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Los intendentes peronistas se plantan para discutir en bloque el Presupuesto de Vidal

Desde Lobos, 50 jefes comunales enviaron una señal clara a los bloques PJ de la Legislatura: reclaman unidad en el debate de la ley. Y ya avisaron que pondrán reparos al nuevo pedido de endeudamiento.

Medio centenar de intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, que expresan todo el arco interno del PJ bonaerense, mandaron una señal contundente a sus compañeros y compañeras de la Legislatura y, por elevación –pero fundamentalmente- a la gobernadora María Eugenia Vidal: todas las bancadas de raíz justicialista deben dejar de lado las fisuras y formar un bloque sólido para discutir el proyecto de Presupuesto 2017, que el oficialismo comenzó a defender este martes con la presencia del ministro de Economía, Hernán Lacunza, en un plenario de comisiones de las dos cámaras.

 

“Este año, los intendentes estamos muy unidos”, resumió el mandamás de Berazategui, Patricio Mussi, y avisó que el nuevo pedido de endeudamiento que incluyó la mandataria en la iniciativa será motivo de pelea: "Seguir tomando deuda para pagar gastos corrientes, o para pagar otras deudas o para tapar otros agujeros, no es lo que sirve”, señaló.

 

Un dato tan frío como las matemáticas que se calienta en la arena legislativa: en la Cámara de Diputados, los tres bloques peronistas suman cerca de 40 manos que, alzadas al mismo tiempo, condicionan la votación porque, puestas en contra, le impiden al oficialismo alcanzar el umbral mágico de los dos tercios necesarios para darle aprobación.

 

Los jefes comunales del peronismo enviaron este mensaje desde el salón comedor del Club Independiente de la ciudad bonaerense de Lobos, con el influjo litúrgico del terruño natal de Juan Domingo Perón. Visto desde la perspectiva defensiva, lo que pretenden los alcaldes -que administran y blanden el poder territorial del peronismo en la Provincia- es evitar el desbande pejotista que el año pasado, durante el debate del primer Presupuesto made in Cambiemos, diluyó el poder de la principal fuerza opositora y le permitió al menos numeroso Frente Renovador, de Sergio Massa, erigirse como garante de gobernabilidad para la entonces flamante jefa de Ejecutivo.

 

Para concretar este paso, los intendentes debieron dar primero el ejemplo. Dejaron a un lado las propias diferencias expresadas en la pertenencia a los distintos grupos formados en el correr de este año –Esmeralda, Fénix, etc.- y confluyeron en un asado integrador.

 

De esa mesa salió una más chica con representación proporcional que será la encargada del delibery: diez representantes de un colectivo que incluyó hasta al intendente de Ensenada, el ultra K no peronista Mario Secco, fueron mandatados para reunirse con los legisladores: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Julio Pereyera (Florencio Varela), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Verónica Magario (La Matanza) por la Tercera sección electoral; Gabriel Katopodis (San Martín), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Gustavo Menéndez (Merlo) por la Primera y Hugo Corbata (Saavedra-Pigüé) y Bali Bucca (Bolívar) por el interior.

 

"Sabemos que es crucial; no queremos entorpecer la gobernabilidad de nadie, pero creemos que hay cosas para discutir porque tenemos experiencia, porque somos más de 50 intendentes", le adelantó Mussi a Vidal en un contacto con Letra P al término del encuentro.

 

Y le advirtió, en referencia al punto más álgido del proyecto, a través del cual la gobernadora pide autorización para endeudar a la Provincia por 94 mil millones de pesos que se suman a los 60 mil millones habilitados para el ejercicio en curso: "Seguir tomando deuda para pagar gastos corrientes, o para pagar otras deudas o para tapar otros agujeros, no es lo que sirve”.

 

“No me gusta el endeudamiento para pagar deuda”, insistió y avisó: “Ya pasó el año pasado, pero este año los intendentes estamos muy unidos”.

 

Omar Perotti, el gran apuntado por la debacle del peronismo en Santa Fe.
Victoria Villarruel y Javier Milei

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