A poco tiempo de que la autopista Buenos Aires La Plata dejara de ser gestionada por capitales privados, y pasara a las del Estado provincial, Alejandro Arlía, titular de Infraestructura, anunció que Autopistas de Buenos Aires (AUBASA) comenzará a realizar tareas de mantenimiento (limpieza y corte de césped en banquinas), pero los antecedentes de su trabajo no son buenos.
La situación en la ruta 6 y 51 reflejan las tareas confeccionadas desde hace tiempo por la provincia de Buenos Aires, situación que abre un manto de sospecha en cómo será el manejo de una vía transitada en proporciones interminables, y que necesita obras de forma urgente. Además, desde ciertos sectores se compara la autopista que une dos de las ciudades más importantes del país con el resto de las vías que soportan un nivel de tránsito de gran flujo, pero se encuentran “casi abandonadas”, no son optimistas.
“Hay tramos de la ruta que son más peligrosos y riesgosos que otros; entre Alvear y Saladillo, especialmente es uno de ellos”, le dijo hace poco a Letra P el jefe comunal de General Alvear, Alejandro Cellillo, quien recordó que “en los últimos tiempos nos han costado muchas víctimas humanas” en la ruta 51. Otro de los que cuestionó la falta de mantenimiento al principio de año, fue el máximo referente político de Olavarría, José María Eseverri, quien tuvo un duro cruce vía twitter con Arlía, donde planteaba que “la Ruta 51 es un desastre”.
En similar actitud, el diputado Mauricio D´Alessandro presentó ante la Justicia de Tandil una acción de amparo contra la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, por el mal estado de la Ruta Provincial 80. “Los reclamos de los vecinos de la zona son habituales, sin embargo, los distintos arreglos que se han sucedido en el tiempo sólo han resultado parches, brindando una solución momentánea pero nunca definitiva”, explicaba el legislador.
Sobre la 6, un eje clave para el transporte de productos en el territorio bonaerense, a pesar del constante anuncio de trabajo, continúa siendo “lamentable” según plantean los usuarios que circulan por esa zona del territorio que maneja Daniel Scioli. La falta de señalización, luego de varios anuncios, forman parte de un precedente que opaca notablemente al titular de Infraestructura, quien no tendrá buenos augurios en la previa del manejo de la autopista, y los que circulan a diario, temen de que si se maneja como el resto de las vías provinciales, “va a ser mejor utilizar la Calchaquí antes que la autopista”.