Satisfecho por el desarrollo de la votación, teóricamente prohibida por Madrid, el líder catalán Artur Mas celebró la participación de “claramente más de dos millones de personas” que supone “un paso de gigante en su legítima aspiración de decidir pacíficamente y libremente nuestro futuro”.
Ahora, buscará negociar un referéndum oficial y vinculante pero el gobierno español de Mariano Rajoy se opone. El líder nacionalista tuvo que conformarse con esta votación sin valor jurídico organizada por voluntarios, que finalmente se celebró saltándose la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional.
Votantes de todas las edades, con sus familias o amigos, formaron largas filas en los colegios electorales para responder a la pregunta: “¿Quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?”.
Con 2.043.226 votos una vez contabilizadas el 88,4% de las mesas electorales, un 80,7% (1,65 millones) apostaron por un doble “Sí”, un 10,1% por el “Sí-No” y un 4,55% por el “No”, cuyo partidarios boicotearon en su mayoría la votación.