“No vas a lograr que te lo diga. Ni mi mujer en la cama puede”. La frase que hace reír a todo el salón Héctor Cámpora del Senado bonaerense pertenece al “Rey de la Soja”, Gustavo Grobocopatel, que elude la consulta de Letra P sobre quién es el mejor candidato a Presidente.
Distendido, la cara visible de Los Grobo, no titubea y nunca abandona el hermetismo político de su discurso. Considerado uno de los empresarios más poderoso del mundo agropecuario, tampoco duda en deslizar críticas a la actual conducción nacional por las políticas hacia el sector, casi dándole sustento a las versiones que lo vinculan a Mauricio Macri.
Lo primero es el rol del Estado. Más allá de una política de Gobierno, en este caso el Frente para la Victoria (FpV), enumera una serie de medidas a largo plazo para que la brecha entre “pobres y ricos” no sea aún mayor, es por eso que habla de la “revolución industrial verde”.
Ese fue el punto de partida para direccionar críticas a Balcarce 50, sobre todo en el instante que recordó la Revolución Industrial, a la que comparó –luego de emitir un video sobre la tecnología para el agro– con la revolución tecnológica. “Causó mucho dolor en la sociedad, y lo que se viene puede ser así si no nos preparamos”, advierte.
Sin evitar demostrar preocupación en ese tema, dice que Argentina puede ser cada vez “más irrelevante” si no ajusta varias cuestiones necesarias para que se aggiornarse a la nueva era. “Es clave un estado de este tiempo, con un nuevo liderazgo”, reconoce.
Cambios de competitividad
Siempre atento a lo que sucede con el resto de los países, plantea un paralelismo con Brasil, y asegura que en el territorio nacional se puede cambiar la situación de los productores en un minuto. “Viene alguien, racionaliza cuestiones impositivas, o del comercio, que genera expectativas, y cambia todo. Yo tengo muchas expectativas, pero para eso es necesario un proceso colectivo”.
“Una amplia mayoría argentina le tiene miedo al futuro, a la globalización, a competir y a emprender. El incentivo está en protegete, aguantá, zafá. Hay que cambiar eso”, agrega.
Con elogios y criticas a la Asignación Universal por Hijo, a la que hay que “corregir”, habla del oficialismo y de lo que puede suceder con las entidades rurales cuando Cristina Fernández de Kirchner deje el cargo. “Frente a un cambio de gobierno, el hecho de que la sociedad ratifique el apoyo, es un buen momento para revisar y hacer cosas. Me da la impresión que el cambio va a ser un momento de reflexión. Y sino, la historia los demandará”.
En continuidad a la consulta de este portal, sobre la amplia gama de precandidatos, considera que es positiva. “Me parece bueno que surjan, y después que ofrezcan”, concluye Grobocopatel, antes de recordar una y otra vez a su Carlos Casares natal.