El objetivo, es dar una oportunidad para la movilización de todas las partes implicadas (gobiernos, legisladores, organizaciones de la sociedad civil, comunidades, profesionales de la cultura, etc.) para promover la cultura en toda su diversidad y sus formas: patrimonio material e inmaterial, industrias creativas, bienes y servicios.
La UNESCO pone el acento en la necesidad de luchar contra las desigualdades que existen en los intercambios de bienes culturales a escala mundial, además de enfatizar en la preservación de las culturas más vulnerables y avanzar en la necesidad de crear políticas culturales y medidas estructurales en los países en desarrollo. También, pone de relieve la importancia de tomar conciencia del valor de la diversidad cultural en el caso de las lenguas.
Asimismo, se le da relevancia a las políticas culturales nacionales que reconocen la contribución de los conocimientos tradicionales, especialmente cuando se trata de la protección del medio ambiente y de la gestión de los recursos naturales; las políticas que promueven sinergias entre la ciencia moderna y los conocimientos locales.
Bajo los términos de la resolución de las Naciones Unidas, la proclamación de este Día se basa se en la idea de que la “tolerancia y el respeto por la diversidad cultural y la promoción y protección de los derechos humanos, incluyendo el derecho al desarrollo, se refuerzan el uno al otro”.
“Reforzar el potencial de la cultura es un medio de avanzar en la prosperidad, el desarrollo sostenible y la coexistencia pacífica a nivel mundial”.