Marcelo Sain: “La Juan Domingo debería llamarse La Carlos Saúl”

El diputado bonaerense por Nuevo Encuentro, Marcelo Sain, en medio de importantes cambios dentro del Frente Para la Victoria habló con Letra P sobre el armado político del kirchnerismo, de la nueva Ley de Excarcelaciones que impulsa el gobernador Daniel Scioli y de la figura de Sergio Massa en el partido gobernante.

Cuando la primera Ley de Excarcelaciones se aprobó en la Legislatura bonaerense, Marcelo Sain anticipó el problema que le traería al ejecutivo provincial, el cual debió reformular el proyecto que hoy volvió a estado parlamentario y tiene el apoyo suficiente para ser aprobado. Con la misma fuerza, el legislador que responde al actual titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, vuelve a anticipar el planteo de inconstitucionalidad que tendrá lo presentado desde las líneas sciolistas.

 

-¿Qué opina sobre la nueva Ley de Excarcelaciones de Scioli?

 

-Sigue manteniendo el carácter de inconstitucionalidad porque ellos mantienen como causales de negación de excarcelación un tema de peligro abstracto, vinculado a una desobediencia en la administración. El delito de peligro abstracto es inconstitucional, sería el delito de la portación y tenencia ilegal de arma de fuego, que es una irregularidad administrativa. Es lo mismo que alguien circule en un auto con el registro vencido sin los papeles ¿por qué tengo que suponer que alguien va a robar con ese auto? Que alguien atraviese el proceso encarcelado por ese hecho, es una locura por donde se lo mire.

 

-¿Por qué cree que se presiona tanto para que se apruebe?

 

-Que alguien tenga un arma irregular legítimamente, sin tener la portasión al día, no necesariamente supone que la persona va a delinquir. Ellos están diciendo que es así, no es un peligro tangible, es un riesgo de riesgo. Se está encarcelando a la persona que incurre en ese comportamiento durante el proceso y lo que tiene que preservarse durante el mismo es que todas las personas son inocentes hasta que exista una condena. No digo que el que porte una arma de forma ilegitima no esté cometiendo una infracción penal, sino que atraviese el proceso en libertad.

 

El que debe decidir que un imputado no atraviesa el proceso en libertad, es un Juez interviniente, que tiene que tener dos grandes razones: una sustantiva y otra procesal. La primera es que exista una constatación del delito y alguna certidumbre fuerte de que la persona imputada haya sido responsable del hecho. La otra, se llama peligros procesales.

 

A esa persona que tiene evidencia que cometió un delito, y está constatado, tiene que haber elementos a criterios del Juez que busca fugarse, o en libertad va a obstruir la investigación, para lo cual, el artículo 148 dela Ley, que exprese criterios indicativos para el juez de que serían peligros procesales. Lo que hace esta reforma es agregar un motivo más del artículo 148 pero no haciéndolo en ese artículo, sino afuera.

 

-¿Por qué sucede lo que usted plantea?

 

-La prisión preventiva es una medida cautelar que el juez tiene como recurso a los efectos de garantizar que el proceso se desarrolle sin obstáculos. Lo que se plantea ahora es que atraviese toda la causa detenido, quien incurre en un delito de riesgo (de peligro abstracto), pero que además, a criterio de la Policía, intente evitar un procedimiento policial porque aunque sea el magistrado o la nueva redacción acordada con la corte, diga que al Juez le compete esto, se está dando una indicación al mismo; se sigue manteniendo una suerte de causal de excarcelación indicativa al funcionario de un delito de desobediencia de la administración.

 

Cuando se lo escucha a Alberto De Fazio decir: “miren a ese delincuente que salió de la cárcel y mató a un policía”, ¿qué tiene que ver con lo que estamos discutiendo? Eso sigue dando una habilitación legal a la Policía bonaerense, que no es la sueca, arma causas, mete “perros” y tortura.

 

-¿Qué opina sobre el proyecto de control de armas?

