“No puede ser que diez personas te corten una calle por más razones atendibles que tengan”. Las palabras de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, demuestran cómo el oficialismo cambió el discurso en el tratamiento de las protestas sociales en el país, algo que genera el rechazo de las agrupaciones de izquierda y un notable quiebre entre las organizaciones del Frente para la Victoria.
“Yo hubiese convocado a todos los movimientos sociales del espacio para ver qué pensábamos del tema. Si teníamos para hacer algún aporte”. Así explicó su postura Luis D´Elía, quien dejó expuesta la molestia por cómo se avanzó en una medida que genera malestar en varios sectores opuestos a las políticas que se delinean desde Balcarce 50.
El ejemplo más explícito es el del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Como publicara Letra P, diputados del espacio fueron al hueso y no dudaron en repudiar el giro oficial en el tratamiento de las protestas. “Pareciera haber un concurso entre el kirchnerismo y la oposición de derecha de Sergio Massa, que anunció un proyecto similar, para ver quién es más reaccionario”.
Indirectamente, D´Elía compartió, con un estilo moderado, las formas en que los dirigentes trotskistas se expresaron. “Este proyecto, de movida, suena feo y contradictorio. Creo que merecía un debate, preguntarnos qué pensábamos del tema”, insistió en declaraciones a Radio América. “La división entre lo legítimo y lo ilegítimo es arbitraria. Jamás ningún gobierno autorizaría una protesta. Hay muchas cosas que parecen contradictorias”, reafirmó el referente piquetero de los años ´90.
Con una notable postura opuesta, el diputado nacional Edgardo Depetri también habló del plan oficial y dejó en claro que es inteligente organizar la protesta social. “El Diputado (Juan Manuel) Pedrini ha trabajado muy bien y tomamos nota de ello”.
Pero los dichos, además de ser rechazados desde el llano por los legisladores de Izquierda, fueron desestimados por un ex aliado del FpV. Julio Piumato, quien en la semana aplastó a La Cámpora en la elección de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), no dudó en criticar la iniciativa como opositor y dirigente sindical ultra opositor a la Rosada.
Por Twitter, fue más que claro: “El proyecto anti piquete del Gobierno copiado de decreto de Pinochet! El Ajuste cierra con represion!”. Así utilizó los 140 caracteres el aliado de Hugo Moyano en la CGT Azopardo.
Antes de eso, Carlos Kunkel, utilizó una particular definición ante el rechazo unánime de la oposición en Rock and Pop. “Se va a garantizar que, si cortan o exteriorizan su protesta, pongan sus carteles y tengan las cámaras de televisión para difundir su reclamo”. Igualmente, no dejó de lado su tradicional ironía para criticar a los protagonistas de los piquetes.
“(Esto se impulsa para que) los 30 ó 40 de un sindicato que cortaron el puente Pueyrredón no sigan tirando discapacitados desde un puente”, advirtió.
Críticas del CELS
“El proyecto intenta ampliar los márgenes del control estatal sobre el derecho a la protesta mientras persisten casos de represión violenta de manifestaciones”. De esa forma se expresó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que encabeza Horacio Verbitsky.
Según expuso a través de un comunicado la prestigiosa entidad, todo será “un retroceso respecto de estándares sobre protesta social que se fueron construyendo durante todos estos años”.