En este sentido la diputada provincial Karina Nazabal, del FpV, expresó su satisfacción por el mencionado fallo: “muchas mujeres frente al embarazo producto de una violación deciden abortar, pero por temor a una condena posterior se ven obligadas a realizarse esta intervención en lugares no aptos para la misma siendo revictimizadas. A partir de ahora van a poder interrumpir voluntariamente ese embarazo sin riesgo para sus vidas”, afirmó la legisladora.
Asimismo la legisladora de Lanús destacó que: “este fallo histórico es un paso más que damos en nuestro país para el pleno derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”, y agregó: “es indudable que este avance nos pone en una mejor situación para seguir dando el debate sobre desarrollo de nuestros derechos como mujeres”.
Por otra parte desde la Iglesia salieron a expresar su rechazo contra el fallo porque “en ningún caso puede eliminarse una vida inocente” según señalaron representantes de la institución eclesiástica. La declaración fue realizada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, para quien ni aún en “el caso lamentable y triste de una violación” amerita la realización de un aborto
Cabe destacar que el fallo sienta jurisprudencia en la justicia argentina y hecha luz sobre el artículo 86 del Código Penal, indicando que toda mujer víctima de una violación puede interrumpir voluntariamente su embarazo sin ninguna autorización judicial y sin temor a un castigo para ella ni para los médicos que lleven a cabo la intervención.