CRISIS DE ALTA GAMA

Con el FDT en llamas, Massa sale de escena y congela Diputados

El tigrense se mutea. La Cámara, sin protocolo para sesionar. Las tarifas también dividen al bloque oficialista desde que Fernández habló de desdolarizarlas.

Sin protocolo para sesionar en forma remota, la ausencia de actividades de la Cámara baja le vino como anillo al dedo al oficialismo para transitar la interna más aguda que vive el Gobierno en un año y medio en el poder, protagonizada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, pero que involucra a lo más alto de la coalición. En ese marco, el titular de la Cámara baja y uno de los socios principales del Frente de Todos (FdT), Sergio Massa, mantuvo el mutismo. Detrás del silencio oficial retumban las especulaciones sobre el desenlace de la pulseada, en un bloque que está atravesado por el debate del aumento de tarifas desde que el presidente Alberto Fernández prometió el 1° de marzo que enviaría un proyecto de ley para desdolarizar las tarifas y ordenar los eventuales incrementos. 

 

En el kirchnerismo ratificaron que la continuidad de Basualdo no está en duda y que el método elegido por Guzmán para esmerilar a su subsecretario, que cuenta con todo el respaldo del presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner, revela una disputa política al interior del FdT sobre la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. La centralidad del debate gira en torno a los subsidios estatales a los servicios públicos, en la medida que avance una demorada desdolarización de las tarifas para desactivar el esquema tarifario que dejó la administración de Mauricio Macri

 

"Las tarifas están dolarizadas en los hechos, si no somos capaces de romper esa trampa, vamos a volver a la misma disyuntiva dentro de un par de meses", contestó a este portal uno de los escuderos del FdT que reporta a Kirchner. "Hay momentos en los que hay que saber guardar silencio, éste es un tema del Ejecutivo que impacta en la Cámara por la densidad de nuestros dirigentes, porque si no estuvieran Kirchner o Massa, nadie nos daría bola", resumió el dirigente bonaerense que, al igual que sus pares, sigue minuto a minuto la evolución de la puja en el Gabinete. 

 

"No está siguiendo el tema", contestó tajante un integrante del entorno de Massa para despegar a su jefe lo más posible del tironeo que surca al Palacio de Hacienda. La evasiva busca disimular la atención que le dedica al tema el titular de la Cámara baja. Algunos diputados oficialistas arriesgan que el tigrense no dirá una palabra para no dañar su relación con Kirchner y tampoco empeorar el vínculo con Guzmán, que registra chispazos crecientes desde que el ministro envió un proyecto para aumentar la alícuota del impuesto a las ganancias para empresas y Massa se lo devolvió una semana después. Luego acordaron un nuevo borrador que se encamina a contar con un dictamen de mayoría en las comisiones de Presupuesto y Legislación General. 

 

Massa no aflojó la cinchada con Guzmán por Ganancias, pero el titular de la Cámara baja carga con críticas dentro de su propio bloque. Le cuestionan el "altísimo perfil" que eligió tener durante la sanción de los cambios en Ganancias para personas humanas. Estaba previsto que se pusiera al frente, "pero no con ese nivel de hiperexposición que incluyó carteles en la calle como una campaña electoral, cuando todos pusimos el cuerpo", disparó otro legislador peronista para reflejar que el vínculo del tigrense con el resto del bloque no es un lecho de rosas. 

 

Los enfoques sobre cómo afrontar los aumentos tarifarios también dividen al espacio y reflejan el capítulo parlamentario de las tensiones expresadas por Guzmán y Basualdo. El ministro busca aplicar, al menos, dos aumentos anuales que superan el 25% y el subsecretario de Energía está dispuesto a concretar uno que no sea de dos dígitos.

 

Esos enfoques tienen sus antecedentes dentro de la Cámara y también sus internas. El 1° de marzo, en el discurso que ofreció ante la Asamblea Legislativa, Fernández dijo que conformará un nuevo cuadro tarifario para desdolarizar el precio de las tarifas de luz, gas y otros servicios. Hasta que eso suceda, para "marcar un sendero", "enviaré un proyecto de ley que declare la emergencia de servicios públicos y regulados con el objetivo de desdolarizarlos definitivamente y adecuarlos a una economía en la que los ingresos son en pesos". 

 

A fines de abril, el diputado y extitular del PJ, José Luis Gioja, primereó al Ejecutivo. Presentó un proyecto que propone declarar la emergencia de los servicios públicos y que sean aumentados en base al promedio de los aumentos salariales que fija la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).  La iniciativa sumó la firma de sus colegas Pablo Carro, Blanca Osuna, Esteban Bogdanich, Mario Leito, Ariel Rauschenberger, Carolina Yutrovic, Liliana Schwindt y Alcira Figueroa

 

La propuesta no cayó bien en el Gobierno. Poco después de presentarlo, Gioja recibió el llamado de su excompañero de bancada, el actual secretario de Energía, Darío Martínez, que le hizo llegar la desazón de Guzmán por ese texto. Desde entonces el trámite de la iniciativa quedó congelado, pero además de primerear al Ejecutivo, el proyecto coincide con la prédica que repite Massa desde abril de 2018.  "Es cuestión de sentido común: la luz, el gas y el agua no pueden aumentar más que los salarios", dice el tigrense, en un concepto que tampoco es compartido por el kirchnerismo que sostiene que deben crecer mucho menos que los ingresos fijos, habida cuenta de las ganancias acumuladas por las concesionarias. Ahora, ambos sectores prefieren callar.

 

Roberto Bosch, embajador argentino en España.
arde la ucr bonaerense: aplastante triunfo del abadismo en la quinta seccion electoral

También te puede interesar