Por Germán Krüger
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Por Germán Krüger
¿Qué es 100% Diversidad?
Es una Asociación Civil, somos una organización de derechos humanos caracterizada por ser mixta y abierta. Mixta, porque está integrada por gays, lesbianas, bisexuales, trans y heterosexuales que luchamos contra la discriminación y a favor de la libre expresión de la orientación sexual. Nuestra consigna es “todos los derechos para todos y todas”, es decir que trabajamos por el pleno ejercicio de todos aquellos derechos que constitucionalmente están reconocidos y que por distintos motivos, legales o de prácticas sociales o por prejuicios, no se pueden ejercer.
Trabajamos en distintos planos y tratamos de hacer un abordaje integral, entendiendo que la lucha contra la homofobia y la discriminación hacia gays y lesbianas es la misma discriminación por género, por xenofobia, por racismo. Luchamos contra la reproducción de una cultura y un discurso racista, que es lo que tienen en común todas esas formas de discriminación: la falsa creencia de que existe un parámetro cultural, hegemónico, al cual deben responder las personas y todas las que no lo respondan son vistas como peligrosas o pueden atentar contra la convivencia en una sociedad democrática. Entendemos que la lucha contra la discriminación es integral, por eso todas las identidades estamos unidas en un trabajo que tiene que ver con el respeto y la valoración de la diversidad como componentes de una sociedad.
La Asociación está en sintonía con el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo)
Soy coordinador del Programa de Diversidad Sexual del INADI. La función de programa tiene que ver con asesorar en todas los temas de diversidad sexual al interior del INADI y promover el desarrollo de políticas públicas en los distintos organismos del Estado nacional, con el objetivo de poder transformar la igualdad jurídica que hemos conquistado en la Argentina en una igualdad efectiva y cotidiana.
¿Qué lugar ocupa la militancia, cuán importante es?
La militancia es algo que uno ya tiene en su propia personalidad. Uno tiene la capacidad de sentir una injusticia cometida hacia otra persona como si fuera a uno mismo, es el compromiso social de entender que las conductas individuales posibilitan una modificación de conductas colectivas. Creo que nosotros estamos en un momento muy interesante porque hace algunos años cuando luchamos por la igualdad jurídica en la Argentina, decíamos que era un camino irremediable que iba a llegar a la Argentina, a todo el mundo, y los hechos nos están dando la razón. La reciente aprobación de la media sanción del matrimonio igualitario en Francia y en el Reino Unido, y dentro de muy pocas semana puede suceder lo mismo en Uruguay, son hechos que de algún modo hablan de cómo naciones que se suponen están en cuestiones avanzadas en derechos humanos y civiles, hoy están sumándose a lo que pasó en Argentina.
¿Qué opinión te merece las sanciones de las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género en el país?
Además de un avance jurídico muy importante es un gran avance social para nuestro país. Ningún país puede crecer sobre la base de la humillación hacia alguno de sus miembros o de sus integrantes. Creo que lo más relevante es que con la aprobación de estas leyes ha cesado la discriminación institucional, que es la peor de las discriminaciones. Cuando es el Estado el que discrimina porque no reconoce derechos civiles básicos a un grupo de ciudadanos que integramos el país, es una situación que de algún modo legitima la violencia que luego se expresa socialmente.
En nuestro caso, 100% ha sido una organización que ha tenido protagonismo importante por la lucha por la aprobación de estas leyes. Hemos participado con una campaña de amparo reclamando el derecho a las parejas del mismo sexo a contraer el matrimonio civil. De hecho, activistas de nuestra organización como Norma Castillo y Ramona Arévalos fueron las primeras en casarse en Argentina luego de más de treinta años de convivencia. Mi matrimonio con Carlos Álvarez, producto de una sentencia judicial que la autorizó, fue parte de la pelea judicial que se dio antes de la sanción de la ley que lo que hizo fue generar antecedentes en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, en el sentido de declarar la inconstitucionalidad de aquellos artículos que impedían el matrimonio civil a las parejas del mismo sexo.
Participamos en las audiencia públicas en el Parlamento, en varias de las provincias donde después el Senado llevó el debate y, en parte, tuvo que ver con convocar a otros actores de la sociedad a que se expidan sobre la igualdad y me parece que es lo que aportó a generar este clima favorable hacia la igualdad, entendiéndola como una necesidad de una sociedad democrática.
En el caso de la ley de Identidad de Género, nosotros accionamos judicialmente en la Ciudad de Buenos Aires donde se hizo una campaña para 29 personas trans donde pudieron rectificar su identidad de género y toda su documentación pública antes de la sanción de la ley y pudimos promover acciones para reclamar eso. Hicimos festivales y, lo más significativo, fueron las fotos para las que convocamos a cientos de personas a formar una bandera humana en el Congreso con los colores de la diversidad, que fueron como postales que recorrieron el mundo reclamando la sanción de la ley. Desde ese punto de vista, tenemos una corta vida pero tenemos la satisfacción de haber aportado significativamente a los logros colectivos que hemos alcanzado en este último tiempo.
En ese corto plazo de sancionadas las leyes, ¿qué cambios socio-culturales se produjeron y qué falta?
