La foto con Victoria Villarruel le costó el puesto a la funcionaria de la Municipalidad de Río Cuarto Paula Dalmasso, que abandonó la función pública antes de que la gestión del cordobesista Guillermo de Rivas cumpliera un año. La Comisión Municipal de la Memoria había pedido que dejara el cargo. La renuncia se produjo en medio del silencio oficial.
Dalmasso dimitió este viernes a través de una nota formal ingresada en la mesa de entrada del Palacio de Mójica, como se conoce a la casa de gobierno del sur de Córdoba. Pasó menos de una semana de que trascendiera la imagen que retrató el encuentro familiar, en su casa de las sierras, con la vicepresidenta. La crisis en el gabinete local atravesó toda la semana laboral.
En la carta alegó razones de índole "funcional y orgánica", pero reivindicó el diálogo "con los que piensan distinto" y contrastó esta apertura con la visión de los organismos de derechos humanos que la señalaron.
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El posteo de la funcionaria de Guillermo de Rivas, después de la polémica por la foto con Victoria Villarruel que le costó el cargo.
“Como enseñaba Paulo Freire, no hay diálogo verdadero si una de las partes cree poseer toda la verdad. Sólo cuando renunciamos al monólogo y escuchamos con apertura, puede surgir una comprensión más profunda y una sociedad más justa”, posteó en su perfil cuando todavía su lugar en la Municipalidad no estaba en entredicho.
La decisión de Guillermo de Rivas
De todos modos, ahora resta saber formalmente qué decisión tomará el Intendente respecto a la renuncia presentada por la funcionaria, que de esta manera se hizo cargo de todo después de pasar una semana en el ojo del huracán.
De familia de empresarios locales y casada con el productor agrícola Guillermo Lenti, Dalmasso estuvo vinculada desde hace tiempo al trabajo social y territorial, pero se metió en la administración pública para acompañar a De Rivas.
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Guillermo de Rivas no informó su aceptó la renuncia de Paula Dalmasso.
Recién llegada a la política, entró como segunda concejala del bloque oficialista Hacemos Por Río Cuarto, sólo por debajo de otro empresario: Gustavo Perlo, que fue cabeza de la lista legislativa.
Habituada a la acción, rápidamente advirtió que el Concejo Deliberante no era su ámbito natural, y después de seis meses pasó al Ejecutivo local como coordinadora local de educación, cargo que desempeñaba hasta ayer.
El terremoto político alrededor de Victoria Villarruel
Al igual que otros organismos de derechos humanos, la Comisión Municipal de la Memoria había pedido a comienzos de esta semana la cabeza de Dalmasso. En un comunicado, le recordaron al intendente el prontuario negacionista de la segunda magistrada de la República y le reclamaron el apartamiento de Dalmasso, quien hasta este viernes se desempeñó como coordinadora local de educación bajo la órbita de la Subsecretaría de Educación y Derechos Humanos.
Antes de que estallara esta interna, ya había fuertes turbulencias alrededor del episodio Villarruel y mucho más después del comunicado. Con los frentes externo e interno al rojo vivo por el caso Villarruel, el oficialismo se llamó a silencio y concentró fuerzas en hacer control de daños.
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Victoria Villarruel viajó a Córdoba para vivir la Semana Santa.
El encuentro entre la funcionaria local y la vicepresidenta, el fin de semana de Pascua, se produjo en Villa del Dique, un destino turístico enclavado en medio del Valle de Calamuchita, a 120 kilómetros al norte de Río Cuarto. Sin embargo, el terremoto que provocó esa imagen tuvo epicentro en la capital alterna de Córdoba, donde de pronto se generaron especulaciones políticas y teorías conspirativas para todos los gustos.
Probablemente, Dalmasso y su entorno subestimaron el efecto que la foto familiar con Villarruel tendría en Río Cuarto y mucho más allá de esos límites. En el Centro Cívico, en el palacio municipal y en casi todas las dependencias públicas de la ciudad no se habló de otro tema.
El costo de acercarse a Victoria Villarruel
La imagen de Villarruel en Villa del Dique durante Semana Santa, sonriente junto a la exconcejala devenida en coordinadora de la Subsecretaría de Educación y Derechos Humanos, pasó del ámbito privado al público cuando el cuñado de Dalmasso -el desarrollista inmobiliario Roque Lenti- subió la foto familiar a las redes sociales.
A partir de allí, corrió como reguero de pólvora: convulsionó toda la política local, hasta abrir una grieta dentro del área funcional de la anfiitriona. La Comisión Municipal de la Memoria leyó ese hecho político como una afrenta directa contra los valores democráticos y los derechos humanos.
“El municipio de Río Cuarto actúa como querellante en causas por delitos de lesa humanidad. No puede ser parte de un gobierno que convive con esta contradicción”, expresó Hernán Vaca Narvaja, integrante de la Comisión Municipal de la Memoria.
Alivió el dolor de cabeza de Guillermo De Rivas
La renuncia de Dalmasso le quita presión al intendente De Rivas, dado que el episodio Villarruel había escalado en la agenda pública y puertas adentro del Palacio de Mójica para convertirse en un dolor de cabeza para el Intendente.
El Ejecutivo local pasó de cerrar filas sobre Dalmasso a decirle virtualmente adiós después de días muy convulsionados. La primera reacción en el municipio había sido proyectar seguridad y bajarle el precio al episodio Villarruel. "¿Qué va a pasar? Nada", resumía con parquedad un funcionario con llegada a la mesa chica de De Rivas, a mediados de esta semana.
En paralelo, blindaban al secretario que tenía bajo su órbita a Dalmasso, Adrián Gutiérrez, según lo que reveló una fuente cercana a la toma de decisiones del oficialismo local.
Repudio de otros organismos de Derechos Humanos
Los coletazos del caso Villarruel no se circunscribieron a la órbita municipal. Desde el Foro Sindical por los Derechos Humanos también se sumaron al repudio. “Villarruel representa el negacionismo del terrorismo de Estado. No hay lugar para gestos de complicidad o validación hacia quienes relativizan los crímenes de la dictadura”, apuntaron en un comunicado.
También se pronunció la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), que le pidio firmeza al intendente. “La función pública exige compromiso y responsabilidad con los valores constitucionales y las políticas de Memoria, Verdad y Justicia construidas desde la recuperación democrática. Por eso, exigimos al intendente Guillermo de Rivas que la aparte del cargo, ya que su conducta resulta incompatible con el compromiso ético y político que debe asumir el Estado y su rol como funcionaria pública”, sumaron presión.
Más allá de todo esto, el hecho de que el foco del conflicto sea la Secretaría de Desarrollo Humano pareció correr la mira, al menos por el momento, de una eventual reestructuración del área.