El radical que hizo sus primeras armas en política con la venia del PJ desmintió a Martín Llaryora, que dijo que el campo no paga ingresos brutos. La réplica.
Luis Picat ganó la gobernación de Jesús María en 2019 con el apoyo del cordobesismo. Hoy juega abiertamente en LLA.
El diputado radical con peluca, Luis Picat, uso sus redes sociales para desmentir a Martín Llaryora, quien afirmó que el gobierno de Córdoba no cobra ingresos brutos al campo. El cordobesismo decidió no quedarse callado, como viene ocurriendo, y fue el legislador Miguel Siciliano el encargado de la réplica a quien fuera alguna vez socio.
La faceta camaleónica del exintendente de Jesús María se destapa cada vez más. Alineado ahora en las filas de La Libertad Avanza de Javier Milei, el productor porcino parece querer despegarse de su pasado en el que, aliado al PJ de Juan Schiaretti, logró arrebatarle al PRO la intendencia de la ciudad cabecera del departamento Colón en 2019.
Tras su salida del municipio y su escala en el Congreso, Picat cuidó las formas con Llaryora. Si lo criticaba, no lo hacía públicamente. Tampoco reprochaba las alianzas que su delfín, Federico Zárate, trabó con el Partido Cordobés cuando fracasó el timbreo de gestión en los despachos libertarios.
Algo cambió y la guerra, con la excusa de los impuestos, es total.
La polémica con las retenciones y los impuestos vinculados al sector productivo parece no tener fin. Luego de que el ministro de Economía de la Nación, Luis Toto Caputo, bajara temporalmente las retenciones, Picat decidió sumar presión al cordobesismo.
El exintendente de Jesús María -productor porcino y propietario del frigorífico Qualitá- cuestionó la afirmación que hizo Llaryora desde Madrid que sostiene que en Córdoba se eliminó el cobro de ingresos brutos a la producción (IIBB).
“Es una falacia decir que en Córdoba los productores no pagamos IIBB. Somos consumidor final de toda la cadena de insumos y servicios. En aproximadamente 7.4 millones de hectáreas, donde se gastan 2960 millones de dólares, paga un mínimo del 4% de IIBB, sin contar los múltiples eslabones. A eso sume el resto de las producciones, como la carne", empezó el descargo.
Hundió un poco más el cuchillo cuando dijo que "prácticamente está recaudando el total de retenciones de trigo". Cerró su postura con la referencia de rigor: "Como dice Luis Caputo ¡baje impuestos! Puede comenzar con los que siembran, pulverizan, cosechan y transportan, que no han podido renovar sus flotas”.
Estas declaraciones se dieron luego de que los gobernadores de la Región Centro exigieran a Milei la eliminación de las retenciones al campo. Llaryora, Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) se reunieron la semana pasada en Rosario para exigir de manera conjunta medidas de alivio al sector productivo. El gobierno libertario resolvió horas más tarde anunciar la baja temporal de las retenciones.
El presidente del bloque llaryorista en la Legislatura, Miguel Siciliano, fue el responsable de la réplica: “Debería ponerse a trabajar seriamente para Córdoba y no solo para defender sus intereses”. El blanco de ese mensaje: Luis Picat. El concepto: la política atada al interés del momento.
En una afilada enumeración, el hombre de Llaryora, le señaló: “Luis, como diputado nunca hiciste nada para que Córdoba recupere nuestro dinero de la Caja de jubilaciones, de los subsidios al transporte, de la obra pública. Nunca jamás hiciste nada por Córdoba, ya que somos los cordobeses los que te hicimos diputado nacional. ¿Te acordás cuándo votaste en contra de los jubilados, cuándo votaste en contra del presupuesto universitario, en contra de la educación pública de nuestros jóvenes?”, le facturó en su cuenta de X.
Algunos de esos planteos, como el apoyo a los vetos que el presidente Milei aplicó sobre las leyes de movilidad jubilatoria y presupuesto universitario, le valieron la expulsión de la UCR, en diciembre pasado.
Sin vacilar, Siciliano siguió: “Vas a ser recordado como un diputado nacional que no hizo nunca nada por Córdoba, ni por Jesús María ni por la región. Quizás solo hasta ahora has logrado parar la importación porcina, pero debes saber que falta poco para que eso suceda mirando la política de importaciones que se viene dando en esta Argentina”.
El legislador cordobesista le señaló que “el agro no paga ingresos brutos por su actividad” sino por los productos que se consumen. “Para que el campo no pague, todos los sectores hacemos un enorme esfuerzo y a eso vos lo sabes! Por eso lo que estás diciendo es de total mala leche, es de total mala fe”.
Punzante, el peronista le marcó a Picat su naturaleza camaleónica y lo que entiende pocos éxitos de gestión en política. La vinculación del juego del diputado con la actividad porcina y la supuesta especulación por las listas libertarias que se le atribuyen en el texto, son algunos de los elementos que muestran que el cordobesismo no se quedará callado ante las críticas opositoras.
El juego de Picat confirma lo obvio. Activo en las filas de Milei está dispuesto a dejar atrás un pasado que hoy le incomoda. El radical asumió la intendencia de de Jesús María en diciembre del 2019, luego de arrasar con el 54% de los votos gracias a una alianza donde, además, se sumó Hacemos por Córdoba, con el entonces gobernador Schiaretti como patrocinador silencioso.
Fue tras su triunfo que, en una reunión con Schiaretti en Panal, Picat remarcó la sintonía. “Con el gobernador hace mucho que venimos trabajando, le agradecemos la apuesta que hizo a nuestro espacio político, Hacemos por Córdoba (HPC) nos ha acompañado junto a la UCR y espacios independientes de nuestra localidad, algo muy inusual”, dijo, según registra la prensa escrita del momento.
Con Llaryora, cuidó las formas por más de un año. Las críticas no eran públicas. Hasta hoy. Es en esta metamorfosis política que Picat decide desconocer un pasado de relaciones profundas con el PJ. El arma elegida para la guerra: los impuestos al campo. El escudo: la peluca.