En la vorágine de la rosca del sábado pasado por el cierre de las listas, Plaini se metió en el séptimo casillero de la tira para el Senado, un lugar que lo pone expectante para ser reelecto, ya que el peronismo pone en juego ahí seis de las nueve senadurías.
El sindicalista mantuvo negociaciones con Máximo Kirchner y su armador en el conurbano, Facundo Tignanelli, y logró meterse en la lista en un contexto adverso para el sindicalismo en el reparto de lugares.
La movida es parte del proyecto político de Plaini de mudanza a Lomas de Zamora, donde nació, que incluye su desembarco en el Club Los Andes, que preside desde febrero, pero, también, el desenlace de un proyecto trunco de construcción de una pata en el peronismo de La Plata.
Plaini logró en 2019 un lugar en la boleta al Senado por la Octava, después de mudarse a la zona norte de La Plata. El traslado fue visto con recelo por actores del peronismo platense, donde el canillita buscó hacer pie.
En los últimos días, Plaini se posicionó en la interna de UP asegurando que "conceptualmente" se siente "más cerca de (Juan) Grabois que de de (Sergio) Massa".
“Conceptualmente, estoy más cerca de Grabois que de Massa, pero me manejo dentro del sistema partidocrático y acompañaremos a quien gane. Con Grabois siento cercanía de carácter político, de cuestiones ideológicas y también de nivel de comportamiento humano”, dijo.