Las pertenencias de Frida, que murió en 1954, permanecieron 50 años guardadas en un cuarto de baño y varios baúles y roperos, de acuerdo al testamento de Rivera que exigió 15 años de veto en un intento de preservar la intimidad de la pareja.
En 2004 se abrieron las puertas de dos baños, baúles y roperos de la Casa Azul y se encontraron documentos, fotografías, obra plástica y una colección de textiles del guardarropa de Frida Kahlo, integrada por más de 300 piezas.
Entre ellas había rebozos, faldas, blusas, enredos, vestidos, mantos de tehuana, medias, enaguas, pantalones, camisas, listones, corsés y trajes de baño, según explicó el Museo en un comunicado.
“En la forma de vestir de Frida se puede reconocer la creatividad y el profundo sentido del colorido que tenía la artista. Su ropa, además de ser en sí una manera de esconder flaquezas físicas y emocionales, traducía su temperamento”, dijo Carlos Phillips, director general del Museo Frida Kahlo.
“Su atuendo fue fundamental en la construcción de su fuerte personalidad que la ha hecho trascender en la historia de la pintura del siglo XX”, destacó.
La revista Vogue la consideró “la biblia de la moda” y en 1937 publicó fotografías de Toni Frissell que captaron imágenes muy poderosas de la artista mexicana.
“Ha sido increíble descubrir el poder que tiene la fotografía. Esta imagen de la edición de Vogue US se convirtió en una de las razones para que el museo nos eligiera como representantes de este homenaje cultural y emotivo”, destacó Kelly Talamas, directora Editorial de Vogue México y Latinoamérica, uno de los auspiciantes de la muestra.
De hecho, la influencia de la mexicana en la cultura pop y en el diseño internacional es evidente en diseñadores como Alexander McQueen, Jean Paul Gaultier, Riccardo Tisci, Rei Kawakubo o Viktor & Rolf.
De acuerdo a los organizadores, la idea de esta exposición es explorar la identidad de Frida, expresada a través de la impactante imagen visual que construyó con su ropa, y mostrar su influencia en la escena del diseño y de la moda contemporánea a través del uso de los textiles mexicanos.
“La tesis central de la exposición propone discapacidad y etnicidad como dos nuevos componentes de interpretación que nutrieron la decisión de Kahlo para usar indumentaria étnica de distintas regiones del país”, indicaron desde el Museo.
“Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo” fue curada por Circe Henestrosa, quien se encargó de exhibiciones en el Museo Victoria and Albert de Londres y diseñada por la arquitecta y diseñadora británica Judith Clark.