Las expectativas de los empresarios corren por carriles muy distintos a la ruta que intenta trazar el Gobierno. Los hombres de negocios auguran un 2021 con menos inversión y caída del empleo, mientras las mesas sectoriales por precios y salarios buscan coordinar una pauta que mejore el poder adquisitivo y el consumo. El Foro de Convergencia Empresarial, el sello que reúne a los actores más disímiles del mundo empresario, envió un comunicado en el que sostuvo que con la actual presión impositiva y de costos "no es posible" competir ni invertir.
La Cámara Argentina de Comercio (CAC) le puso cifras a las expectativas del retail. El 74,3% de las grandes, medianas y pequeñas empresas consultadas dijo que no prevé realizar inversiones en los próximos seis meses, mientras que solo 15,2% anticipó desembolsos. Y el 39,2% prevé que reducirá su personal, mientras que el 56,1% de las empresas no vislumbra cambios en sus dotaciones. Solo 4,7% indicó que planea efectuar nuevas contrataciones.
Las empresas acusaron recibo de la crisis y, a contramano de indicadores de actividad que muestran un rebote de la economía, refieren que no recuperaron el nivel de ventas previo a la pandemia -que ya era magro. En comparación con el primer bimestre de 2020, el 21,1% de las firmas indicaron que sufrieron una caída de más del 50% en sus ventas, otro 19,3% anotó una merma de entre 26 y 50% y un 18% registró una caída de entre 1 y 25 por ciento. El retail, admiten en despachos oficiales, es un sector especialmente golpeado por la pandemia y por la migración del consumo hacia canales online.
Con todo, "hay una clara tendencia a la mejora", dijo a Letra P el director ejecutivo de la CAC, Gonzalo De León. Las empresas "sin operaciones" son cada vez menos y "mejora la evolución de las ventas" desde meses previos, aunque "la inversión y la contratación de personal siguen siendo dos señales de alerta". Las perspectivas penden de un hilo: dependen de que el anunciado rebrote del otoño/invierno no obliguen a restringir nuevamente la circulación y la actividad.
El Foro de Convergencia, donde habitualmente se leen las críticas más crudas hacia el Gobierno, publicó un documento en el que demandó "a los dirigentes políticos que trabajen hasta consensuar las medidas que permitan a las empresas funcionar sin desventajas con respecto a los competidores de la región". El Foro nuclea a entidades como la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Cámara de Comercio, las asociaciones bancarias y otras 60 cámaras y 25 ONG. Sostuvo que "la pobreza en Argentina se puede erradicar" con "empresas dinámicas, que invierten, crean valor y generan trabajo", pero que "no es posible" invertir en el país con una inflación "nueve veces más elevada" que en la región, la presión tributaria "dos veces más elevada" y "costo de capital cuatro veces más caro".
Miguel Blanco, coordinador del Foro de Convergencia, le dijo a Letra P: "Venimos pronunciando nuestra preocupación sobre la inversión y la creación de empleo". Y agregó: "Es un mensaje a toda la dirigencia y no solo al gobierno actual, responsables de los últimos 70 años de déficits, emisión, más impuestos... hace 10 años que el PBI no crece".
Blanco pidió que el Gobierno sume a la oposición a las mesas del Consejo Económico y Social (CES) y mencionó inconsistencias en el diagnóstico del Ejecutivo. "Hay que tener un diagnóstico compartido. El ministro de Economía dice que el problema de la inflación es macroeconómico y otros dicen que el problema son los empresarios que aumentan los precios, cuando en otros países no aumentan. Ponen a los piqueteros a controlar precios, congelaron tarifas, se ignora que los costos son altos, todo es inconsistente, no funcionó ni acá ni en el mundo", dijo.
El escepticismo se extiende en casi todos los sectores, sobre todo en aquellos de consumo masivo. Un importante ejecutivo decía a Letra P que las multinacionales hacen malabares para justificar ante casas matrices las políticas de precios, en momentos en que las grandes empresas redefinen sus inversiones en todo el mundo y las dosifican en países no rentables (en el mejor de los casos) o levan anclas y venden. Tras el mensaje del presidente Alberto Fernández al Congreso, el empresario se convenció de que 2021 se atravesará con precios regulados, tarifas pisadas y controles en las importaciones. "La bola de nieve se agiganta y el sector privado se sigue achicando. Primero cierran pymes y luego llega la desinversión", se lamentó.
Más allá de cierto diagnóstico compartido, las visiones en los distintos sectores contrastan. En supermercados y firmas de consumo masivo ponderaron que en las mesas de precios y salarios se haya incluido a los fabricantes de insumos. Según el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, hubo "aumentos injustificados" de hasta 60% en dólares. El Gobierno advirtió que los controles de precios seguirán hasta que las expectativas se acomoden en torno a la inflación del 29% prevista para 2021. “Es necesario que asumamos compromisos cruzados. Si hay más consumo, todos los que están aquí van a salir ganando”, dijo Kulfas.