“No me sorprendería que después de octubre la Nación vuelva a hostigar a la Provincia”

La primer candidata a diputada nacional por el Frente Progresista Cívico y Social, Margarita Stolbizer, hizo un alto en la campaña y a poco menos de un mes y medio de las elecciones generales de octubre, analizó todo el panorama en una entrevista con Letra P. Optimista, una de las principales dirigentes de la oposición se propone como desafío encabezar el cambio, ya que “las PASO decretaron la fecha de vencimiento del kirchnerismo: 10 de diciembre de 2015”. Opinó sobre el viraje K en el discurso referido a la inseguridad y a la relación entre Cristina y Scioli. “El Gobierno busca con manotazos de ahogado tapar en días los errores de años”, asegura, y también le apunta a Massa, ya que “fue oficialista cuando convenía ser oficialista y ahora dice que es opositor cuando conviene ser opositor”. Argen, Tina, Alfonsín y De Narváez; todo en boca de la ex candidata a gobernadora de Hermes Binner, que como amante del dibujo y la pintura, hasta se anima a pintar el cuadro de “la década ganada del kirchnerismo”.

 

¿Cómo se vive hoy en día en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires?

 

Se vive con miedo por la inseguridad, con incertidumbre por una inflación que hace cada vez más difícil llegar a fin de mes, con problemas para conseguir un buen trabajo, con preocupación por una educación que se degrada, muchos en situación de exclusión e informalidad y todos con una profunda indignación por el espectáculo de funcionarios que se enriquecen. Es lamentable que vivamos así con toda la gran potencialidad que tienen la Argentina y la Provincia, con su extensión territorial, sus recursos naturales y una clase media amplia y capacitada. Nuestro desafío es aprovechar toda esta potencialidad y cambiar esta realidad.

 

Como una de las principales dirigentes de la oposición, dos preguntas en una: ¿Cómo describe la situación del oficialismo hoy en día y cómo se posiciona la oposición con respecto a eso?

 

Las PASO decretaron la fecha de vencimiento del kirchnerismo: 10 de diciembre de 2015. La discusión que ya se abrió en Argentina es qué futuro queremos tener: si más de lo mismo o un cambio real. Por eso, la elección de octubre es el primer paso para decidir qué futuro vamos a construir. Es muy importante, si queremos otro futuro, que los argentinos pasemos del voto bronca contra el Gobierno, de un “voto anti” a un voto constructivo. Para eso hay que poder distinguir que “la oposición” no es algo uniforme. Y no hay que dejarse engañar por los que se ponen trajes de opositores en campaña pero son exactamente lo mismo que los oficialistas y no pueden representar ningún cambio.

 

En los últimos tiempos se ha criticado duramente a la oposición por no poder capitalizar los cortocircuitos de la interna peronista ¿Cuál es su análisis en este sentido?

 

Eso es relativo. Nuestro frente ha vencido en distritos grandes como Capital Federal, Santa Fe y Mendoza, y en otros de gran valor simbólico como La Rioja y Santa Cruz, además de las muy buenas elecciones en muchas otras provincias. En la provincia de Buenos Aires obtuvimos más de un millón de votos; las encuestas indican que, como sucedió en 2011, ya estamos creciendo de las PASO a las generales del 11% al 16%. Todavía falta bastante y vamos a seguir creciendo. Lo importante es que la gente se dé cuenta que enfrente lo que hay es justamente la interna del PJ donde sólo les preocupa la sucesión en el poder.

 

¿Cómo califica este nuevo giro en el oficialismo tan marcado y las últimas medidas tomadas por Cristina post PASO en cuestiones del Impuesto a las Ganancias y la Seguridad, por ejemplo?

 

Ante la desesperación tras la derrota de las PASO, el Gobierno busca con manotazos de ahogado tapar en días los errores de años. La gente sabe muy bien que estos son anuncios electoralistas sin un verdadero compromiso por resolver los graves problemas en seguridad y salarios. El proceso de cambio que se ha desatado en la Argentina es irreversible. Sólo buscan con un discurso efectista obtener ventajas electorales. Y eso también es una estafa moral.

 

¿Qué le produce que prácticamente esté instalado en la sociedad que existe una connivencia muy estrecha entre la dirigencia política y la corrupción?

 

Es lógico que tantos años con tantos escándalos por negociados, se termine asociando corrupción y política. Sería raro que no fuera así. Por eso parte del cambio necesario es cultural, que pasemos del “roban pero hacen”, del “si no robás, no llegás”, al “el que las hace, las paga”. Y hay una sola manera de lograrlo: una Argentina sin impunidad y con Justicia. Por eso proponemos un estricto control sobre los funcionarios públicos, fortalecer la independencia de la Justicia y una profunda investigación sobre lo ocurrido en esta década. Pero no hay que permitir la generalización. No es la dirigencia política. Son los funcionarios de este gobierno. Hay que marcarlos e identificarlos personalmente, no dejar que se disimulen dentro de un colectivo de la política, donde no todo es lo mismo.

