La izquierda en la Legislatura: “no les va a gustar nuestra presencia, nos van a tener que aguantar”

Christian Castillo -flamante diputado provincial del Frente de Izquierda y de los Trabajadores electo por la Tercera sección- recibió a Letra P y comentó sus sensaciones, una semana después de las elecciones y a 1 mes de la jura en la Cámara baja. Consciente del escenario complicado que le espera, se toma esta nueva etapa con tranquilidad, la enmarca en un logro a nivel nacional y repite una y otra vez que para él, ser diputado es simplemente una variante de la lucha que viene encarnando desde hace mucho. Anticipa que desde su banca va a preguntar al micrófono por qué un diputado, gobernador o juez gana 10 veces más que un trabajador, y asegura que pondrá en todo momento su puesto “al servicio de la clase obrera”. Pide que en las calles la gente acompañe con movilizaciones las demandas al gobierno y explica cómo los legisladores de izquierda rotarán su banca como muestra de que “no es que llegamos para atornillarnos en los sillones, sino que son nuestros puestos de lucha”. “Por lo que conocemos, vamos a estar peleándonos contra todos”, pronostica con una especie de mezcla entre resignación y mucha confianza.

 

¿Cuál es el balance que hacen hoy a una semana de las elecciones? ¿Fue una sorpresa para ustedes el resultado de la izquierda?

 

Nosotros después del resultado de las primarias estábamos con expectativas de subir la elección. Creo que teníamos muchas señales de eso: elecciones en comisiones internas, lo que nos daban los sondeos en Mendoza, en Salta, la elección en los centros de estudiantes de la UBA y demás, nos mostraban una tendencia del crecimiento del Frente de Izquierda en todo el país y verdaderamente nos pusimos muy contentos, con un diputado nacional en Salta con un 20 % de los votos y segunda fuerza, en Mendoza con Nicolás del Caño que duplicó los votos de las Primarias en una elección impresionante, quebrando todos los tipos de maniobra que trató de hacer el Frente para la Victoria para que no llegue, intentando robar boletas todo el tiempo y hasta ofreciéndoles a nuestros fiscales mil pesos para que se vayan –nosotros hicimos una gran tarea de fiscalización-. En provincia de Buenos Aires, la elección de Néstor Pitrola y con Myriam Bregman muy cerquita, y ahora la pelea por la cuarta banca en Córdoba. En conjunto, 1 millón 200 mil votos. También porcentajes muy altos en Neuquén y en otros lugares del país donde no llegamos a elegir diputados pero verdaderamente nos hemos consolidado como una alternativa claramente antiimperialista, anticapitalista y socialista para los trabajadores y la juventud. Dentro de eso, entra el resultado que tuvimos acá en la Provincia, en la Tercera sección electoral, en donde llegamos casi al 6 % ganándole a De Narváez como lo hicimos en todo el Conurbano y quebrando los pisos proscriptivos en las provincias. Nos faltó conseguir concejales, cosa que no pudimos lograr por el piso del 8,33 %. Lo hubiéramos logrado en unos 20 Concejos si hubiese funcionado simplemente el sistema D´Hondt. Creo que ha sido un desempeño muy importante de la Izquierda. En la provincia de Buenos Aires se concentró parte de la disputa central; fue la elección clave en donde tanto Insaurralde como Massa pusieron todos los recursos. Quisieron hacer una elección totalmente polarizada y nosotros pudimos terciar: en algunos distritos conseguimos un apoyo muy importante, por ejemplo en Ensenada sacamos más del 7%, en La Plata por muy poquito no llegamos a que Luana Simioni entre al Concejo, en Bahía Blanca, en Tres de Febrero, y más.

 

¿Cuál es el desafío inmediato ahora?

 

Somos una izquierda militante que está constantemente presente en las luchas de los trabajadores y la juventud; no es que solamente aparece entre elección y elección. Ahora tenemos el desafío de utilizar las bancas para apoyar y desarrollar la lucha de los trabajadores y todos los oprimidos, para pelear por conquistar la independencia política de la clase obrera, para denunciar todos los negociados que se hacen a espaldas del pueblo en el Congreso y la Legislatura, y para traducir en un crecimiento de la fuerza militante eso mismo que logramos ahora en el terreno electoral.

 

¿Cómo se explica que el buen resultado de la izquierda se haya dado a nivel nacional, en varias provincias?

