El mar en calma y mejores condiciones meteorológicas permiten acelerar la búsqueda, pero la visibilidad en el agua es muy poca.
El mar en calma y mejores condiciones meteorológicas permiten acelerar la búsqueda, pero la visibilidad en el agua es muy poca.
Según el balance dado a conocer, 104 personas murieron y 198 están aún desaparecidas.
El buque trasladaba en total a 476 personas, en su mayoría jóvenes estudiantes de secundaria, cuando se hundió el miércoles de la semana pasada. La nave se dirigía hacia la isla turística de Jeju (sur).
Los parientes de los desaparecidos, padres de los adolescentes en su mayoría, se reunieron en el puerto de Jindo, la isla vecina al lugar de la catástrofe, y allí esperan la llegada de los barcos de rescate que, a intervalos cada vez más frecuentes, desembarcan los cadáveres recuperados.
Los primeros días, los allegados de los desaparecidos, se manifestaron frustrados por la lentitud de las tareas de búsqueda y rescate, puesto que los submarinistas no podían introducirse en el barco hundido a causa de las violentas corrientes.
El capitán del “Sewol” y la mayoría de la tripulación integran el grupo de 174 personas que pudieron ser rescatadas tras el naufragio.
Los servicios de auxilio esperan un balance final de alrededor de 300 muertos, puesto que no existen casi esperanzas de encontrar pasajeros aún vivos que pudieran haberse refugiado en eventuales bolsas de aire que quedasen en el ferry, por completo sumergido en el mar.
De esta manera, la tragedia del “Sewol” se convierte en uno de los accidentes con mayores muertes en la historia de Corea del Sur. Unas 300 personas murieron en el naufragio de otro ferry en las costas occidentales del país en 1993, y el derrumbamiento del techo de unas grandes tiendas en Seúl, en 1995, provocó la muerte de más de 500 personas.