“Es la primera vez que no tenemos obras de la provincia. Es una gestión que se tiene que poner las pilas, porque esto va a tener impacto electoral seguro". La advertencia llegó hace algunos días desde un municipio peronista del conurbano bonaerense como Esteban Echeverría, de parte de su intendente, el díscolo Fernando Gray, que está peleado con Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Y resume la sensación que atraviesan otros distritos enrolados en el Frente de Todos, que se quejan por falta de obras provinciales.
El reclamo va en espejo al que surge de municipios opositores, tanto del Gran Buenos Aires como del interior bonaerense, donde apuntan contra la Gobernación por sentirse discriminados en el reparto de grandes obras viales, hidráulicas y de infraestructura. En varios de estos casos hablan de una distribución de los proyectos que sigue una lógica política para relegar a los distritos amarillos.
Las miradas caen sobre el Ministerio de Infraestructura que desde fines de 2021 conduce el intendente de Malvinas Argentinas en uso de licencia, Leonardo Nardini, quien llegó a la cartera como parte del desembarco de jefes comunales al gabinete de Kicillof tras la derrota en las PASO de 2021, junto a Martín Insaurralde.
El vínculo entre el gobierno bonaerense y los intendentes por las obras siempre fue problemático. En la gestión de María Eugenia Vidal se resolvió establecer un sistema de transferencia directa de fondos para que sean los propios municipios los que resuelvan qué obras ejecutar, previo OK de la provincia. Kicillof mantuvo el sistema del ex-Fondo de Infraestructura Municipal, ahora Municipios a la Obra, que además se convirtió en una herramienta de negociación política.
Esas transferencias directas funcionan aceitadamente y no generan reclamos, pero la contracara es la idea que comparten muchos intendentes de que la gestión bonaerense no logra hacer pie en materia de ejecución de las grandes obras, esas que se proyectan, se licitan, se auditan y se ejecutan en el marco de la gestión de Infraestructura.
Kicillof priorizó como el eje de su gestión en obras la infraestructrua sanitaria, durante la pandemia, y después en la reparación y construcción de escuelas. Para algunos intendentes del peronismo, es poco y no alcanza. Las obras grandes en sus distritos, como las viales o las hidráulicas, generan impacto y posicionan sus gestiones de cara a las elecciones. Por eso están preocupados por el ritmo de la gestión Nardini.
Gray, de Esteban Echeverría, asegura que el actual “es el nivel de ejecución de obra provincial más bajo” desde que llegó a la intendencia de ese distrito del sur del Gran Buenos Aires, en 2007.
Relató que el 5 de octubre del año pasado se reunió con Kicillof y dijo que en ese encuentro el gobernador “se comprometió a que avanzaran una serie de obras en Esteban Echeverría”. “Me dijo que iba a destinar un fondo proporcional al FIM de mi distrito para que yo definiese qué obras ejecutar, pero nunca cumplió. Después de ese encuentro lo fui a ver al ministro Nardini, pero me dijo que no tenía la orden de hacerlo”.
Sin embargo, el intendente dijo que desligaba de esa situación al funcionario de Infraestructura. “La decisión política de que no haya obras en mi distrito es del gobernador Kicillof. Esto va a impactar en lo electoral”, auguró.
Cerca, en Lanús, un municipio gobernado por Juntos, dicen que el contraste en materia de obras con sus distritos vecinos del peronismo es muy notorio. "En Quilmes, Lomas y Avellaneda hay obras en ejecución, pero nosotros no tenemos casi nada más allá del FIM", dicen cerca de Néstor Grindetti. "Hay arroyos entubados que necesitan intervención de la provincia, lo mismo que obras viales, como la de la Avenida Pavón", destacan.
En el Gran Buenos Aires llama la atención la demora en el plan de Kicillof para construir diez mil cuadras de pavimento con cordón cuneta y desagües pluviales, objetivo pensado como motor de inauguraciones electorales. "No hay, no se están inaugurando, están demoradas", dicen los jefes comunales.
Mar del Plata
En La Feliz, funcionarios de Guillermo Montenegro dicen sufrir discriminación. "Como Kicillof nos eligió de enemigos, la provincia no hace obras acá. Escuelas nuevas no construyeron. Jardines de infantes tampoco. La obra del Hospital Interzonal está desde diciembre sin gas. Y la obra de la circunvalación, la única que hay, viene retrasada y son muy pocos kilómetros", dicen en la intendencia.
Cerca de Montenegro se quejan por el anuncio que acaba de hacer la provincia sobre la inversión de mil millones de pesos para la reparación integral de la tradicional rambla, eje de peleas entre el municipio y la gobernación por el estado de abandono en que se encuentra el paseo. "Ahora anunciaron que lo sacan de Infraestructura y lo pasan a Hábitat, el nuevo ministerio de Agustín Simone. Eso significa que todo empieza de cero y se va a demorar mucho más", reclaman.