 

Creo que en parte tiene que ver con que a pesar que el kirchnerismo decía que a su izquierda sólo estaba la pared, bueno, acá había una Izquierda militante que no se fue ni detrás del Gobierno ni detrás de otras variantes patronales. Eso nos permitió ir sembrando políticamente, y a esto se le suman dos elementos: uno es que gran parte de la juventud se siente frustrada, tiene los peores trabajos, estudia y después no tienen salida laboral, ve un mundo capitalista que no va a ningún lado, o mejor dicho que repite las recetas de salvar banco y monopolio y meterle la mano en el bolsillo al pueblo trabajador, y por el contrario ven a un Frente de Izquierda que sostiene posturas claramente anticapitalistas. Los jóvenes están en gran medida en el universo del 50% de la clase obrera que cobra menos de 5 mil pesos. Entonces me parece que nosotros planteamos las reivindicaciones del pueblo trabajador que nadie sostiene. Y además, lo otro que veo es que hay un desencanto en particular con el kirchnerismo. Esto lo habían expresado los trabajadores en el paro del 20 de noviembre del año pasado y esto se continuó. Hay sectores que esperaban que el kirchnerismo haga transformaciones por izquierda y se encuentran con la entrega a Chevron, la apertura del canje a los fondos buitres, con Milani al frente del ejército, con la política de criminalización de la juventud, mano dura, baja de edad de imputabilidad propuesta por su candidato, y en cambio a nosotros nos encuentran defendiendo las banderas de siempre, postulando que en verdad hay que tocarle el bolsillo al poder económico, que es el que hizo la dictadura militar, el responsable del genocidio que sigue teniendo la batuta y después de esta década no cambiaron nada de esto, sino que al revés, este discurso progresista fue la cobertura del poder real que mantuvo el peronismo conservador al frente de las intendencias y las gobernaciones. Esto es lo que se expresa como fenómeno nacional. Obviamente hay especificidades en cada provincia, en cada ciudad, pero esto es lo que pasa a nivel nacional y también tiene repercusiones internacionales: muchos medios reflejaron lo que fue esta elección de la izquierda trotskista en la Argentina, que efectivamente es inédita y muy relevante.

 

Hasta hace poco era muy difícil imaginar que la izquierda triunfe en una elección. Ahora ya adentro de la Legislatura y el Congreso ¿Qué panorama se abre y cuáles son los objetivos más ambiciosos?

 

Lo que este triunfo nos plantea es el desafío ahora –teniendo bancas- de ponerlas al servicio de acrecentar nuestra fuerza militante, porque nuestro objetivo es luchar por un gobierno de los trabajadores. Esa es nuestra ambición, y para eso tenemos que construir una fuerza política de una mayor envergadura de lo que somos actualmente. Yo creo que ahora tenemos que mostrar –a pesar de ser una pequeña minoría en estos ámbitos- una capacidad de hacer iniciativas políticas que favorezcan la movilización del pueblo trabajador alrededor de estas demandas. Por ejemplo, uno de los primeros proyectos que queremos presentar tanto a nivel provincial como nacional es la lucha contra todas formas de trabajo precario. Y queremos que esto no sea un proyecto para que lo vayan a cajonear, sino que se transforme en un puntapié para una movilización muy importante, donde vamos a querer articular con sindicatos, comisiones internas, delegados, para plantear y poner este punto en el centro de la agenda. Si vos ves el coloquio de Idea, se planteó la agenda de la gran patronal: por ahí pasaron Scioli, Massa, De Narváez, Stolbizer, Bonfatti. Nosotros queremos plantear otra agenda, la agenda de los trabajadores. Ahora, no se trata simplemente de tener un diputado en el parlamento, sino de poder acompañar esto con la movilización. Esa es parte de la tarea que queremos hacer. En Neuquén lo estamos haciendo, repudiando el acuerdo con Chevron, en donde Raúl Godoy estuvo a la cabeza de la movilización y la denuncia; esto vamos a articularlo acá. También vamos a presentar el proyecto para que todo funcionario político cobre lo mismo que un docente y queremos articularlo con los gremios docentes, en particular con los Suteba –que fueron recuperados por las conducciones combativas-. Entonces, creo que esto va a ser un método de trabajo que nos va a caracterizar y a distinguir de todo el resto de los diputados. Nosotros sabemos que no es del contubernio parlamentario con las fuerzas que defienden los intereses del sistema como vamos a lograr los cambios, sino con la movilización; y la orientación que les vamos a dar a las bancas va a estar en ese sentido, hablando con quienes nos votaron, diciéndoles que acá hay que construir una fuerza militante. Ojo, hemos dado avances en este sentido en la campaña. Yo he tenido posibilidad de reunirme con trabajadores de muchas fábricas; en algunos lugares sacamos el 20, 30, 40% de los votos, y decenas de trabajadores por establecimiento militaron la campaña del Frente de Izquierda, cosa que no tiene ninguna otra fuerza política. Esa inserción en las fábricas de este país es un capital político conquistado por la izquierda: a las patronales esto no les gusta, creo que no pueden frenarlo porque la identidad peronista es algo en declive en la clase trabajadora. En los propios espacios políticos son mucho más difuminados. ¿Massa con quién va a ir? ¿Con Scioli a una interna del Frente para la Victoria? ¿Qué es el Frente para la Victoria? ¿Quedará junto, separado? ¿En cuánto se va a dividir? El mismo Massa ¿Con Macri? No están delineadas con claridad ahora cuáles son las coaliciones políticas más allá de los agrupamientos que hoy se dan y que suman concejales, diputados, etc. Todos levantan la cabeza pero ninguno tiene hegemonía sobre el resto. Los políticos, esa casta profesional que vive alejada de los intereses del pueblo trabajador, que ganan decenas de veces más que ellos, que no usan el transporte público, ni la escuela pública, ni el hospital, que no tienen el problema del acceso a la vivienda, bueno, están diseñando sus proyectos: ellos se fueron a presentar como postulantes a gerenciadores de los negocios de los grandes empresarios y nosotros nos postulamos para lo contrario, para ser una gran fuerza política de la clase obrera, con la movilización poder imponer las demandas que señalamos e ir preparando las condiciones para lograr una transformación revolucionaria de esta sociedad.

