a mucho más allá de Scioli o cualquier otro candidato. Daniel es un candidato que está muy bien posicionado y tiene muy buena imagen. Pero hay otros candidatos que también vienen creciendo, como es el caso de Randazzo, que viene avanzando y creciendo en su conocimiento público y en imagen. Lo interesante es que, cuando muchos dicen que el kirchnerismo está muerto, los kirchneristas respondemos con siete candidatos para suceder a Cristina.
-¿Esos candidatos son kirchneristas o peronistas?
-Son candidatos peronistas que se identifican con el kirchnerismo. Después habría que preguntarle a cada uno. Ellos dicen que son kirchneristas. Igual, repito lo que decía Néstor “decirnos que somos kirchneristas es para minimizar al peronismo, meternos en una expresión más chica”.
-Pero el peronismo también tuvo una idea de integrar a sectores no peronistas.
-Sí. Otra cosa que decía Néstor es que con el peronismo solo no alcanza. Para ganar la Ciudad de Buenos Aires hay que ser mucho más amplio.
-¿Por qué tiene estas dificultades el peronismo en la Ciudad?
-La sociedad porteña ha votado muchas veces a candidatos peronistas. Cristina ganó la Ciudad, (José Octavio) Bordón más (Carlos) Menem sacaron el 70 y pico. Néstor, Menem y (Adolfo) Rodríguez Saá, sumaron el 60 por ciento. Yo creo que en las próximas elecciones ejecutivas hay que tener en cuenta que hay un ciclo cumplido en la ciudad, que es el de Macri.
-¿Cree que eso se va a ver reflejado en las urnas?
-Sí, porque, por un lado, Macri no puede ser reelecto y se va a desatar una interna muy dura entre los que lo quieran suceder. Por el otro, porque seguramente va a meterse en su proyecto nacional y los porteños no van a estar muy conformes cuando use sus recursos para una campaña nacional.
-¿Se imagina quién puede ser el candidato del Frente para la Victoria?
-Es pronto y creo que desde el PJ debemos tener la férrea convicción de canalizar la voluntad de muchos que quieran ser candidatos.
-¿A usted le interesaría ser candidato?
-¿Yo? A presidente del partido soy candidato.
-No, a jefe de Gobierno.
-No, bueno, digo…
-¿Tal vez en un futuro?
-Nunca se sabe. Creo que hay que analizar a todos los que quieran participar. Tenemos oportunidad de mostrar un buen candidato.
-¿Cómo fue el armado de lista con La Cámpora?
-Encontramos en La Cámpora una predisposición a armar las listas con la mayor generosidad posible. Lo que más rescato de ellos este tiempo es que realmente se han metido en la vida institucional del partido. En la última comuna hay un compañero, un joven, un gremialista, alguien de esa agrupación.
-Eso ha provocado mucho recelo en los históricos del peronismo.
-En la Ciudad, menos de lo que yo pensaba.
Paritarias y CGT
-¿Es difícil que el electorado lo identifique como el hombre que aumenta las expensas?
-Sí, totalmente. Por eso no soy candidato… Es una satisfacción para los encargados, que es lo que más me tiene que interesar. Al resto de los que viven en la Ciudad no les debe causar mucha gracia, pero ese es el cambio cultural al que tenemos que apuntar. No es lógico que alguien se ponga mal porque a un trabajador le suben el sueldo. No se entiende cómo en la Ciudad de Buenos Aires, el 80 por ciento del servicio doméstico está en negro. Tiene que ver con nuestra idiosincrasia como porteños. En Barrio Norte y putean porque el camionero gana 15 mil pesos. Y pasa lo mismo con el encargado. Les gustaría tener un encargado las 24 horas, y que gane lo menos posible.
-Cuánto van a pedir en las paritarias de este año?
-Todavía no sabemos.
-El año pasado fue 33 por ciento.
-Sí, en 18 meses. Las paritarias terminan en julio. Estamos trabajando.
-Un número, más o menos, ya debe tener…
-Ninguno.
-¿En qué se basan?
-En la discusión que podamos dar para que el salario no se deprecie, porque es lo que pone en marcha al país.
-Los camioneros van al paro nacional y piden 32 ¿Eso es mucho o poco?
-Depende de cada actividad.
-¿Qué opina del paro del jueves?
-Me parece un error hacer un paro en este momento del país, creo que tiene que ver mucho más con posicionamientos políticos que gremiales. Si no, no se entiende cómo es que (Luis) Barrionuevo inaugura un hotel en Mar del Plata con un casino y después llama a un paro porque dice que hay crisis en el país. ¿Cuál de las dos es la verdad? Me parece que no tiene sentido. Y hacer un paro a un Gobierno en el que se respetan las paritarias y sigue habiendo trabajo, me parece fuera de lugar. No digo que no tenga que haber reclamos, pero hemos encontrado que los reclamos se pueden resolver en las paritarias.
-¿La central obrera tiene que estar unificada?
-Sí, totalmente. Pero ahí influyen mucho los dirigentes. La no unificación de la CGT es por los nombres y apellidos que por lo que cada uno quiere. Si le preguntas a (Hugo) Moyano, o a (Antonio) Caló, los dos quieren la unificación. Ahora, yo creo que eso va a llegar cuando muchos nombres y apellidos se corran.
-El PJ nacional está en un proceso parecido al de la Ciudad, de normalización. ¿La idea es que estén todos los candidatos posibles dentro del partido?
-El PJ está todo adentro del partido. La idea es que todos los sectores interesados en participar estén adentro. Capaz no va a estar Scioli, sino Alberto Pérez. Ni (José Manuel) De la Sota, pero sí alguien que lo represente. Me parece que ellos tienen que preservarse de la conducción. Esta es mi idea.
-¿Sergio Massa no es PJ?
-El formó un partido aparte.
-¿No es peronista?
-Y habría que consultar su ficha de afiliación a la Ucedé, qué dice. Yo creo que Massa es de derecha.
-Bueno, el vicepresidente también era de la Ucedé.
-Eso no tiene una carga negativa, hay gente de muchos partidos dentro del FPV.
-Hasta hace poco tiempo Massa era parte del FPV.
-Seguía siendo de derecha.
-¿El PJ preferiría que Massa esté adentro del partido y dé la discusión adentro?
-Nosotros somos un partido democrático. Cualquiera que sea afiliado y tenga derecho a participar, puede hacerlo.
-¿Massa también?
Si está afiliado al partido y cumple con todos los requisitos, no hay problema. Cuantos más afiliados tenemos, mejor. Más fuerte somos.