En principio, agregaría la valoración de un instrumento jurídico firmado por Presidenta de la Nación, que fue el DNU 1006, el decreto de necesidad de urgencia que permitió la inscripción de los cientos de niños y niñas nacidos en familias comaternales antes de la sanción del matrimonio igualitario. En Argentina, cuando debatíamos la necesidad del matrimonio civil, dijimos que nuestras familias existían, que la ley no venía a inventar ninguna realidad, sino a reconocer una realidad que ya existe y a proteger y dar derechos a familias que ya existen. Ese es el caso de las familias compuestas por dos mujeres donde la ausencia del matrimonio igualitario en Argentina hacía que cientos de niños y niñas al momento de su nacimiento solamente fueran reconocidos como hijos de una sola de sus madres, por lo que era necesario poder crear un régimen administrativo que permitiera completar la partida de nacimiento con los datos de la otra mamá, para que esos niños tengan igual protección y derechos que el resto de los niños y niñas. 100% junto a la organización Lesmadres promovió un decreto de necesidad de urgencia, para crear el régimen que finalmente fue firmado por la Presidenta y hoy en el país inscribe a cientos de niños que estaban en esa situación, lo que fue un avance muy esperado.
Lo que falta, lo pendiente, es transformar la igualdad jurídica en una igualdad real y efectiva. Es decir, desarrollar todos aquellos proyectos que promuevan un cambio cultural, laboral, educativo y social tendiente a promover el respeto y la valoración social de la diversidad sexual sin establecer una relación jerárquica entre las identidades sexuales. Ser lesbiana, gay, bisexual, trans, heterosexual no está ni bien ni mal, son simplemente identidades sexuales que todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho a expresar y desarrollar en libertad y ninguna es mejor o peor que la otra, por eso la gran cuestión en este momento es generar condiciones para que esas identidades se puedan expresar en todos los ámbitos: en el trabajo, en la escuela, en la diversidad, en el espacio político para el ejercicio de todos los derechos.
¿En el plano social/cultural hay un mayor respeto hacia la diversidad sexual?
Creo que ha habido un cambio cultural importante pero es necesario seguir profundizándolo. El cambio fue previo a la sanción de las leyes, sino no hubieran podido ser aprobadas. Hoy con la igualdad jurídica, a lo mejor la discriminación se expresa de manera más sutil y ahí es donde hay que tener agudeza para poder hablarlo, sobre todo en la población trans. En la provincia de Buenos Aires existen otras figuras en los códigos contravencionales de la Policía utilizadas para perseguir a personas trans en situación de prostitución, donde necesitan por lo menos demorarlas doce horas para dar a conocer su identidad. Con el nuevo DNI el Estado posee todos los datos biométricos y que para conocer su identidad la Policía tenga que detener por doce horas no tiene ninguna explicación. Lamentablemente aún en el marco de un Estado Nacional que reconoce las identidades trans, pareciera que en la Provincia seguimos como en un régimen pre-democrático donde el Estado tiene la prerrogativa de detener a determinada grupo de población. Creo que una reforma pendiente en Buenos Aires es modificar esos instrumentos jurídicos.
Otro desafío importante es poder incluir con mayor fuerza es el respeto a la diversidad sexuales en los ámbitos educativos. Desde 100% estamos desarrollando un proyecto que se llama “Hacé una escuela libre de discriminación”, que se desarrolla en conjunto con la gente de CTERA y su sindicato de base que es Suteba en la provincia de Buenos Aires. Básicamente, lo que hace es trabajar con los docentes y la comunidad educativa en la valoración de la diversidad sexual como algo que enriquece el proceso educativo. En la Ciudad de Buenos Aires tenemos una ley, la 2687, que establece el 17 de mayo como el Día Internacional de lucha contra la Homofobia y la Transfobia e incluye su conmemoración en el calendario escolar. Lamentablemente en la Ciudad no se cumple, cuando se esfuerza para posicionarla como una ciudad gay-friendly para promover la industria turística, el ministro de Educación de la Ciudad y el jefe de Gobierno se niegan a cumplir la conmemoración de esta fecha que sería de mucha ayuda. La ley lo que busca es que en todas las escuelas se pueda educar en el respecto a la diversidad y pretende que los ámbitos educativos sean seguros para todos los estudiantes y docentes. Se trata de modificar algunas prácticas incorporadas en el imaginario social y en las prácticas educativas que presuponen la sexualidad del alumnado o de los trabajadores de la educación. Lo que ha venido sucediendo es que el sistema educativo ha sido expulsivo de la diversidad sexual en general. Es desarrollarse en un ámbito educativo donde permanentemente, aunque no recibas el insulto de manera directa, lo recibas de manera indirecta cotidianamente. Es un contexto donde el niño o el adolescente identifica que no puede estar con libertad su verdadera orientación sexual porque puede tener un costo.
¿Cómo arranca este 2013, cuáles son los proyectos para este año?
Hay muchos proyectos, pero el principal es trabajar el respeto de la diversidad sexual en los ámbitos laborales. En general, hay una creencia que ubica a la sexualidad en la vida privada de las personas, entonces desde esa creencia algunas personas dicen “en realidad, lo que hagan entre cuatro paredes a mí no me importa”, desde donde se reprueba las expresiones de afectividad en lugares públicos. Esto genera ámbitos laborales no seguros o donde no se puede expresar o ser tal cual es. El objetivo es trabajar con los sindicatos para poder avanzar al interior de cada uno de ellos con este tema para que en todos los ámbitos las personas sean visibles, legales y valoradas y que se termine con el doble estándar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, un docente gay tiene que demostrar que aún siendo gay puede ser un buen trabajador de la educación, lo cual está fundado en el prejuicio de la hipersexualización de las identidades diversas. Tiene que ver con genera ámbitos laborales seguros para todos los trabajadores y garantizar el ejercicio de todos los derechos.
Para más info sobre 100% Diversidad y Derechos: http://100porciento.wordpress.com/