 

Durante esta semana desfilaron por todos los medios ¿Tuvieron algo de tiempo para hablar entre ustedes íntimamente? ¿Qué se dijeron?

 

Tuvimos todos un poco de raid mediático los que fuimos electos. Sí, tuve algo de tiempo para reunirme con mis compañeros del PTS y evaluar un poco más la elección, la edición de nuestro periódico, ahora también vamos a salir con un número de la revista Ideas de izquierda, en parte dedicada al análisis de las elecciones, y bueno, empezar a proyectar algunas cuestiones de trabajo que se nos vienen en este mes antes de la jura. Con el resto de los compañeros estuvimos marchando y protestando por lo que está pasando en Córdoba con este fraude descomunal que nos hicieron. Charlamos informalmente con los compañeros de las otras fuerzas, todos estamos en común muy satisfechos, el domingo en el lugar donde nos reunimos a recibir los resultados era una fiesta de la militancia. Nosotros cuando recibimos las felicitaciones personales más bien las trasladamos a los compañeros que han bancado la campaña, los que militan cotidianamente, a todos los que nos acompañaron fiscalizando, que hicieron una tarea enorme –el FIT consiguió cualquier cantidad de fiscales y nosotros no les pagamos, son compañeros que lo hacen por convicción política-. Estamos con mucha satisfacción, militancia, con nuevos compañeros que se están incorporando a este desafío.

 

Cuando imaginás tu día a día en la Legislatura ¿Tenés miedos? ¿Hay algo que te preocupe? ¿Hablaste con algún diputado?

 

Es una responsabilidad política nueva, obviamente con el desafío de estar a la altura de las expectativas de los compañeros, de poder desempeñar esta actividad. Pero bueno, no son las tareas más expuestas a las que está un revolucionario siempre; vamos a ver cómo se da la situación política. Nosotros lo tomamos como un desafío político. Alguno te va a decir: esto es para lo que nos preparamos; y no, nosotros nos preparamos para cambiar la sociedad, tenemos un objetivo muy ambicioso, esto no es más que un aspecto que muestra una conquista de un cierto peso político pero en función de un objetivo de la autoemancipación de la clase trabajadora. Ese es el objetivo por el que luchamos. Vamos a ver… todos te pintan una Legislatura un poco macabra, esa es la pintura que todos te hacen, pero bueno, tenemos convicciones, tenemos una orientación de cómo trabajar, tenemos el ejemplo de nuestro compañero Raúl Godoy en Neuquén, así que bueno, tenemos confianza en nuestras ideas y en nuestra posibilidad de actuar. Estamos firmemente convencidos de eso. Creo que efectivamente vamos a poder poner nuestra banca al servicio de los trabajadores.