 

-Es una propuesta limitada, un proyecto que hay que mejorar sensiblemente. No se puede hacer una reforma procesal penal como política de control de armas porque a la Justicia le compete dar cuenta de delitos y establecer responsabilidades, no hacer política del Poder Ejecutivo, ese es el gran problema de Scioli y toda la derecha que a través de los regímenes procesales y el endurecimiento de los códigos, creen que pueden prevenir comportamientos delictivos.

 

-¿Qué problemas le ve al plan del sciolismo?

 

-El proyecto del ejecutivo tiene algunas falencias. Se basa en el fortalecimiento del REPAR, el registro provincial de armas de fuego, que lo maneja la Policía. Lo fortalece en su competencia, pero no lo dota de capacidades institucionales para llevar adelante los temas. No habla de crear una administración civil dentro de la institución, tampoco contempla ningún tipo de complementación y coordinación con el RENAR, que es la autoridad de aplicación nacional. No se puede tener un doble sistema de registro y gestión en el sistema de armas: esa es la segunda carencia de que hablamos.

 

Otro de los temas que remarcamos es que no se contempla que la Policía Bonaerense sea uno de los objetos a ser controlado. Todos lo que tenga que ver con destrucción de excedentes, destrucción de arsenales y depósitos, no puede controlarla y destruirla la fuerza porque gran parte del mercado ilegal de armas es de la bonaerense. Además, coloca énfasis en cuestiones de control registral pero no promueve una política integral contra la circulación de armas. Nosotros no estamos de acuerdo con el delito, pero queremos que el Juez no tenga ningún tipo de indicación, no buscamos que aquellos que formen parte del crimen y que a través de conjunto de atribuciones terminen manejando todo.

 

-¿Por qué cree que el gobernador Daniel Scioli insiste tanto con que salga la Ley?

 

-Scioli es un publicista, no es un político y mucho menos un Gobernador. A través de la puesta en escena de una política operativa y fuerte contra el delito violento, está encarando una propuesta política electoral presidenciable de “mano dura”. Mauricio Macri y él compiten por mostrarle a la sociedad quién es más duro en la aplicación de la norma.

 

No le importa que la Policía cometa abusos, porque gran parte de ciertos sectores medios de la sociedad avala este tipo de prácticas. Otro de los elementos a tener en cuenta, y algo importantísimo, es que está colocando al Frente Para la Victoria dentro de esta lógica de mano dura, hecho que se los está llevando por delante a todos porque a partir del proyecto que se dio adelante a la Ley 14.434, y de éste, que seguramente será aprobado, lo que Scioli puede decir es que lo sigue todo el FPV en temas de Seguridad.

 

El gran problema del kirchnerismo, entre otras cosas, eran las políticas de mano dura y el acuerdo con la Policía en la provincia de Buenos Aires. Ahora lo está avalando. Scioli dice, en un tema tan sensible como este, que no es menor “yo tengo el acompañamiento de todo el FPV”. Así pondría las contradicciones que existen en el oficialismo y dentro de Unidos y Organizados, porque esto genera un resquemor interno. Es un error garrafal avalar este tipo de iniciativas, donde no se gana nada y vamos a medir las consecuencias de todo esto.

 

 El rol político

 

Luego de la llegada de Martín Sabbatella a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), y la ligazón a Unidos y Organizados, Nuevo Encuentro dejó atrás el rol opositor del 2009 para mostrarse como un ala más del cristinismo. Sin atenuantes en relación al pasado, el legislador habló un poco del papel que tiene el partido del ex intendente de Morón en la política provincial y sobre la influencia que tiene Sergio Massa en temas sensibles para los bonaerenses.

 

-¿Qué rol juega Nuevo Encuentro hoy en día en el kirchnerismo bonaerense?

 

-Nosotros formamos parte de “Unidos y Organizados”, no del Frente Para la Victoria. Existe un grado de adhesión muy importante de reconocimiento superior de la Presidenta, tanto en el proyecto político como el electoral. Unidos y Organizados participa muy convencido de la coalición de gobierno nacional.

