Por Ariel Boffelli
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Por Ariel Boffelli
–Fue asesor en el Banco Provincia y Subsecretario de Coordinación gubernamental de la Jefatura de Gabinete ¿en qué lo ayudó eso a encarar su nueva función?
–Nosotros tenemos la obligación de estar actualizados técnicamente. El tecnócrata pretende reemplazar a la democracia por la decisión de un conocimiento experto, pero el técnico tiene la prioridad de combinar su vocación con la responsabilidad de formarse para ejercer el cargo, aunque ese no es mi caso porque no tengo una buena formación en Asuntos Agrarios, por eso me estoy valiendo, y utilizando al máximo, de todo el potencial humano y profesional de este Ministerio, que es muy reconocido en todo el país.
Hemos tenido la suerte de haber podido elegir una carrera como Ciencias Políticas, que pude compartir con el Jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Tuvimos diferentes experiencias y un fuerte compromiso con el Peronismo en la provincia de Buenos Aires.
–¿Qué significó para usted comenzar a dialogar con la Sociedad Rural Argentina o la Federación Agraria?
–Ustedes saben que esa relación se inició en el año 1992, hace 22 años. En la provincia de Buenos Aires la relación con las entidades del AGRO está institucionalizada. La experiencia que tengo es modesta porque comencé el diálogo con el ex ministro Gustavo Arrieta (actual intendente de Cañuelas), que tenía una madura relación. Allí aprendí varias cosas cuando lo acompañaba en las reuniones.
–Pero ¿es fácil o difícil relacionarse con la Mesa de Enlace bonaerense?
–Nosotros tenemos una relación institucionalizada con la Mesa de Enlace provincial. Algunas reuniones, que le han llamado más la atención a algunos, no son ni encuentros aislados ni una decisión individual, forman parte de una política. Antes de reunirme con Eduardo Buzzi, quien me invitó a dialogar, había tenido varios encuentros con muchos sectores productivos del sector.
Siempre con los productores, y los intendentes, hemos caminado por diferentes espacios de la Provincia. Dialogar es facilísimo porque se hace para encontrar condiciones que hagan más probable encontrar juntos alternativas. Nunca fue mi intención persuadir a nadie para establecer la que creo que son las verdades. Tampoco sentí que nadie me quisiera convencer.
Me enteré de muchas cosas dialogando, y planteamos alternativas en conjunto después de hablar.
–¿De qué se enteró?
–Que debemos pensar un seguro multiriesgo para la producción en el territorio bonaerense. Realmente a eso no lo tenía como prioridad. Estaba viendo de manera permanente la alta exposición que los productores en la provincia de Buenos Aires tienen frente a una realidad geográfica muy extensa y climática variable. Asumí que eso debe ser una prioridad a tratar en ese contexto.
–Hay un estereotipo del productor rural que lo describe como alguien quejoso y crítico de las políticas públicas que no lo beneficien ¿es tan así?
–La responsabilidad de un funcionario público es valorar y respetar demandas sociales. Uno no podría, ni debería, tachar de insaciable una demanda venga de donde venga. Los que somos peronistas, que no tenemos mejores verdades que otros, pero tenemos nuestra visión del mundo, hacemos un culto de eso porque si no hubiera existido el reclamos social aún tendríamos un gobierno conservador.
En el proceso de estos 10 años, donde se mejoró la calidad de vida, sabemos que afortunadamente la sociedad siempre elije más, y esperar menos es de conservadores, y no sería bueno que el peronismo se convirtiera en una fuerza conservadora. Por eso, a los amigos del Campo les digo que sospechen cuando algún político les anda diciendo por ahí que está todo bien, pero que me disculpen: no les creo cuando dicen que está todo mal. Algunos se la pasan quejándose y no proponiendo alternativas.
–La mayoría de los que critican son dirigentes de las entidades agropecuarias de la Provincia.
–Entiendo ese rol y lo acepto pero no analizo la realidad sobre la base de las opiniones del conjunto sino que respeto y tengo una opinión propia. Es su rol, pero sólo buscan plantear siempre un estado de insatisfacción para lograr una mejora.
–Habla que trabaja con recorridas en varias regiones y escucha lo que le dicen ¿Cuál es la situación del campo bonaerense? ¿Buena, mala o regular?