 

Qué dos años se te vienen…

 

Sí… son de una disputa muy grande entre ellos. Vamos a estar en el candelero de la pelea y creo que vamos a poder tener una muy buena tribuna política en la Legislatura para usarla y caminar toda la Provincia, estando junto a los trabajadores cuando reclaman y pelean. No sé si nos va a alcanzar para poder estar en todos los conflictos, en una Provincia en donde hay muchos reclamos. Pero por lo menos vamos a tratar de acompañar todo lo que podamos y sobre todo seguir sembrando esta idea de la necesidad de una militancia consciente contra el capitalismo para construir el gran partido revolucionario que necesita la clase trabajadora. Vamos a insistir una y otra vez en lograr eso.

 

En este último tiempo, la interna dentro del oficialismo quedó plasmada en la Legislatura como en ningún otro ámbito…

 

Sí, obviamente ya estamos interiorizándonos sobre todas estas cuestiones. Con muchas ganas de empezar a dar disputas. Sabemos que el Presupuesto lo van a tratar antes de que asumamos, así que vamos a estar peleando contra las consecuencias del Presupuesto de Scioli, si es que se lo aprueban, que por lo que hemos visto no tiene ningún peso para el aumento salarial, en una provincia en donde el retraso salarial de los trabajadores docentes, de la educación, de los ministerios y los municipios es verdaderamente pasmoso. Nuestro planteo de que el salario mínimo sea igual a la canasta familiar vamos a llevarlo a la lucha.

 

Se viene la discusión por el Presupuesto 2014 y Scioli confirmó “una contribución especial” para seguridad.

 

Nosotros no estamos de acuerdo con eso. Scioli quiere fortalecer al mismo aparato represivo que es responsable del manejo, en el caso de las cúpulas policiales, del negocio del narcotráfico, la trata y los desarmaderos. Acá no se quiere avanzar a tocar a esas mafias policiales que están detrás del delito; al revés: la visión del gobierno –que comparte con Massa- es una visión de criminalizar a los jóvenes, estas teorías de “las puertas giratorias”, todo esto que en realidad es no tocar a los reales orquestadores de esto, que son verdaderos grandes negocios capitalistas ilegales, que manejan las mafias policiales al amparo del poder político y judicial. En vez de eso bajan un discurso que es verdaderamente perverso, porque busca transformar las barriadas populares en una suerte de prisiones a cielo abierto donde se naturalice la presencia de prefectos, gendarmes, Bonaerenses, que en realidad esa naturalización va a jugar a que cuando hay lucha contra el ajuste, tener fuerzas represivas disponibles. Un presupuesto que en vez de poner en salud, educación y vivienda, pone en policía. Esa es la mentalidad que tienen.

 

¿Cómo te imaginás el 2014 en la provincia de Buenos Aires?

 

Muy convulsivo, porque ahí se juega la interna de ellos y los realineamientos dentro del peronismo, no sólo entre el Frente para la Victoria y Massa, sino dentro del Frente para la Victoria mismo. Además, porque el presupuesto es un presupuesto de ajuste y no creo que los trabajadores vayan a aceptar esto. Acá hay una demanda salarial postergada y creo que la clase trabajadora va a salir a calle para pelear por estas demandas. Esta es solo una de las demandas planteadas, porque después también está el problema de la vivienda, que es un problema muy grave que afecta a 1 millón 100 mil familias bonaerenses que no tienen acceso a una vivienda digna: 850 mil están concentradas en el conurbano y no se plantea ningún recurso para atacar esta cuestión. Nosotros vamos a tratar de articular con los propios pobladores de los asentamientos, de las villas, todos los que luchan por el derecho a la vivienda, que es un derecho constitucional negado por los gobiernos y por el Estado.

 

¿Hiciste un diagnóstico de lo que te vas a encontrar en la Cámara de diputados en cuanto a los bloques, los nombres y todo eso?

 

Sí, pero todavía muy por arriba… No paramos después de la campaña, seguimos. Más allá de que a uno le toque la provincia de Buenos Aires, estamos viendo con los compañeros el escrutinio definitivo en otras provincias, como por ejemplo Jujuy, que por mil votos pasamos el piso proscriptivo que hay allá, con una elección espectacular y los números oficiales nos dan que no llegamos; el fraude de Córdoba, y demás, así que no paramos. Ahora sí vamos a estudiar tranquilamente, vamos a meternos en la política de la Legislatura y vamos a ver los pasos a seguir para desarrollar nuestra actividad. Sabemos que vamos a estar en soledad, en lo que respecta a estos bloques políticos, pero nos vamos a sentir acompañados en los reclamos de la juventud, los trabajadores y todos los oprimidos, que son a quienes vamos a buscar representar.

