La web oficial de la Dirección de Telecomunicaciones señaló que Twitter estaba bloqueado por orden de la Fiscalía de Estambul, pero esa dependencia judicial desmintió haber dado la orden.
La oficina del primer ministro señaló en un comunicado emitido antes del bloqueo que tal medida se tomaría como “último recurso”, si la red social seguía sin hacer caso a “decisiones judiciales” turcas y se negara a eliminar determinados enlaces, precisó la agencia de noticias EFE.
En el último mes, varias grabaciones con supuestas conversaciones telefónicas entre Erdogan y su círculo, que en opinión de la oposición turca demuestran la corrupción en las esferas gubernamentales, fueron difundidas a través de Twitter.
Sin embargo, el presidente turco rechazó el bloqueo enviando una serie de mensajes desde su propia cuenta en esa red social. “No estoy de acuerdo con el cierre total de las plataformas sociales”, señala uno de los tweets del presidente.
“Además ya se evidenció varias veces que técnicamente ni siquiera es posible cerrar completamente plataformas como Twitter, que se emplean en todo el mundo”, añade en una clara muestra de que, en efecto, el bloqueo no afectaba su capacidad de transmitir mensajes.
“Espero que esta situación no dure”, concluyó el presidente turco, desmarcándose una vez más de su viejo aliado, el islamista Erdogan.
El viceprimer ministro, Bulent Arinc, así como otros dirigentes del partido gobernante, tampoco respetaron la decisión de cerrar la red y enviaron diversos tipos de mensajes, entre otros sus agendas del día.
Mientras la Unión de Colegios de Abogados de Turquía presentaba un recurso de amparo ante la justicia, una importante parte de los usuarios de ese país, que tiene unos 12 millones de tweeteros, evitaban el bloqueo mediante herramientas digitales que mantienen el anonimato.
Twitter ofreció además unos códigos para que los usuarios turcos puedan seguir enviando sus comentarios mediante mensajes de texto de los celulares. De hecho, la actividad registrada en el Twitter en Turquía durante la madrugada fue incluso más alta que en días normales, aseguraron algunos especialistas.