Osvaldo Giordano es un economista de larga tradición en Córdoba. Funcionario de extrema confianza de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, fue el responsable de las finanzas superavitarias del gobierno peronista cordobesista y del manejo de la Caja de Jubilaciones local.
Con Giordano, Letra P continúa la publicación de entrevistas a referencias del peronismo, destinadas a detectar puntos de contacto y diferencias en el plano de la economía en el principal grupo de la oposición y explorar sus chances de mantener la unidad.
-¿Existe una visión compartida sobre el rumbo económico deseable entre los diferentes sectores del espacio panperonista?
-El espacio es muy amplio como para que haya una visión única. Hay un mayor convencimiento sobre la necesidad de que Argentina tenga una política fiscal más prudente y racional. Percibo mayor acuerdo en que es imprescindible reducir los déficits financieros y de gestión. Estrategias con esta orientación, que el peronismo cordobés no solo las declama, sino que las practica desde hace décadas, actualmente cuentan con mucho más aval que en el pasado reciente.
-Si se asume que la política económica actual requiere alternativas, ¿cuál sería el modo de combatir la inflación y aliviar a la población?
-Los economistas concentramos la atención en los instrumentos de corto plazo. Como, por ejemplo, el déficit fiscal, la emisión monetaria, la administración del cepo, el ritmo de devaluación, la actualización de las tarifas, los acuerdos de precios y salarios. La correcta administración de estas herramientas es muy importante para bajar la inflación y reducir los costos de la transición, pero me parece exagerada la importancia que se le da. Por más inteligentes que seamos en administrar estos instrumentos son insuficientes para salir del largo ciclo de decadencia que transita la Argentina desde hace décadas.
Osvaldo Giordano y su visión sobre el ajuste de Javier Milei
-¿Todo el esfuerzo que está haciendo la sociedad hoy puede fracasar?
-Lo que define si todo el esfuerzo que estamos haciendo no será nuevamente desperdiciado es el ordenamiento integral del Estado. Por eso, me parece mucho más importante y complejo darle racionalidad al sistema tributario que definir el ritmo del crowling peg. Es más importante sustituir la coparticipación que definir la estrategia para desarmar el cepo; modernizar la legislación laboral, que tener resultado financiero positivo el mes próximo.
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Osvaldo Giordano destapó el escándalo de los seguros antes de dejan Anses.
-¿Un ajuste fiscal es inevitable? ¿Cuál es la relevancia del equilibrio fiscal, a través de qué mecanismos se lo debería conseguir y en qué plazos?
-Como planteamos en nuestro libro Una vacuna contra la decadencia, el principal desafío es ordenar integralmente el Estado. Algunas transformaciones producen impactos fiscales inmediatos, pero muchas en el mediano y largo plazo. Desde el punto de vista de la solvencia fiscal, estas últimas muchas veces son más importante que las primeras. Por eso, abordar la agenda que se propone para el Pacto de Mayo es mucho más importante que el superávit fiscal de estos meses. Esa es la manera de pasar del precario –y a la vez necesario- ajuste fiscal actual, a un equilibrio fiscal sostenible en el tiempo que otorgue entre otras cosas, racionalidad al Estado.
Una mirada crítica desde Córdoba
-¿En la experiencia del Frente de Todos fallaron las políticas económicas o la articulación política de sus referentes?
-El gobierno del Frente de Todos “perfeccionó” la mala organización y las malas prácticas de gestión naturalizadas en el Estado. Además, lo hizo a una escala extrema. El principal mérito del nuevo gobierno es cuestionar estos consensos y convencer a gran parte de la población de que hay que replantear la organización del Estado y su manera de gestionarlo. De que esto se lleve a la práctica depende que salgamos de la decadencia.