“Tenemos 13 colegios [tomados] registrados en la ciudad, más los dos de la Universidad de Buenos Aires [el Nacional y el Pellegrini]. Repito: no vemos razón para la toma. Otros años que había tomas, había un objetivo común, ahora no hay una razón”, dijo el ministro en diálogo con La Red.
Del mismo modo, Bullrich aclaró que “seguimos trabajando en la reforma, es el camino que vamos a seguir. Yo con una escuela tomada no voy a dialogar” y que los argumentos de los alumnos “ya han sido cubiertos”. También, insistió en que en el gobierno porteño “hay alguien que dialoga”.
El ministro de Educación contó que la idea de que “la única iglesia que ilumina es la que arde” es “de la Edad Media” y pidió no “repetir lemas del pasado”.
Asimismo, sostuvo que los estudiantes del Nacional que pintaron e intentaron quemar la iglesia San Ignacio de Loyola, deberían ser expulsados. “Sí, creo que sí, alguien que hace ese tipo de acciones merece la máxima sanción educativa”, sentenció.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, manifestó su rechazo al conflicto escolar. Criticó la medida, la calificó de “inentendible” y al hacer alusión a las protestas opinó que “son en contra de la educación pública”.