Fue lavagnista con Kirchner, massista y ahora será diplomático libertario. Representante en Arabia Saudita de Alberto Fernández, va a Paraguay con Javier Milei.
Guillermo Nielsen, el embajador de Javier Milei en Paraguay
Captura de redesCon el acuerdo del Senado, el presidente Javier Milei designó a su amigo Guillermo Nielsen para que sea el representante argentino en la Embajada del Paraguay. El economista camaleónico estuvo con casi todos los gobiernos desde 1983 y ahora será recibido por Santiago Peña, el mandatario pro-mercado que trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y apoya la gestión libertaria.
Milei propuso a su amigo economista para la misión diplomática, después de que Toto Caputo le ganara la pulseada para ser ministro de Economía de la administración mileísta y de que Nielsen calificara de "timbero" al actual titular del Palacio de Hacienda.
El número de contacto de Nielsen está en todas las agendas del Círculo Rojo. También se mueve con soltura en Wall Street y en la sede del FMI, en Washington.
Nielsen es un burócrata sin grieta, "de la casta", según los términos de su amigo presidente. Fue ministro consejero agrícola ante la Comunidad Económica Europea (CEE) con Raúl Alfonsín y siguió con Carlos Menem. También fue ejecutivo del Grupo Socma de la familia Macri; estuvo en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) con Fernando De la Rúa; acompañó a Roberto Lavagna como secretario de Finanzas en los gobiernos de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner, en cuyas gestiones negoció dos stand by con el FMI.
El economista también fue secretario de Finanzas en Ciudad con Jorge Telerman; primer embajador argentino en Alemania de Cristina Fernández de Kirchner; precandidato a jefe de gobierno porteño con el apoyó de Sergio Massa; y acompañó la campaña electoral, fue presidente de YPF y embajador en Arabia Saudita de Alberto Fernández.
A raíz de su amistad, Nielsen introdujo a Milei en los medios con incursiones en los programas Hora Clave de Mariano Grondona y Animales Sueltos de Alejandro Fantino. El economista también ayudó al libertario en su campaña para llegar a la Casa Rosada.
Quien se autodefine como un “moderado en economía. Ni con la izquierda ni el liberalismo a ultranza, porque le hicieron mucho daño”, llegará a Paraguay con una relación bilateral signada por la deuda de más de u$s210 millones que tiene Argentina por la energía que consume y la estructura de funcionamiento de la represa de Yacyretá.
Además Paraguay está reclamando por los peajes en dólares que se les cobra a las embarcaciones extranjeras en la Vía Navegable Troncal o Hidrovía. Es una recarga para las barcazas de bandera paraguaya, que forman la tercera flota del mundo con casi 3.500 embarcaciones. Paraguay y Brasil monopolizan el transporte de carga de cabotaje en los ríos argentinos. Los beneficios impositivos del Paraguay promueven la radicación de los armadores en el vecino país.
El economista sucederá en la representación diplomática al chaqueño Domingo Peppo. En Paraguay, se encontrará con una comunidad creciente de argentinos, estimada entre 80 y 100 mil personas, que se establecieron allí para comenzar emprendimientos seducidos por la estabilidad del guaraní, la inflación cero, un sistema impositivo simplificado conocido como "triple 10" -10% de IVA, de Ganancias y de Rentas Personales-; y libertad para exportar e importar productos.
Argentina y Paraguay comparten una frontera de 1.700 kilómetros y las inversiones argentinas comenzaron con la soja. Los pioneros fueron Alejandro Elsztain con Cresud y Gustavo Grobocopatel con Los Grobo, que exportaron su modelo de negocios en busca de la soja a precio pleno, sin retenciones.
Luego se animaron pequeños emprendimientos y franquicias de marcas argentinas. Más tarde, los ahorristas pequeños y medianos que invierten en el real state para alquiler o venta con desarrolladoras inmobiliarios también argentinas o en sociedades mixtas con paraguayas.
En la primera semana de mayo, el Gobierno paraguayo informó que trabajan en un proyecto de inversión por u$s1.500 millones para la construcción de un gasoducto desde Salta, que traslade el gas de Vaca Muerta hacia Brasil, pasando por su país. Nielsen, desde la presidencia de YPF ya le había propuesto ese proyecto al gobierno del brasileño Jair Bolsonaro.