Previo a su ingreso en el hospital, ubicado en el partido de Pilar al norte de la provincia de Buenos Aires, la Presidenta recibirá a varios funcionarios y dará las últimas instrucciones de Gobierno. La agenda de actividades indispensables programada hasta hoy, se relaciona con el hecho de que la mandataria estará internada por lo menos 72 horas y después partirá a El Calafate, donde estará durante gran parte de su licencia de 20 días.
Cristina llegó ayer por la tarde a Buenos Aires, luego de pasar la víspera de Año Nuevo junto a sus familiares.
Antes de llegar a la Capital, la jefa de Estado había realizado una escala en Río Gallegos para visitar el mausoleo construido en homenaje a su marido, Néstor Kirchner, donde le dejó una ofrenda.
Mientras tanto, agrupaciones kirchneristas ya empezaban a instalarse en las cercanías del predio del hospital para iniciar una vigilia en apoyo de la primera mandataria. Esta es una de las tantas muestras de apoyo que recibió desde que se conoció la noticia, y que ya incluyeron carteles públicos de dirigentes oficialistas y misas con intendentes bonaerenses.
Por otro lado, todos los que se acerquen a partir de hoy a la zona del Hospital Universitario Austral para mostrar su apoyo, deberán permanecer fuera del predio, que está emplazado en un gran terreno de 36 mil metros cuadros, donde también está ubicado el campus de la Universidad Austral y el Instituto Argentino de la Empresa (IAE).
Por esta razón, así como por el refuerzo en las medidas de seguridad que implementaron las autoridades del hospital en los últimos días, los curiosos y militantes deberán esperar las novedades que transmitan los responsables de la prensa presidencial a través de comunicados.
Por otro lado, la Presidenta será operada por el cirujano Pedro Saco, jefe del servicio de cabeza y cuello del Instituto Oncológico Ángel H. Raffo y de Oncología en el Hospital Universitario Austral. Saco, uno de los cirujanos más reconocidos en esta especialidad, mantuvo estos días bajo perfil y apenas realizó declaraciones, aunque admitió que era “un privilegio” haber sido elegido para la tarea y se mostró “optimista” frente a los posibles resultados de la intervención.
Los cirujanos en general coinciden que este tipo de operaciones llevan unas cuatro horas, pero desde el Ejecutivo se detalló ayer que se preveía que la intervención dure al menos 2 horas. Por razones de seguridad y comodidad de la mandataria, se despejará todo un piso del establecimiento para su uso exclusivo. Además, en los días pasados, el hospital programó turnos y exámenes para que circule la menor cantidad de gente posible por la zona.
Está previsto que a Cristina se le extraiga la glándula tiroides, encargada de recibir hormonas desde el cerebro y regular el metabolismo del cuerpo. Por eso, durante la internación se le administrarán las hormonas necesarias para contrarrestar la ausencia de la glándula.
Desde un primer momento, se ha enfatizado que el tumor detectado en el caso de la Presidenta no presenta complicaciones, ya que está circunscripto a la glándula de tiroides y no compromete los ganglios linfáticos ni se ha encontrado metástasis. El cáncer de tiroides se presenta en general en las mujeres de más de 45 años y tiene buen pronóstico de recuperación, si es detectado a tiempo.
Después de la intervención, Cristina estará de licencia hasta el 24 de enero. Durante este período, deberá realizar un tratamiento posoperatorio para eliminar posibles restos del tumor que no hayan sido extirpados en la cirugía. Durante esta etapa, también tendrá que permanecer en algún momento aislada debido a que éste se realiza con yodo radiactivo. Por eso, a partir de mañana, el vicepresidente Amado Boudou asumirá el mando de manera provisional. Desde un primer momento se pidió a los ministros y gobernadores colaboración para que el Gobierno funcione.