Los principales dirigentes del PRO bonaerense trabajan contrarreloj sobre un paquete de certezas: no importa el resultado del ballotage, Juntos por el Cambio (JxC) perderá cuatro bancas en la Cámara de Diputados y su presidente de bloque, el radical Maximiliano Abad, se mudará al Congreso, con lo que dejará vacante ese lugar estratégico desde el 10 de diciembre. Ante esto, el excandidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti, y un grupo de dirigentes buscan poner en ese lugar a Adrián Urreli, uno de los dirigentes que mejor cuida los intereses de los municipios amarillos.
Tal como dio cuenta Letra P, el radicalismo tendrá una baja sensible una vez que se haya modificado la conformación de la cámara: Abad, jefe del principal bloque opositor, tiene asegurado un sillón en el Senado de la nación y, si bien seguirá teniendo influencia en el ámbito bonaerense, hay negociaciones en curso para que la conducción de la futura tropa de 37 representantes pase a manos de un amarillo. Como sea, la UCR tiene con qué pelear ese lugar: Alejandra Lordén es una dirigente boinablanca con espalda y trayectoria suficientes.
El principal interesado en que el elegido sea Urrali es el intendente de Lanús, quien suena también para ocupar la Jefatura de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires en el gobierno de Jorge Macri, pero está en sintonía con lo que también buscan otros dirigentes de peso del PRO, que desean ganar terreno para enfrentarse de manera más directa al gobierno de Axel Kicillof y defender la agenda de los municipios que seguirá controlando JxC.
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El nombre de Urreli, diputado que ocupa una banca por la Tercera sección electoral desde 2017, surgió casi de forma natural. Es vicepresidente de la Cámara, por lo que comparte con Abad la mayoría de las mesas de negociaciones legislativas, y fue jefe de campaña de Grindetti en 2015, 2019 y 2023, por lo que también generó contactos con los demás municipios de Juntos por el Cambio y buen vínculo con la nueva generación de líderes amarillos como Soledad Martínez (Vicente López), que logró retener el municipio con un resultado arrasador, y Martín Yeza (Pinamar), quien logró entronar un sucesor en su distrito y mudarse con comodidad al Congreso.
Desde la derrota electoral de María Eugenia Vidal en 2019, la posición que tomen los intendentes es relevante. En parte, porque hace a la negociación directa con el ejecutivo provincial, en el que entra el Presupuesto, la Fiscal e Impositiva, los pedidos de endeudamiento o las reformas del Estado que prometen a un lado y otro de la grieta.
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En el PRO coinciden en que Abad tuvo un rol destacado en sus años de jefatura, signada por una fuerte personalidad política, bajo perfil mediático y puentes directos con el partido morado que conduce desde el Comité Provincia, por lo que buscarle un reemplazo no será sencillo. A su modo, Urreli cuenta con un faceta similar, alejada de los estudios de televisión y más centrado en la rosca de los pasillos que unen a la Legislatura con los municipios. Cultor del diálogo igual que su jefe, de avanzar con este tipo de negociaciones deberá ceder el lugar que ocupa en la vicepresidencia. "Las nuevas autoridades las vamos a decidir en conjunto, con diálogo, porque si en algo estamos de acuerdo en la provincia, es en mantener unida la alianza", aseguró a Letra P una fuente al tanto de las conversaciones.