GANÓ LA RABIA

La Tercera sección de Buenos Aires, un bastión peronista que no alcanzó

Los 15 puntos de ventaja que obtuvo el peronismo no fueron suficiente. Javier Milei ganó en seis de las ocho regiones. El número mágico que no fue.

El peronismo buscaba en la provincia de Buenos Aires una diferencia a favor de 20 puntos. Era el “número mágico” con el que se entusiasmaba el oficialismo tras el triunfo arrollador de Axel Kicillof para compensar las derrotas que -preveía- llegarían desde el interior del país. La diferencia fue de solo un punto. El triunfo de Sergio Massa en la Tercera sección electoral, histórico bastión del peronismo donde los intendentes obtuvieron contundentes triunfos en la elección general de octubre, fue de 15 puntos y no alcanzó para compensar la paridad en la Primera y la derrota en las seis restantes regiones.

Con el 95 por ciento de las mesas escrutadas, Massa obtenía apenas algo más de un punto de diferencia con Javier Milei en la provincia de Buenos Aires: 50,77-49,22. Lejos quedó la ilusión de obtener un 60-40 que depositaría al candidato a presidente de Unión por la Patria (UP) en la Casa Rosada y convertiría a Kicillof en la loKomotora del triunfo. La única sección electoral donde el triunfo fue amplio fue la Tercera. Allí mandan los intendentes peronistas, que traccionaron, pero no lo suficiente. En el bastión peronista la diferencia fue de 15 puntos: 57-42.

El voto libertario atravesó todas las capas sociales, pero caló especialmente en los sectores populares donde el peronismo siempre tuvo su mayor base de apoyo. Con la tracción del gobernador y los intendentes en la elección general, Massa llegó al 50 por ciento de los votos en la Tercera, en el ballotage logró crecer apenas siete puntos.

Los resultados en los populosos distritos de la región, donde se esperaban diferencia de entre 20 y 30 puntos a favor del peronismo, no fueron los esperados. Apenas en un puñado de distritos Massa logró superar el 60 por ciento de los votos, son los casos de La Matanza, donde UP obtuvo el 61 por ciento de los votos frente del 38 de La Libertad Avanza (LLA), y Florencio Varela, donde el peronismo se impuso 63 a 36. El resto de los distritos estuvo por debajo de esos guarismos.

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En Lanús, recuperado por el peronismo en la elección general, el resultado fue 53-42, en Almirante Brown 58-41, en Avellaneda 57-42, en Lomas de Zamora 58-41, en Esteban Echeverría 53-46. La sorpresa estuvo, especialmente, en dos distritos donde se esperaban resultados que orillaran el 70-30. Berazategui, donde la diferencia fue de apenas once puntos (55-44) y Ezeiza, donde pese a que el propio intendente electo, Gastón Granados, le dijo a este medio sobre el filo de la veda que el resultado sería “como el fernet 70/30”. La diferencia fue mínima: 51-48.

Esos resultados no lograron compensar la derrota contundente de Massa las secciones electorales del interior de la provincia y la paridad que tuvo en la Primera sección electoral, 50-49 en favor de Massa y en la Octava (La Plata), 50-49 en favor de Milei.

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Javier Milei en una de sus caravanas de cierre de campaña.

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