 

A priori uno te imagina como en una isla, discutiendo con todos ¿Te ves cercano a algún partido o bloque?

 

No. Por lo que conocemos, vamos a estar peleándonos contra todos. Pero vuelvo a repetir, nos sentimos cercanos de los millones que demandan salarios, que quieren terminar con la precarización, que quieren cobrar de mínima igual a la canasta familiar, que quieren terminar con el impuesto al salario, que quieren que la mano por primera vez se la metan en el bolsillo a las grandes fortunas y empresarios que se la llevan en pala, los que demandan por vivienda y no los negociados inmobiliarios –bueno, Massa es un hombre de los negociados inmobiliarios en el Tigre; y lo mismo ha hecho Bruera en La Plata, o sea que en los negociados de los municipios con los emprendimientos para la especulación inmobiliaria están todos metidos-. Nosotros vamos a expresar otro interés social, a tratar de fijar nuestra propia agenda y no para que esto sea una manera de cumplir con la conciencia, sino tratar de que sean iniciativas políticas que favorezcan la movilización y que ellos tengan que explicar por qué no están de acuerdo con nuestras demandas y planteos. Queremos ponerlos ante esa situación. Queremos crear la suficiente movilización política para abrir el debate sobre por qué un diputado tiene que ganar decenas de veces más que un trabajador; o un gobernador, o un juez; o sea cuestionar a las distintas castas políticas y de funcionarios que preservan este orden capitalista a partir de que viven en los mismos barrios de los grandes empresarios, se codean con ellos, tienen su mismo interés social. Queremos plantear ese debate y que ellos argumenten esto. Veremos quién convence a quién…

 

Vas a tener que hablar bastante…

 

Vamos a tener que hablar… sí.

 

Scioli dijo que quiere hablar con los legisladores electos de la oposición y al primero que llamó fue a Pitrola ¿A vos te llamó algún diputado?

 

No. Recibimos un montón de felicitaciones de compañeros, de los estudiantes en los lugares donde doy clases –por ejemplo ayer en la UBA organizaron un festejo en la clase-. Muchas felicitaciones de compañeros, luchadores. Yo creo que hay mucha satisfacción de los trabajadores porque ven que ahora van a tener un respaldo en sus luchas en la bancada del Frente de Izquierda. Esto es así. A ellos (los diputados), más allá de que puedan hacer algún gesto de cortesía y demás, no les va a gustar la presencia del Frente de Izquierda en la Cámara, sabemos que es así, pero bueno, nos van a tener que aguantar esta vez. Y otra cosa que quiero aclarar es que las bancas del Frente de Izquierda las vamos a ocupar rotativamente: a diputado nacional va a estar 1 año y medio Pitrola (Partido Obrero), 1 año y medio Bregman (Partido de los Trabajadores Socialistas) y 1 año Giordano (Izquierda Socialista); en mi caso yo voy a estar el primer año y medio, después 1 año y medio Guillermo Kane (Partido Obrero) y el último año Mónica Schlotthauer, que es delegada del Ferrocarril Sarmiento. Y así va a ser la de Mendoza –no la de Salta porque allá están solamente los compañeros del PO-. Esto ya lo estamos haciendo en Neuquén y en Córdoba y muestra nuestra voluntad, que no es que llegamos para atornillarnos en los sillones, sino que son nuestros puestos de lucha. Esta es la característica de rotatividad entre las fuerzas de la banca del Frente. Y después, aunque no nos aprueben el proyecto ellos (el resto de la Cámara), nosotros vamos a cobrar como en nuestros lugares de trabajo y el resto de la dieta la vamos a poner al servicio del apoyo a las luchas de los trabajadores; ese es el compromiso que asumimos preelectoralmente y lo vamos a hacer.

 

¿Por quién vas a jurar?

 

Todavía no armamos la jura. Pero va a ser por la lucha de la clase trabajadora, por los que nos precedieron en estos combates, los caídos en la lucha contra la dominación del capitalismo y por la lucha por el socialismo. Creo que por ahí va a estar el juramento, lo tenemos que definir con los compañeros, pero eso es por lo que nos vamos a comprometer verdaderamente a luchar.

 

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