–Todo tiene mucha relatividad. Uno puede tener una mirada comparativa, y desde ese punto se puede afirmar que estamos mejor que cuando la convertibilidad destruyó la producción nacional en la Industria y el Campo, sobre todo en los pequeños productores apoyándose en las finanzas y la banca extranjera.
Creo que si comparamos con esa época estamos mejor, pero si me preguntan cómo me gustaría que estemos yo diría que tendríamos que mejorar en materia de producción de trigo. También hay otras áreas que están bien.
La venta de carne, cereales y leche preocupan a la Mesa de Enlace
Una de las cuestiones que mayor incertidumbre genera en el sector agricolaganadero es la situación de los productores de carne bovina, mercado que presenta una situación particular en el territorio que maneja Daniel Scioli y el resto del país. Según el funcionario de la gestión bonaerense, es algo que puede solucionarse con mayor presencia del Estado.
–¿En qué está trabajando la Provincia para que la producción ganadera comience a remontar? Se habla que la alta rentabilidad de la soja produjo serios problemas en la cadena de producción.
–Yo le dejaría a los analistas decir cuál es el impacto de las dimensiones de la soja sobre otras dimensiones de la actividad agropecuaria, porque hay que tener una mirada regional sobre el asunto. Ciertamente, la provincia de Buenos Aires junto al Gobierno nacional, venimos llevando adelante un plan ganadero que tiende a fortalecer el rubro.
El gran desafío es que podamos tener carne de calidad a buen precio y por lo tanto hay que aumentar la oferta, la producción. La ampliación de cabezas de ganado y la de los pesos de faena, ambas cosas se pueden hacer juntas respetando los ciclos porque tenemos que llegar a un escenario de que exportemos mucho más de lo que hoy exportamos y lo podemos hacer siguiendo estrategias.
–¿Cuáles serían esas estrategias?
–Las que ayuden a mejorar la producción de carne a base de pasturas especificas o ampliando el peso de faena, incentivando el aumento en la calidad de las cabezas de ganado para llegar a un 20 por ciento en la producción para la exportación y un 80 por ciento para el consumo interno. Como en el trigo, ambos objetivos pueden coincidir.
La provincia de Buenos Aires tiene la potencialidad para producir carne a un precio razonable para el consumo interno y carnes sofisticadas para atender mercados específicos como la Unión Europea con la Cuota Hilton.
–Los productores lecheros también hablan de problemas y que no tienen sustentabilidad. ¿Existe algún sistema especial para ellos? Son 3 mil los tamberos bonaerenses que han manifestado serias dificultades.
–Lo que hicimos fue reactivar la Mesa Lechera porque estamos convencidos que la Provincia por sí sola no puede definir un cambio unilateral con respecto a lo que son las condiciones de la producción láctea. Si dialogamos como lo hacemos con la producción, ya sea pequeños y medianos empresarios o las principales industrias para ponernos un horizonte de trabajo, es probable que nosotros podamos contribuir más de lo que venimos haciendo.
Los tamberos saben que no tenemos capacidad de decisión para modificar el precio que ellos perciben al pie del tambo, pero sí que podemos trabajar en conjunto para facilitar un tratamiento de agua o un banco muy activo, el único que le presta al sector productivo cuando los demás se borran, especialmente la banca extranjera.
–Citó las facilidades del Banco Provincia para beneficiar la cadena productiva en diferentes áreas, pero la misma Federación Agraria provincial plantea que es muy difícil obtener un préstamo ¿qué se hace al respecto?
–Habría que ver eso caso a caso. Yo me guío por lo que en la práctica uno verifica como resultados comparados año a año entre lo que prestó el Banco Provincia antes, y lo que prestó ahora, y la verdad que el nivel de asistencia real en materia de crédito de la banca provincial es inédito porque es el más alto en términos proporcionales del sistema financiero nacional.
El banco presta mucho a pequeños y medianos productores. Entre enero y febrero de este año, cuando hubo cierta situación particular de la Economía y de las finanzas, la banca privada en general se retiró de la asistencia del sector agropecuario; algo muy diferente sucedió en la Provincia, que duplicó la asistencia. Toda una política contra cíclica.
–En cuanto a la situación de la producción triguera, algo que utilizan siempre como una crítica a la gestión de Scioli ¿qué hacen para que mejore?
