En la tarde, unos 70 vecinos de Romero comenzaron a bloquear la avenida 520 a la altura de 169. Pedían justicia por las muertes de Jonathan Aguirre, de 22 años, y Carlos Antonio Loayza Sevillano, de 50. Y señalaron, como lo hicieron desde el momento mismo de los ataques, a un joven del barrio como el asesino.
Ambas manos del ingreso oeste a la capital bonaerense fueron cortadas por los vecinos, quienes prendieron fuego gomas y se parapetaron sobre el asfalto para llamar la atención de la justicia. Horas después, al anochecer, decenas de efectivos policiales llegaron al lugar para desalojarlos. Los vecinos se resistieron y se desató un enfrentamiento.
“Estamos cansados de la inseguridad en el barrio. La policía jamás hace nada. Acá hubo muertos y lo único que ganamos es que la propia policía nos reprima a nosotros, los vecinos”, relató Andrea a Diagonales en el momento en que se desarrollaba la denunciada represión.
Ante la avanzada de los efectivos –a fuerza de balas de gomas y gases lacrimógenos– los vecinos que viven frente al lugar de la protesta abrieron sus casas para que los manifestantes se refugiaran. “En el patio de mi casa hay gente, y en lo de los vecinos también. Lo que está haciendo la policía es una barbaridad, nos reprimen con balas de goma y gases y cuando la gente se metió en las casas siguieron tirando”, relató a Diagonales Sandra, otra vecina que vive a metros del lugar del enfrentamiento.
Cerca de las 21 en el barrio continuaban escuchándose disparos. El número de policías pasó de una veintena a más de 50, según indicaron fuentes de la fuerza, aduciendo “la complicación de la situación ante la reacción de los vecinos”.
La Policía informó que tres uniformados sufrieron heridas ante el ataque a pedradas de los vecinos. Entre los manifestantes, en tanto, también hay heridos, aunque no hay precisiones de la cantidad y gravedad.
Fuentes: Diario Diagonales, Diario El Día