 

Lo que considere Cristina Fernández de Kirchner junto con Martín Sabbatella, para el armado de las listas, se va a seguir.

 

-¿Por qué La Juan Domingo y los sciolistas tienen tanto resquemor con Nuevo Encuentro?

 

-Porque somos kirchneristas pero no sciolistas. Somos un partido de centro-izquierda, como lo es el kirchnerismo, pero no somos un partido de derecha como el sciolismo, al cual se lo puede comparar con un menemisto aggiornado a los nuevos tiempos. Para nosotros, Scioli gobernaría con los sectores de poder: es amigo de Clarín, de las corporaciones empresariales y es Gobernador de ellas.

 

No está de acuerdo con las revisiones del pasado, sería partidario de la impunidad de los terroristas de Estado. Maneja una política de Seguridad claramente de mano dura, con una Policía que avala y forma parte del crimen. No tiene el compromiso típico del peronismo, inclusive del propio duhaldismo, eso lo coloca más cerca de Macri. Para mi, “La Juan Domingo” debería llamarse “La Carlos Saúl”.

 

-¿Cómo analiza la salida de La Juan Domingo del kirchnerismo?

 

-Están blanqueando lo que son, el Partido Justicialista conservador de la década del 90. El kirchnerismo no les gusta. Scioli está dentro del Frente Para la Victoria por conveniencia, pero cada día que pasa es más antikirchnerista.

 

 -Los sciolistas siempre recuerdan que Nuevo Encuentro fue en contra de Néstor Kirchner en 2009

 

 -Es cierto, pero hoy jugamos a favor. Los que juegan en contra de Cristina Fernández son ellos. Cuando Scioli se junta con Cobos, Moyano o se sienta a dialogar con De la Sota en Córdoba y con De Narváez o Macri, demuestra lo que quiere; lo mismo pasa cuando dialoga con Magnetto. Por supuesto que fuimos en una lista diferente porque nos sentíamos diferentes: éramos, algo así, como la izquierda del kirchnerismo. Nosotros estamos adentro ahora, y ellos afuera.

 

Están jugando a la ruptura desde hace tiempo, y gran parte de ese plan es la propia Policía de la provincia de Buenos Aires, eso es lo que ha terminado de pudrir todo ahí abajo en la fuerza. Alberto Pérez, desde el 2011, como principal figura, ha venido pujando por la ruptura con Cristina Fernández de Kirchner.

 

 -¿Se va a poner muy compleja la situación del kirchnerismo?

 

 -El kirchnerismo tiene muy claro que los logros de estos últimos años no los va a regalar. Creo que sería rifar todo lo ganado si Scioli fuera el candidato.

 

 -¿Cómo ve a Sergio Massa en medio de este panorama político?

 

 -La gran diferencia entre Massa y Scioli, es que Sergio (Massa) es una persona preocupada por la gestión, y alguien mucho más capacitado, no es un publicista. Es un Intendente que le inquieta lo que le pasa a la gente, sabe de los temas a diferencia del Gobernador, que a través de los medios explota el sentido común de la población gastando fortunas. Claramente no son lo mismo. Massa es un buen funcionario público, hay que remarcar su capacidad de gestión y si mañana se llegará juntos, será una consecuencia de la política.

 

 -¿Le gusta algo del modelo de Seguridad que tiene Tigre?

 

 -Me interesa que tiene una muy buena preocupación por la Seguridad y compartimos el modelo de Policía Municipal que queremos. A él le interesa mucho la visión del traspaso integral de policías comunales y, además, es interesante como formó un equipo de gente, todos muchachos jóvenes, que son bastantes competentes en la gestión dela Seguridad pública.

 

 -Usted habló de Alberto Pérez como una de las figuras que busca romper con el kirchnerismo y hace poco tildó a Carlos Kunkel como el Jacobo Winograd de la política ¿qué opina de eso?

 

 -Alberto Pérez es el chirolita de Scioli, nada más.

 

Ariel Boffelli.

 

@ariel_boffelli

 

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