Política

“El gobierno se presenta como víctima de la política que ellos mismos promovieron”

El economista y legislador de la ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda, Marcelo Ramal, charló con Letra P y analizó la situación que atraviesa el país en el marco de la inflación y devaluación como contexto de las negociaciones paritarias. Habló de un doble discurso del kirchnerismo y advirtió que “el único anclaje que prevé el gobierno contra la inflación es el cepo a los salarios y a las jubilaciones”. Prevé un ajuste en la luz, el gas y todos los servicios que dependan de energía y combustibles “cuya dolarización el gobierno ya ha pactado”, y por eso expresa la necesidad de “desarrollar una verdadera alternativa de transformación social frente al derrumbe inexorable del kirchnerismo”.

¿Cuál es su análisis del escenario económico actual y qué 2014 se viene? ¿Por qué se llegó a esta situación?

 

El escenario evidente es el del derrumbe de la gestión económica y política del kirchnerismo, lo que se manifiesta en la desvalorización de la moneda, la inflación creciente y la desorganización económica. Se llegó a esta situación como consecuencia de haber empeñado todos los recursos del Tesoro, del Banco Central y del Anses en rescate de los mismos intereses económicos capitalistas que condujeron a la bancarrota anterior (2001). Nos referimos a los acreedores de la deuda externa usuraria por un lado, y los beneficiarios de las privatizaciones, por el otro.

 

¿Cuál es la responsabilidad del gobierno y cuál la de otros actores en esta situación?

 

El gobierno se presenta como víctima de la política que ellos mismos promovieron. Acusa a las petroleras por los aumentos de las naftas, cuando Kicillof firmó la dolarización de los hidrocarburos con Chevron. Al mismo tiempo, denuncia un “golpe cambiario” que él mismo preparó, como se demuestra en la creación de los CEDINes, el dólar bolsa y otras variantes devaluatorias.

 

Cristina reapareció y volvió a mostrar un perfil confrontativo ¿El gobierno reconoce el problema? ¿Cómo ve la actitud y el plan del kirchnerismo frente a la cuestión económica?

 

La reaparición de Cristina es una consecuencia del agotamiento prematuro de la gestión Capitanich, después de la crisis policial, el colapso eléctrico y, finalmente, el desmadre económico. La presidenta ha salido “a la lucha”, pero con varas muy diferentes según de quién se trate. Amenazó a Shell, pero terminó generalizando el aumento de las naftas en favor de todas las petroleras. En cambio, fue inflexible con los jubilados, a quienes aplicó un incremento del 11% en medio de una carestía que sólo en el último trimestre superó el 20% en los alimentos. El único anclaje que prevé el gobierno contra la inflación es el cepo a los salarios y a las jubilaciones.

 

¿Se vienen fuertes ajustes y un tarifazo?

 

No “se vienen”, ya están en plena marcha. Pero es cierto que están por venir en la luz, el gas y todos los servicios que dependen de una energía y combustibles cuya dolarización el gobierno ya ha pactado.

 

¿Cómo evalúa el plan del gobierno para cuidar los precios?

 

Es una escenografía montada con un único destino: las negociaciones paritarias. A “Precios cuidados”, deberían corresponderles “salarios cuidados”, o sea, contenidos. Los productos afectados al plan representan una ínfima minoría de la canasta familiar y desaparecen rápidamente de las góndolas. No hay ningún plan para cuidar los precios. Sólo finge creer en los “Precios cuidados” la burocracia de los sindicatos, para justificar una política que convalide la caída del salario real.

 

En todo este marco ¿Cómo se desarrollarán las paritarias con los diversos gremios?

 

Serán un episodio decisivo de la presente crisis. Para el gobierno y los capitalistas, las paritarias deberían consolidar la enorme transferencia de riqueza social que implica la devaluación y el ajustazo contra los trabajadores, ello, a través de aumentos inferiores a la inflación. El desafío de los trabajadores y de sus organizaciones es quebrar esa tentativa. Para ello, se plantea la exigencia de un salario mínimo de 8.500 pesos y la actualización mensual de los salarios. En lo inmediato, está planteada la necesidad de un aumento de emergencia que compense la brutal carestía de los últimos meses. En un cuadro de recesión y semiparalización económica (también provocada por la política oficial) es necesario plantear la prohibición de despidos y suspensiones.

 

¿Cómo ve al país teniendo en cuenta la región y el resto del mundo?

 

Asistimos a una nueva fase de la crisis mundial iniciada en 2008, que se caracteriza por el reflujo de capitales especulativos de los llamados emergentes y por una desaceleración de la economía china, que se produce en el marco de una crisis financiera manifiesta y de una proliferación –también allí- de activos tóxicos. De conjunto, esta nueva fase mostrará la debilidad y superficialidad de la supuesta bonanza económica de los emergentes, fundada en el endeudamiento y en una suba especulativa de precios de los exportables que acentuó todas las contradicciones sociales preexistentes. En ese cuadro se desenvuelve la crisis argentina.

 

¿Qué propone la izquierda para combatir y frenar la inflación?

 

La inflación está asociada a la disolución de la moneda, y ésta a una quiebra financiera del Estado como resultado del pago serial de la deuda externa y del rescate a los privatizadores.  Revertir este cuadro implica la reversión de la actual orientación social: investigar y cesar el pago de la deuda usuraria; terminar con el parasitismo de los privatizadores del transporte o la energía, y nacionalizar estas actividades bajo la gestión de los trabajadores. En tercer lugar, abolir el secreto comercial y abrir los libros y costos de los monopolios alimentarios y comerciales al control popular.

 

Pensando en 2015 ¿Cómo ve a la oposición en este contexto?

 

La oposición de cuño capitalista no tiene un programa antagónico al de Capitanich-Kicillof. Desde hace mucho, vienen insistiendo con el ajustazo como precondición para reabrir un ciclo de endeudamiento, que es lo que el gobierno está haciendo ahora. El desafío del Frente de Izquierda y del Partido Obrero, en este cuadro, es desarrollar una verdadera alternativa de transformación social frente al derrumbe inexorable del kirchnerismo.

 

Matías Moscoso
tw @matomosco

 

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