En una cena con 500 radicales, el gobernador pidió recibir "a los que se fueron y quieren volver". El intendente lo observó en primera fila. ¿Plan B?
Maximiliano Pullaro da el discurso frente a quinientos radicales con el que abriría las puertas a Pablo Javkin, que observa en primera fila.
Una cena de la Unión Cívica Radical fue el escenario para que Maximiliano Pullaro le abriera las puertas al regreso de Pablo Javkin a las filas del partido. El episodio fue leído tanto como un mensaje hacia adentro de Unidos para Cambiar Santa Fe como también una señal de cara al armado en Rosario.
“No les cerremos las puertas a aquellos que se fueron y quieren volver”, fue la frase con la que cerró su discurso el gobernador. Fue el viernes a la noche, frente a un auditorio conformado por unas 500 personas, entre militantes y la plana mayor de la dirigencia radical. Javkin, que tiene su propio partido, CREO, miraba desde la primera fila. Como el encuentro fue pensado como una actividad partidaria, su presencia no se tenía en cuenta hasta pocas horas antes, cuando el propio Pullaro avisó a la organización que lo había invitado.
Fue un gesto que, aunque desató más de una lectura política, no pareciera superar el status de expresión de deseo. Javkin siempre dice que “hizo las inferiores” en la UCR pero que tuvo que irse a otro lado “a jugar en primera”. De hecho, lo repitió en el encuentro.
No parece razonable, entonces, que abandone la construcción partidaria propia que tanto le costó, que luce cada vez más sólida y que tiene proyección a futuro. Hay, además, otro motivo que repiten en su entorno casi a modo de chiste: “¿otra interna más quieren los radicales?”.
El gesto denota el momento inmejorable que atraviesa el vínculo entre el gobernador y el alcalde, otrora tormentoso. Rosario fue un bastión para el triunfo electoral y Pullaro lo sabe, por lo que se esfuerza para que la capilaridad del gobierno provincial se note en cada ámbito, no solo en la seguridad.
Javkin, quien repite que se sintió abandonado durante los cuatro años de Omar Perotti, retribuye poniendo sus recursos a disposición, como el Banco Municipal, y siendo el primer pullarista: bancó su reelección, tanto en público como en las reuniones privadas de Unidos.
Con el que también tiene un excelente vínculo el gobernador es con Ciro Seisas, el otro activo electoral que tiene CREO además de Javkin. En ese sentido, la buena química entre Pullaro y las figuras taquilleras del espacio puede desembocar en algún tipo de acuerdo en Rosario, donde el gobernador ya mostró sus cartas -el ministro de Educación José Goity y su hermano Damián Pullaro- pero sus armadores trabajan aún para fortalecer su posición. Hasta ahí, es una opción que en todos los campamentos reconocen que está sobre la mesa.
Hay otra lectura del suceso, algo más avezada: la cena tuvo lugar el viernes a la noche, cuando aún el proceso de reforma constitucional estaba en veremos y todas las fuentes de Unidos apuntaban a una difícil negociación interna con el socialismo. Por eso, los rosqueros más afiebrados entendieron el abrazo de Pullaro a Javkin como un mensaje a sus socios, algo así como un “cuidado, que si no soy yo, mi candidato puede ser él”. Es apresurado, sí, pero nadie desconoce en la coalición oficialista que la mejor faceta del rosarino se ve cuando está en campaña.
Más allá de la frase que se llevó las luces, la cena juntó por primera vez en muchos tiempos a todas las expresiones internas de la UCR. Para los organizadores, entonces, fue un éxito: habían convocado al encuentro para dar un mensaje hacia adentro de Unidospero también para cerrar el año con una foto totalmente distinta, alejada de la disputa que se dio hace algunos meses entre el pullarismo y el sector que conduce el rector de la UNR, Franco Bartolacci, por la conducción del Comité Rosario, que quedó en manos del concejal de Funes Juan Ignacio Rímini, un hombre del gobernador.
Además de Javkin y Pullaro, tuvo su participación el presidente de la UCR santafesina, Felipe Michlig, y parte del gabinete provincial. Evolución, la corriente interna del gobernador, tuvo a Rímini como orador, y a Goity y Pullaro (h) en la primera fila. Por Radicales Libres, dieron el presente Bartolacci -acompañado de una centena de militantes y varios decanos- y la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck. El Movimiento de Afirmación Radical también llevó lo suyo: estuvieron las hermanas Georgina y Carolina Losada.