A las 12.15 luego que el nuevo vicepresidente, Amado Boudou, hiciera su juramento, llegó el turno de la presidenta. Lo hizo ante diputados, senadores, mandatarios extranjeros, funcionarios y no dejó de recordar a su marido.
A continuación, dirigió su palabra a los presentes y a todo el pueblo argentino que la sintonizaba por cadena nacional. En su discurso admitió que no se trató de un día sencillo porque “pese a la alegría y contundencia del voto popular, falta algo y falta alguien, que hace exactamente ochos años y cinco meses, en este mismo lugar, venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una generación diezmada”, recordó.
Luego, hizo alusión a los avances en derechos humanos y aseguró estar orgullosa porque la Argentina es un “ejemplo en materia global” y pidió a la Justicia que que continúen con su trabajo para que el próximo presidente no tenga que efectuar el mismo pedido y que se pueda, finalmente, dar vuelta a esa página de la historia.
Más tarde, Cristina leyó cifras que daban cuenta del crecimiento económico del país frente a la crisis de 2001 y las medidas adoptadas durante su gestión anterior y remarcó que “mientras haya un solo pobre, no estará implementado el proyecto nacional y popular”. También hizo alusión a los obstáculos que tuvo que atravesar su gestión al sobrevivir a cinco corridas cambiarias y dijo “que se den por notificados, yo no soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de argentinos” seguida de ovaciones de los presentes.
Y por último anunció los objetivos de su próximo mandato ubicando en un lugar central mejorar la competitividad de los productos argentinos que será posible gracias a la creación de una subsecretaría que trabaje en el mercado interno y externo totalmente integrado encabezado por Moreno. A su vez, propuso mejoras en la calidad educativa y del cuerpo docente.
Para concluir, agradeció a todos sus “compañeros y compañeras” y prometió cumplir con su gestión “en honor a los 40 millones, en honor a los compañeros o que ya no están, y a nuestra propia historia, yo les prometo que no vamos a dejar las convicciones y vamos a seguir trabajando con todos, por todos, por una Argentina más justa, más equitativa y más solidaria”
Al acto asistieron los presidentes Dilma Rouseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay), Evo Morales (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile), Alvaro Colom (Guatemala) y Porfirio Lobo (Honduras) y representantes de otros países como Estados Unidos y China.