“Mi papá y mi mamá tienen la misma jubilación, ¿cómo puede ser? Mi mamá no trabajó y mi papá, sí”, dijo el presidente Javier Milei en marzo durante una entrevista en Crónica TV. Gran parte de esa (falsa) premisa quedó plasmada en la aprobación del capítulo IX del proyecto de ley ómnibus en la Cámara de Diputados.
El proyecto plantea la derogación de la moratoria previsional e incorpora la figura de la Prestación de Retiro Proporcional para quienes tengan 65 años pero no cumplan con los 30 años de aportes para acceder a la jubilación mínima. El año pasado, ocho de cada diez personas que iniciaron su trámite jubilatorio en 2023 lo hicieron mediante un plan de moratoria.
Aunque esta medida impacta directamente en todas las personas que no tengan aportes suficientes por haber trabajado en la informalidad, empeora en el caso de las mujeres. Así lo explica la economista y exdirectora nacional de Economía, Igualdad y Género Mercedes D’Alessandro: “En nuestro país, las mujeres realizan el 75% de las tareas de cuidados. Por eso tienen tasas más bajas de actividad, formalidad, menores salarios y mayores niveles de desocupación. Trabajan el doble, pero su trabajo no cuenta y pocas veces pueden aportar. Las desigualdades en el mercado laboral producen que sólo 11% de las mujeres de entre 55 y 59 años cuenten con más de 20 años de aportes”.
“Sólo una de cada diez mujeres próximas a jubilarse está en condiciones de hacerlo”, continúa la economista. “La maternidad penaliza a las mujeres a la hora de trabajar. Cuantos más hijos tienen, menos aportes a la seguridad social acumulan. Es por eso que la mayor parte de las personas que pudieron jubilarse con las moratorias son mujeres. Las moratorias permiten pagar la deuda previsional, completar los aportes que no se pudieron hacer por todos estos motivos (y más) y jubilarse”.
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Según datos de la ANSES, seis de cada diez mujeres que están jubiladas, lo hicieron a través de la moratoria: ese 60% incluye a quienes dedicaron gran parte de su vida a tareas de cuidado no remunerado o trabajaron en el sector informal. También trabajadoras de casas particulares que en los últimos años pudieron registrar sus aportes a través del Programa Registradas, eliminado por el DNU 70/2023.
El impacto en las mujeres
El aumento en la edad jubilatoria también perjudica más a las mujeres: los cinco años de diferencia son un mecanismo reparatorio por la desigualdad en el mercado de trabajo. Sol Prieto, investigadora del Conicet y quien sucedió a D’Alessandro en la Dirección de Economía, Igualdad y Género escribió en Twitter: "Ponderando por porcentaje de participación (las mujeres participan en un 91,7% contra un 75,1% de los varones), las mujeres destinan en promedio, a lo largo de 29 años, 3,9 años más a tareas de cuidado que los varones. Por eso en muchos países existe diferencia en la edad jubilatoria".
Medida por la extinta Dirección de Economía y Género, las tareas de cuidado representan casi el 17% del PBI: ese aporte invisible –y central en la brecha de género- es el que el presidente Milei y quienes votaron a favor de este capítulo se niegan a ver.
Un comunicado de Amnistía Internacional Argentina describe así el futuro posible de las personas que pretendan cobrar algún aporte previsional: “De aprobarse la Ley de Bases, nueve de cada diez mujeres y siete de cada diez varones no podrán jubilarse a los 65 años y deberán optar por alternativas que no llegan a la jubilación mínima, suma que no alcanza siquiera a cubrir la canasta básica alimentaria”.
Ley ómnibus y “feministas de ocasión”
La abogada Natalia Volosín compiló los nombres de quienes se opusieron a los distintos artículos, además del bloque de Unión por la Patria. En el título previsional, las excepciones de la oposición fueron la abstención de Mónica Frade (Coalición Civica) y los votos en contra de Margarita Stolbizer, Mónica Fein, Esteban Paulón, Natalia de la Sota y Jorge Ávila (Hacemos Coalición Federal), y de Fernando Carbajal, Mariela Coletta, Marcela Coli, Pablo Juliano y Danya Tavela (UCR).
Figuraban como ausentes el radical Facundo Manes, Silvia Lospennato del PRO (una de las grandes armadoras de la aprobación en la cámara baja de la ley de interrupción legal del embarazo) y Carla Carrizo del radicalismo que responde a Martín Lousteau.
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Volosín describió como “escondidas” a las diputadas se ausentaron y que apoyan activamente desde hace años causas por los derechos de las mujeres. En la misma red social, Carrizo le respondió: “Ningún escondite. En mi banca. Solicitando se rectifique el acta de votación de ese capítulo con los 2 artículos de previsión. No practico ni milito feminismo de ocasión”.
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La aprobación del capítulo previsional en Diputados parece, además, ir a contramano de la mayoría de la opinión pública. Según el estudio publicado esta semana por Giacobbe Consultores, el 61% de las 2.500 personas encuestadas está en desacuerdo con aumentar la edad jubilatoria y el 65% cree que se deben mantener como están las millones de jubilaciones obtenidas a través de moratorias sin haber completado aportes previsionales.
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El tratamiento en el Senado de la ley ómnibus está previsto para el martes en un plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. La sanción del proyecto libertario será un paso más, uno muy grande, en la profundización de la desigualdad de género.