–Eso puede seguir mejorando porque hemos trabajado mucho en el corazón triguero de la provincia –Tres Arroyos, González Chávez, Coronel Dorrego y San Cayetano–, donde observamos un incremento significativo en cantidad de hectáreas sembradas –aumentó un 100 por ciento– y en el rendimiento –aumentó casi el 20 por ciento–. La situación ha mejorado levemente pero podría ser mucho mejor. Tenemos muy claro que el gobierno bonaerense posee instrumentos para mejorar la calidad del trigo. Sabemos que hay que asistir con créditos, por eso decidimos la semana pasada poner en marcha la tarjeta Procampo Trigo, algo que le servirá a los productores, a una tasa de interés cero, para conseguir insumos.
Cuando hablamos de trigo, tenemos que sentarnos muchos en la mesa. La banca privada tiene que explicar qué va a hacer en el país: si se va a dedicar a dar préstamos para comprar espejitos de colores con tarjetas de crédito o va a tener un compromiso real con la provincia de Buenos Aires y hacer un esfuerzo para poner algo de su rentabilidad al servicio de la producción. Realmente no veo a dirigentes agropecuarios, ni periodistas especializados, reclamándole inversiones.
–¿Por qué cree que sucede eso? ¿Tienen intereses?
–No lo sé. Digo lo que veo. Por eso llamo a que todos reflexionemos para hacer un esfuerzo en conjunto. El trigo es más noble que la soja, por eso quiero más trigo para la Provincia y el país.
El problema de las rutas bonaerenses y la cadena de producción
–Otro tema importante para el sistema productivo es la situación de los caminos rurales, algo que preocupa a los productores y los intendentes ¿qué se está haciendo para mejorar la difícil situación?
–Es legítima la preocupación por tener una mejora permanente en toda la infraestructura vial para la producción agropecuaria pero tienen que saber que, en los últimos años, se duplicó la tasa de uso de nuestras vías o rutas y que aumentó de manera significativa el peso promedio que circula porque se produce más.
Igualmente, un sistema vial cuando es utilizado al máximo, como en el último tiempo, debe tener un sistema de actualización en su financiamiento para mantener esos caminos y no es justo que todos paguen lo mismo. Lo razonable es que aquellos que afortunadamente le dan una tasa de uso mayor contribuyan de manera razonable con un pequeño peaje para el futuro.
El gobernador Daniel Scioli junto al ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, desde enero hasta hoy están llamando a licitación para recomponer alrededor de 3500 kilómetros de vías provinciales. Una inversión que impactará en 70 municipios.
–¿Hay alguna prioridad?
–Le solicitamos al Gobernador, y accedió, un plan para definir acciones específicas a la hora de poner más fondos en caminos rurales. Trazamos una primera etapa en cuatro zonas con producciones disímiles para asistirlos con fondos de Nación para mejorar caminos en Roque Pérez y la zona; Benito Juárez y su región; Tornquist y Carlos Tejedor. Estamos trabajando en la recomposición de las redes e iniciando etapas sucesivas de mejoras, pero hay que sincerar como se financian los caminos de la producción rural e industrial.
–Sí hablamos de mejorar los caminos indudablemente hay que relacionar esos cambios con regulaciones impositivas, algo que genera criticas de las entidades ¿por qué cree que siempre les cuesta tanto sentarse a dialogar sobre eso?
–Si uno sólo se focaliza en discutir o cuestionar cuánto más o menos de impuesto, pierde de vista lo esencial que es la mejora y el aprovechamiento de las potencialidades productivas. Nuestra modesta filosofía es que el sistema de aporte y, el sector productivo, tienen que hacer en forma tributaria lo que hoy hay y va a permanecer, por eso los invitamos a compartir proyectos e ideas de cómo mejorar la productividad.
Nosotros no tenemos en la agenda la discusión tributaria, por eso tenemos mucho más margen y potencialidad de debatir.
–¿Qué puede decir sobre la afirmación de que la provincia y la Nación “ahogan” financieramente a los productores bonaerenses?
–Esa afirmación no tiene base empírica. Me parece razonable que todos expongan lo que piensan, pero no existe sustento.
–Habló de muchas cosas de gestión ¿Cuánto cree usted que ayuda al Gobernador en su campaña al 2015 desde Asuntos Agrarios?
–En nada. Estoy cumpliendo con mi obligación, pero el Gobernador tiene mucho futuro como hombre de Estado en la Argentina y, obviamente, no necesitó de mí para hacer lo que hizo, tampoco para cumplir las expectativas que buena parte de la provincia de Buenos Aires y el pueblo tiene en él. Es un hombre que como pocos se decidió a hacer carrera.