La disputa para dirimir quién encabezará la fórmula para gobernador en Juntos por el Cambio (JxC) de Tucumán ya está en la calle. La presencia de la cartelería del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, presidente del Partido por la Justicia Social (PJS), y del diputado nacional Roberto Sánchez, titular de la Unión Cívica Radical (UCR), crece con los días, en contraste con el nulo diálogo que hay entre los referentes, a menos de 100 días de las elecciones provinciales que se realizarán el próximo 14 de mayo.
Tres nuevos elementos se han sumado en las últimas horas a este escenario de incertidumbre que desconcierta a la dirigencia y a la tropa, que ya deberían estar caminando los barrios con los nombres del binomio que deberá enfrentar a la fórmula que integran el vicegobernador Osvaldo Jaldo y el gobernador Juan Manzur. El primero es la decisión del alfarismo de realizar un acto de lanzamiento de la candidatura a gobernador del propio Alfaro, el próximo jueves 23, en un club de la capital tucumana. A la espera de señales de su socio, no presentará candidatura de vicegobernador, confirmó una fuente a Letra P. "Estamos muy jugados con los tiempos y, ante la falta de acuerdo, solo queda fortalecer el espacio propio. Debemos poner en marcha cuanto antes la campaña, porque se avecina un enfrentamiento bravo con la candidata del oficialismo -la diputada nacional Rossana Chahla- y tenemos que retener la capital. Perderla sería un duro golpe", reflexionó este dirigente.
El segundo elemento se produjo este miércoles, cuando el presidente del bloque autodenominado Partido por la Justicia Social de la Legislatura tucumana, que responde a Alfaro, anunció que rompió con JxC y se presentará en las elecciones con su propio espacio, el Partido de la Restauración. Se trata del dirigente de extracción radical Raúl Albarracín, que no puede ser reelecto, quien anticipó su intención de disputar la intendencia de la ciudad de Concepción, donde enfrentaría al jefe municipal Alejandro Molinuevo, sucesor del diputado Sánchez. Entre los argumentos de por qué se aleja de JxC, Albarracín esgrimió que "reinan la falta de diálogo, la confusión en la conducción y las actitudes proscriptivas". A su lado lo escuchaba el exdiputado nacional Juan Casañas, quien coincidió con las críticas y anunció que quiere ser candidato a intendente de Yerba Buena, donde el actual jefe municipal, el radical Mariano Campero, ya habría elegido sucesor ante la imposibilidad de ser reelecto, por lo que buscará llegar a la Legislatura. Este desprendimiento en la oposición le sumó más incertidumbre al futuro del espacio opositor amarillo.
El tercero y último elemento tiene como protagonista a la UCR tucumana, porque en las próximas horas se reunirá la mesa que preside la convención partidaria para llamar a un encuentro de ese órgano, clave para ungir a Sánchez como candidato a gobernador. De acuerdo a un boinablanca, la convocatoria sería para este domingo 19 y en el orden del día se destaca la proclamación del diputado, a quien se lo facultaría para acuerde la alianza o frente que sea conveniente para las elecciones de mayo.
El radicalismo tucumano le hace frente a las pretensiones de Alfaro de encabezar la fórmula porque las encuestas de las carpas propias y del PJS señalan que la fórmula que mejor mide es Sánchez/Alfaro, frente a Alfaro/Sánchez, de acuerdo a fuentes de ambos espacios. "El radicalismo es la columna vertebral de JxC, es el que le da territorialidad y en los últimos años ha recuperado militancia. No nos van a llevar por delante", apuntó un exdiputado nacional radical a este portal.
Esta estrategia se habría acordado la semana pasada en la Capital Federal, durante una reunión que fue protagonizada por el gobernador jujeño, Gerardo Morales, presidente de la UCR nacional; el propio Sánchez, el intendente Campero, su par Sebastián Salazar, de Bella Vista, y el exdiputado nacional José Cano, secretario de Coordinación Operativa de la Cámara baja.