La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa internada con "una buena evolución clínica" tras la "histerectomía ampliada por vía laparoscópica" a la que fue sometida este jueves luego de que se le detectara un "pólipo uterino" de "características benignas".
La información deriva del tercer parte médico del Sanatorio Otamendi, del barrio porteño de Recoleta, emitido este viernes. En el texto, el equipo profesional indicó que "se mantienen los controles de rutina post quirúrgicos".
En cuanto al pólipo analizado en laboratorio, el centro de salud informó que -tras la evaluación de rigor- se constató que presentaba "características benignas", mientras que el "resultado definitivo del examen histopatológico se emitirá la semana próxima".
En el primer informe, la institución médica había asegurado que la vicepresidenta cursaba "un posoperatorio normal, en buen estado general de salud".
El procedimiento quirúrgico que se le realizó a la titular del Senado se trató de la extirpación del útero. Se aplicó una técnica basada en la utilización de pequeños tubos que se insertan en el abdomen, “lo que permite hacer incisiones más pequeñas, genera menos trauma y reduce el riesgo de infección”.
En el caso de la exmandataria, que ingresó en la mañana del jueves al centro médico, la cirugía estuvo a cargo de un cirujano especializado en tocoginecología como resultado de una práctica que estaba programada desde hacía varios días.
De acuerdo con la evolución, se espera que Fernández de Kirchner permanezca internada en recuperación desde 48 horas a cinco días. Según está previsto, después de ese momento comenzará a reincorporarse a sus actividades de manera gradual hasta retomar plenamente la rutina en tres semanas.