Después de las impugnaciones que recibió por parte de la oposición, Sbatella fue ratificado por el Gobierno al frente del organismo encargado de aplicar las políticas de combate al lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
Las acusaciones del reconfirmado titular de la UIF, apuntan a su “falta de idoneidad” y la ubicación de la Argentina en la lista del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) como un país con alto riesgo de operaciones de lavado de activos.
En la audiencia pública realizada a principios de febrero, para la presentación de adhesiones e impugnaciones a su continuidad como titular del organismo, Sbatella, quien asumió el cargo en enero de 2010, defendió su gestión y afirmó que “la lucha antilavado se ha convertido en una cuestión de Estado”.
Entre 2006 y 2008, Sbatella fue presidente de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), y entre 2003 y 2004 se desempeñó como titular de la Dirección General Impositiva (DGI).
En el decreto del Boletín Oficial, también se dispuso en el cargo por otro período de ley, al vicepresidente del organismo, Germán Saller.