ELMAU (Enviada especial) Satisfecho por la participación argentina, pero “preocupado” por las consecuencias de la guerra, el presidente Alberto Fernández dialogó, en el centro de prensa ubicado frente al castillo de Elmau, con los medios argentinos que cubrieron la Cumbre del G7: hizo un balance de su viaje y defendió la medida de restricción a las importaciones que el Banco Central anunció este lunes en Argentina, días después de que la reclamara la vicepresidenta Cristina Fernéndez. “Las teníamos pensadas desde antes”, aseguró y afirmó que el país no puede vivir “eternamente” con déficit fiscal.
-¿Qué balance hace de la Cumbre del G7?
-La Cumbre tuvo algunas cosas auspiciosas. Nos escuchamos y debatimos, con lo cual hay intercambio de posiciones y todos estamos conscientes de la necesidad de acelerar el proceso para que la paz se recupere cuando antes, de la gravedad económica que provoca la guerra.
-¿Cuál fue el resultado de las reuniones bilaterales para Argentina?
-Las relaciones bilaterales son distintas de acuerdo a cada país. Con Charles Michel, que es parte de la Unión Europea, hablamos de la posibilidad de que el año que viene hagamos una reunión entre la CELAC y la Unión Europea, aprovechando que la va a presidir España. Eso lo habíamos hablado ya con Pedro Sánchez y yo le dije que estábamos dispuestos. Tuve una extraordinaria reunión con Narendra Modi, el primer ministro de la India. Quedamos en trabajar en trabajar juntos. India es una economía de 1.400 millones de personas. La reunión con Mario Draghi fue muy buena, siempre expresa su apoyo a la Argentina en las cuestiones que siguen pendientes en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Fundamentalmente hablamos de los sobrecargos. Como dije en el discurso de hoy, ese es un tema que el FMI debe tratar y resolver y que el G20 que se realizó en Roma ya le había recomendado que resolviera. No es la primera vez que nos vemos. Tenemos un vínculo muy profundo. Hablamos también de la posibilidad de que Italia invierta en los proyectos que existen para instalar plantas de licuación de gas, que es un proyecto que tenemos que acelerar para que podamos sacar el gas excedente de Vaca Muerta y exportarlo. Se mostró muy predispuesto. En el mismo sentido fue la reunión con Olaf Scholz, que ya lo había planteado la vez pasada. Me dijo que pusiéramos los equipos técnicos a trabajar.
-¿Qué puede contar de la reunión con el británico Boris Johnson?
-La había pedido él. Agradeció la presencia de Argentina. Valoró la posición de Argentina frente al conflicto de Ucrania y Rusia, hablamos sobre las particularidades de la posición argentina y yo le planteé francamente... le dije que es muy difícil que podamos hablar de algo si antes no nos sentamos a hablar de la soberanía de Malvinas. Solo le pido que cumplan con la resolución de Naciones Unidas que año tras año se repite y no logramos sentarnos a hablar del tema. Me dio su posición, que es la histórica de Reino Unido. Le dije que esperaba que pronto reflexionen y cambien y nos sentemos a dialogar a ver de qué modo se reconoce la soberanía de la argentina sobre Malvinas.
-Hay reclamos que lleva a cada cumbre, como la extensión de los derechos especiales de giro y la baja en las sobretasas que, a pesar de que el G20 lo recomendó, no obtuvo resultados. ¿Por qué ahora debería ser distinto?
-Tengo buenas expectativas porque, en una breve charla que tuve con Kristalina Georgieva, ella me dijo que iba a insistir con el tema para que el directorio del FMI lo trate. Lo que cambió es que a todos nos pasó una pandemia y además se sumó la guerra. La situación hoy es mucho más grave que entonces. Además, en esta cumbre no fui el único que habló de esto. Hablaron los países africanos, habló Indonesia y la misma Georgieva dijo que los derechos especiales de giro que se habían admitido para el fondo de resiliencia había que ver de qué manera aprovecharlos mejor. Así que estamos en un buen camino. Hay que seguir peleando. Esta es una pelea de todos los días y hay que seguir dándola. Estas cosas en el mundo no se cambian de un día para el otro.
-Hoy se tomaron decisiones sobre importaciones en Argentina. ¿Con estas medidas alcanza o están pensando en restringir más, por ejemplo, con el dólar tarjeta?
-No, hoy se tomaron las medidas. Ya las explicaron el presidente del Banco Central y el ministro de Economía. Eran medidas que ya veníamos pensando desde antes y estábamos esperando que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobara el primer trimestre para aprobarlas, porque hubieran significado un cambio de condiciones respecto de lo que el Fondo había visto. Las medidas van en el sentido en que se puedan recuperar reservas, que es un objetivo importante, y también poner en orden las cuentas públicas. No creemos que se pueda vivir eternamente con déficit fiscal, así que eso hay que tratar de corregirlo paulatinamente. Hay que hacerlo sin ajuste. El ajuste no lo tiene que hacer la gente. La economía tiene que mejorar, pero el Estado tiene que hacer su parte y ese es el sentido de las medidas que se tomaron.