 

Ustedes son una de las pocas opciones no peronistas para las Elecciones ¿Cómo analiza este panorama?

 

A diferencia de las otras listas, no nos hemos asociado al kirchnerismo y por eso podemos decir con total coherencia que somos única alternativa real en Argentina. Los otros son reacomodamientos, parte del libro de pases que se abrió después de las PASO. Cambiarán de nombre, adaptarán sus discursos y gestos, pero son más de lo mismo. Esa afirmación de la identidad no peronista es cierta pero es limitada. Preferimos definirnos por lo que somos, la única opción progresista y de centroizquierda.

 

En las últimas semanas hablaron de nacionalizar la campaña ¿Cómo viene ese trabajo?

 

Cuando se está en un frente nacional ese trabajo es natural. El Gen, el socialismo, el radicalismo, la Coalición Cívica y Libres del Sur estamos unidos en torno a un programa común. Entonces, es muy fácil la tarea entre quienes tenemos ideas compartidas, entre quienes venimos trabajando juntos desde hace tiempo. Porque todos conocemos la importancia que tiene la provincia de Buenos Aires para este frente nacional; todos colaboramos en el esfuerzo común. Por eso haremos campaña junto a Binner, Cobos, Carrió, Lousteau y todos quienes trabajamos por un cambio real en Argentina. Porque sumaremos los votos de todas las provincias y así nos constituimos como el único frente por afuera del oficialismo que tiene un proyecto nacional.

 

¿De quién fue la idea de los spots de ARGEN y TINA? ¿Dieron resultado? ¿Seguirán haciendo campaña con la idea de unir al país dividido en dos?

 

Fue una demanda social muy fuerte que recibimos, de terminar con la lógica K-antiK que divide al país, a las familias y a los amigos. Más allá de la campaña, la Argentina precisa consensos fundamentales y políticas de Estado para construir otro futuro, con previsibilidad. No podemos seguir presos del cortoplacismo del kirchnerismo, donde un día dice que la seguridad es una “sensación” y otro día quieren armar a toda la población, donde reina la arbitrariedad de Cristina Kirchner. Así nadie puede planificar, ni las familias ni las empresas. No se puede descalificar a quien piensa distinto. Esa fue nuestra campaña publicitaria de la primera etapa que tuvo mucho impacto porque reflejaba algo que todos ven, pero ahora iremos variando hacia un discurso más concreto.

 

A la distancia, ¿Cómo describe usted aquel acuerdo entre Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez en 2011?

 

De la misma manera que lo percibí en el momento: un error. Ricardo lo ha reconocido y esto lo enaltece. Pocos políticos tienen la humildad para decir que se equivocaron.

 

¿Cómo evalúa el notorio viraje en la relación Nación-Scioli post cierre de listas para las PASO?

 

Mutua conveniencia pasajera. Durante los últimos dos años, la Nación hostigó de forma permanente a la Provincia, olvidando que los bonaerenses somos argentinos, que nuestras escuelas, nuestros hospitales y nuestra policía son provinciales. No me sorprendería que después de octubre volvamos a esto.

 

¿Cuánto tiene de opositor Sergio Massa y cuánto de oficialista?

 

Massa fue oficialista cuando convenía ser oficialista y ahora dice que es opositor cuando conviene ser opositor. Es obvio que no hay proyecto de país detrás de su candidatura, sólo un proyecto personal. Por eso es más de lo mismo. Miremos sus principales aliados, Duhalde y Barrionuevo. Por eso en octubre se empieza a jugar el futuro de Argentina: o vamos a tener más de lo que ya vivimos o apostamos a un cambio real.

 

Teniendo en cuenta su hobby por la pintura y el dibujo ¿Qué colores elegiría para pintar el cuadro del kirchnerismo y la “década ganada”?

 

Ni pintaría el cuadro. El kirchnerismo tuvo todos los colores a su disposición, con un contexto internacional extraordinario con precios de exportación por las nubes, tuvo muchísimo recursos con la mayor presión tributaria de la historia, y desperdició todo en un proyecto personal. Repasemos los grandes ejes estratégicos para el desarrollo del país y en todos retrocedimos: caída de la calidad educativa, colapso del sistema de transporte, crisis energética, una economía sin moneda ni inversiones, una sociedad muy desigual. Por todo esto es imprescindible recuperar un proyecto de país, con propuestas definidas y una mirada al largo plazo. Sólo así la Argentina tendrá otro futuro.

 

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