El ejército israelí bombardeó posiciones del grupo islamista en la Franja de Gaza, mientras que desde el territorio dominado por los palestinos lanzaron misiles indiscriminadamente contra la población civil.
Según precisó el ejército israelí, se bombardearon “150 blancos en la franja de Gaza”. Los objetivos atacados incluyen lugares de lanzamiento de cohetes de mediano alcance y depósitos de municiones a lo largo y ancho de la Franja de Gaza. Israel también atacó posiciones de las milicias en el sur de Gaza, con el fin de “dañar la cadena de comando y control” de Hamas.
Por su parte, las milicias palestinas lanzaron 33 cohetes contra el territorio israelí que no causaron daños ni víctimas. “Se registraron unos pocas caídas de cohetes en áreas abiertas”, afirma un comunicado del Ejército, que detalla que desde el comienzo de la operación “la Fuerza Aérea ha atacado más de 450 sitios de actividad terrorista en la Franja de Gaza”.
El objetivo de la operación, según el comunicado, es “disminuir la capacidad de lanzamiento de cohetes y misiles de las organizaciones terroristas y dificultar las condiciones para la construcción de la fuerza de dichos organizaciones”. Desde que se inició la ofensiva, los sistemas de defensa interceptaron unos 130 cohetes de los más de 300 lanzados por las milicias hacia Israel.
En medio de ese contexto, el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu anunció la movilización de 16.000 reservistas en previsión de una eventual incursión terrestre. Los enfrentamientos, los más graves en la región desde diciembre de 2008, cuando Israel lanzó en Gaza su operación Plomo Fundido, ya dejaron 19 muertos, tres de ellos israelíes.
El alerta se extendió aún más en el Estado hebreo luego de que un misil impactara en la ciudad de Tel Aviv, la mayor de ese país, donde no sonaban las alarmas desde 1991.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, transmitió a varios de sus homólogos en el mundo que su país quiere “crear un efecto disuasorio” en Gaza con su ofensiva, no pactar una frágil tregua.
“Israel no estará satisfecha con un alto el fuego que se rompa una o dos semanas después”, señaló a sus interlocutores, según un comunicado de su oficina difundido hoy. El “efecto disuasorio” que Israel busca con su operación tiene como objetivo “impedir que los palestinos en Gaza empleen el terrorismo contra Israel”.