Estas criticas hacen referencia a los números publicados por el organismo oficial, que determinó que durante el año pasado la inflación fue del 10,9%, una cifra mucho menor a las emitidas por las consultoras privadas, que se ubican en torno al 28%.
En ese sentido, Alegre reconoció que “el Gobierno nacional miente en la difusión de los índices de inflación de nuestro país”. También sostuvo que “esta situación torna imprevisible nuestra economía y hace que las expectativas de inversión y crecimiento sean cada vez menos alentadoras”.
El diputado massista también puso el foco en los condicionamientos que la inflación pone a los reclamos gremiales. “las discusiones salariales desbordan hasta a la dirigencia gremial más afín al gobierno, quienes ya no pueden contener a sus afiliados, ante el temor real de que una mala negociación los deje fuera de la realidad y los condene a quedar rezagados en sus ingresos”, indicó.
“Hacen falta cambios urgentes en la dirección de la economía, persistir en estas políticas económicas que tan magros resultados han arrojado en este último tiempo, es acercarnos peligrosamente a una crisis más profunda”, reconoció el dirigente.
Otro que también apuntó los cañones hacia el Indec fue Ricardo Delgado, uno de los miembros del equipo económico de Sergio Massa, quien lanzó que “la normalización del organismo es una prioridad central para poder bajar la inflación” y que “no es posible hacerlo si el organismo que la mide sigue intervenido, con bajísima calidad de funcionarios, distorsiones metodológicas y de carga de datos”.
El economista destacó que hay que “conformar una agencia autónoma de las decisiones políticas, con personal jerárquico altamente calificado y designado por concurso público de oposición y antecedentes. El personal injustamente desplazado por la intervención debe formar parte central de la reingeniería institucional de una nueva agencia de estadísticas”.
“El Indec debe volver a ser el organismo creíble y confiable que fue hasta enero de 2007, aquel cuyos técnicos capacitaban a otros institutos provinciales y de la región latinoamericana, con funcionarios respetados y honestos. Un país sin estadísticas, es un país que no puede desarrollar eficientes políticas públicas y que no refleja correctamente las decisiones políticas de una democracia”, puntualizó Delgado.
De esta forma, las declaraciones lanzadas por los miembros del Frente Renovador, se suman a las constantes críticas de todo el arco opositor en referencia a la credibilidad de los resultados de las mediciones del organismo oficial encargado de determinar cuánto varían los precios de los productos de la canasta básica.